Si bien es cierto algunos valores son universales, pero otros son propios de cada cultura, quizá los más importantes son el respeto a la vida del otro, el respeto a las personas mayores, el respeto a la familia.
Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ Por estos días los medios y las redes dieron gran despliegue porque una rectora de un colegio, prohibió celulares, piercing, cabellos teñidos, lo que era norma ayer, hoy es una noticia, en mi época de primaria si llevaba un yoyo me lo decomisaban y en la secundaria escasamente un balón o una raqueta de ping pong para jugar al descanso, hoy es norma que un alumno grite, amenace y hasta golpee un profesor, eso sería noticia y reproche en el pasado.
Vayamos a lo que está pasando en nuestra sociedad, y más exactamente en nuestro país, en nuestras ciudades, la descomposición social, los conflictos familiares, los vicios, las mismas crisis económicas han hecho mella en este asunto, lo cierto del caso es que, cada día que pasa, hay menos respeto por los valores, debemos entender que no todos tenemos los mismos valores o no les damos la misma importancia, lo que si es cierto es que los valores positivos nos benefician y mejoran nuestro entorno social, al promover un marco de respeto a los demás.
Los hechos de violencia que alteran la convivencia social, están en la pérdida de valores éticos, debemos tener en cuenta que estos le dan sentido al comportamiento de las personas, en gran parte esa pérdida de valores se da por la falta de autoridad.
Si bien es cierto algunos valores son universales, pero otros son propios de cada cultura, quizá los más importantes son el respeto a la vida del otro, el respeto a las personas mayores, el respeto a la familia.
Me puedo equivocar, pero pregunto, ¿qué paso desde 1983 hasta 2018? en esta época podemos asociar el modelo económico, el modelo socio cultural, pasamos de una economía mixta, con un estado social, a una de mercado bajo los postulados neoliberales y en estos años nacieron dos generaciones en las que se aprecian cambios asociados con los valores.
Pasamos de las prácticas de comunidad o sociabilidad a los individualistas, centrados más en la persona lo cual va ligado con la ideología del neoliberalismo, cuyos valores se basan en el individualismo, la competencia, el consumo ilimitado, la excelencia como un atributo personal o privado, el prestigio personal y el dinero.
Este desplazamiento al individualismo ha hecho que predomine la figura del yo, lo que se denomina el desbordamiento del narcisismo dejando atrás lo que predominaba que eran la familia, la escuela, el respeto, las Iglesias y los medios.
Los valores asociados a la familia cambiaron con la generación de los millenians porque, en primer lugar, la composición social ha experimentado variaciones sustanciales vemos un gran número de familias monoparentales y otros porcentajes representan tipos de familias diferentes a la tradicional, también las redes socio digitales se han convertido en una de las principales fuentes generadoras y reproductoras de valores, los cuales son de acuerdo a quien las emita.
Antes era fundamental el respeto a la familia y la obediencia a la autoridad, al romperse este esquema hubo una ruptura con esas ideas, y dejamos de ver a la familia como un ente de respeto, lo cual es grave toda vez que de allí parte la formación de todo ser humano.
Si pasamos al campo de la autoridad política, se presenta otra perdida dado que esta llego a los máximos de desprestigio, hoy en día mas del 80% de la población no cree, ni tiene interés en ella porque aseguran que los políticos son deshonestos y corruptos.
Que esperanza puede haber en este campo si los jóvenes no ven en la política una fórmula de convivencia ni de solución de los problemas, al existir este rechazo a la política podemos concluir que la agresión surge en razón de que la mediación (la política) se redujo a su mínima expresión, en buena medida, la violencia es generada por la falta de mediadores institucionales, recordemos que la convivencialidad es el objetivo de la política, porque se da a partir de mediaciones institucionales sostenidas en valores, y si no hay credibilidad pues éstas se diluyen y los valores se transforman y dicha convivencialidad se pone en riesgo.
En cuanto a la convivencia social, esta se trastocó, pasamos a un régimen de competencia, el otro no es un amigo, sino un adversario, un ente sobre el cual hay que pasar por encima para obtener un lugar.
La invitación pues es a rescatar esos valores o por lo menos los más importantes, hacerlo desde la familia y las instituciones educativas en:
Unidad: Si logramos conseguir una atmósfera en la que los hombres podamos trabajar juntos en armonía manteniendo su diversidad, recordemos que la unidad es una necesidad humana de pertenencia, de formar parte de un todo unificado.
Tolerancia: Este valor es muy importante de llevarlo a cabo desde la escuela y debido a la variedad de culturas que existen y a la necesidad del respeto por el otro
Responsabilidad: Es entendido como el cumplimiento de las obligaciones o cuidado al hacer o decidir algo, las personas responsables trabajan en colaboración entre ellas y no se debe ver como una carga sino todo lo contrario.
Respeto: Para mí el respeto es uno de los valores más importantes a través del cual se puede conseguir trabajar el resto de los valores, es el reconocimiento de que algo o alguien tiene valor, se puede definir como la base del sustento de la moral y de la ética.
Paz: Para conseguir este valor es necesaria la consecución de los anteriormente nombrados, todos es tos valores deben ser el tema principal o en los que se sustente nuestro actuar.
Honestidad: Respeto a la conducta moral y social, cuando una persona es honesta reconoce lo que está bien y es apropiado para sí misma, sin hipocresía ni dobleces, una característica de las personas honestas es la claridad, la transparencia que da ejemplo a los demás.
Cooperación: Es entendida como la colaboración con otro u otros para un mismo fin, el objetivo es el beneficio mutuo en las interrelaciones humanas; se fundamenta en el principio del respeto mutuo.
Amor: Conjunto de sentimientos que ligan una persona a otra, el amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio ser.
Por último, que la imagen de la familia sea un ejemplo que nos haga entender que todos nosotros, dentro de toda comunidad somos miembros de la gran familia humana, esto significa que pertenecemos a una organización que sabe cómo enfrentarse a las dificultades, cómo superar las aparentes divisiones y cómo vencer los antagonismos, porque está dirigida por una fuerza más poderosa que cualquier otra, la fuerza del amor, que es, finalmente, la razón de ser de la familia.
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*Profesional en Mercadeo
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