La cumbre que se está llevando a cabo en Glasgow y que reúne a los líderes más importantes del globo ha sido objeto de las miradas mundiales. Pese a haber terminado el tiempo estipulado, las negociaciones se prolongaron a este sábado sin que aún existan definiciones concretas, sino más bien aproximaciones.
La COP26, que debía terminar el viernes 12 de noviembre, se alargó debido a la falta de consenso sobre los pasos a seguir. Este sábado, la presidencia de la cumbre presentó un nuevo borrador con el fin de definir de una vez qué harán con una de las problemáticas más trascendentes del momento.
Los analistas en el tema manifiestan que este nuevo artículo no brinda garantías ni grandes novedades, que aún restan cabos por resolver para lograr un consenso y que los negociadores deberán seguir trabajando en algunos puntos.
En este documento, se insta a los países más poderosos a cumplir sus compromisos sobre la financiación a los territorios menos desarrollados para alcanzar la adaptación climática. En detalle, exige “al menos doblar” los convenios económicos antes de 2025, con respecto a los niveles de 2019.
Esta ha sido una de las principales aristas que se han tratado a lo largo de las sesiones y reuniones de la conferencia y que ha demorado el acuerdo definitivo para dar por finalizada la cumbre.
Otro de los asuntos problemáticos es la eliminación de los hidrocarburos, algo que aparecía en los textos del miércoles, pero que luego fueron suavizados considerablemente el pasado viernes y que beneficia a países petroleros y contaminantes como Arabia Saudita.
El borrador dado a conocer este sábado mantiene la intención de acelerar la eliminación del carbón y de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles e indica que, con los objetivos trazados hasta aquí para la reducción de emisiones, la temperatura subirá 13,7% en 2030, respecto a 2010.
Junto con el reconocimiento explícito de la necesidad de apurar el fin de las subvenciones a los hidrocarburos, ahora también se admite que es menester apoyar una transición justa en este rubro, algo que no cayó bien en los ambientalistas.
Alok Sharma, presidente de la COP26, en el nuevo escrito les pide a las partes que “revisen y refuercen” los objetivos que trazaron para aminorar la cantidad de emisiones en los próximos diez años para alinearlos detrás de la consigna de temperaturas estipuladas en el Acuerdo de París, comprendiendo cada circunstancia particular de las naciones.
Por otro lado, un punto de conflicto extra es el referido a “daños y pérdidas”, que está relacionado con la compensación a los países desfavorecidos por catástrofes climáticas que ellos no han contribuido a provocar. En ese aspecto, el borrador apunta a un “mecanismo de diálogo” para abordar cómo serán las ayudas económicas.