La delegación del Gobierno de Colombia en la mesa de diálogos con el ELN ha puesto este viernes un ultimátum a la guerrilla y le ha pedido aclarar si tiene voluntad de paz.
En un breve comunicado, que respondía a un texto de la guerrilla emitido más temprano, la representación del Ejecutivo en las negociaciones, encabezada por Vera Grabe, insistió en su voluntad de resolver las diferencias que surjan en el proceso.
Sin embargo, dice que como respuesta han recibido “mentiras” y que han encontrado una actitud “arrogante” de la dirección de la última guerrilla en armas del país.
“Luego de dos años de diálogo, el ELN aún no ha respondido la pregunta de si está dispuesto o no a transitar la paz, o si por el contrario concibe este proceso como una oportunidad para su fortalecimiento militar”, dice el texto.
En el escrito, la delegación añade: “No es cierto que el Acuerdo 28 (el primer punto de la agenda de paz que cerraron en mayo) no haya sido firmado por la totalidad de la Delegación del Gobierno”.
También desmiente que no exista una resolución presidencial que reconozca “de manera explícita” el carácter político de la guerrilla y su condición de “organización armada rebelde”. Además, aclara que considera que el grupo armado no ha respondido si está dispuesto a construir “el camino de las transformaciones sociales” que se acordaron en el acuerdo firmado hace dos meses.
La delegación, por ende, deja en manos de la guerrilla la decisión de seguir “construyendo acuerdos” con el Gobierno. Sin embargo, advierte: “Llegó el momento en que el ELN le aclare a la sociedad colombiana y a la comunidad internacional si tiene o no un inequívoco propósito de llegar a la paz”.
También espera que la guerrilla decida si quiere “descongelar los trabajos de la mesa de diálogos” y renovar el cese el fuego monitoreado y verificado en aras de la construcción de la paz. “Para construir este camino se requieren dos. Seguimos a la espera de que el ELN decida hacer lo propio”.
El texto del Gobierno es una respuesta a un comunicado que emitió el ELN este mismo viernes por la mañana en el que enumera supuestos incumplimientos del Gobierno en las negociaciones, y acusa al presidente Gustavo Petro de cometer un “acto de perfidia”, por presuntamente permitir el envío de agentes de inteligencia militar al departamento de Nariño para desplegar un “proceso de desmovilización contra el Acuerdo de México”.
Además, la guerrilla señala al Ejército de “hundir” el proceso de paz con “numerosos actos de guerra” que, según el grupo armado, demuestran su objetivo de perseguirla y eliminarla. “¿Qué sentido tiene que desde el Gobierno llamen al ELN a firmar nuevos acuerdos si no cumplen los anteriores?”, se preguntan.
El nuevo desencuentro entre el Gobierno y el ELN, que han pasado ya por varias situaciones tensas a lo largo de los diálogos de paz, ocurre tres días después de que la guerrilla, que había renunciado a secuestrar, fuera señalada de raptar a al menos 18 personas en Arauca, departamento fronterizo con Venezuela en el que ese grupo armado ejerce un gran control territorial desde hace años. Según la ONU, entre los plagiados hay cinco menores de edad.
Este viernes, la guerrilla negó su responsabilidad en el secuestro. Además, coincide con el caso de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), cuyo exdirector Olmedo López aseguró ante la justicia que intentó conseguir dinero a través de la entidad para salvar las negociaciones de paz. Las acusaciones han sido desmentidas por el Gobierno nacional.