Por: Roberto Aponte/ Tras una extenuante caminata en bosques o potreros es necesario tomar un respiro e hidratarse. Lo usual es cargar con agua o recurrir a una mandarina, aunque a veces en aquellos senderos se divisan guayabas o mangos y el consumo de la fruta ayuda a hacer ameno el trayecto.
Uno de los frutos que pueden encontrarse en zonas tropicales es el jobo, el cual brota en grandes cantidades y puede tomarse de las ramas bajas del árbol. Esta es una adecuada alternativa para refrescarse en un paseo.
Spondias Mombin el cual es conocido como hobo, jobo o yuplón es una planta proveniente de América tropical perteneciente a la familia Anacardiaceae, en esta se encuentran otras plantas como el caracolí o el mango.

Por lo general no suele cultivarse mucho por lo que es más común observar plantas que han germinado debido a la dispersión de semillas. Prospera en bajas altitudes, ambientes con suficiente lluvia y en clima cálido. El tronco tiene una corteza grisácea y el diámetro puede alcanzar hasta cuarenta centímetros.
Los árboles por lo general crecen hasta veinticinco metros, a pesar de su enorme tamaño los frutos son bastante pequeños estos tienen una cascara delgada que cubre una pulpa naranja, dentro de esta se encuentra una sola semilla áspera similar al hueso de una ciruela.
La fruta posee una pulpa delgada por lo que suele chuparse sumado a que tiene un sabor ácido y es bastante refrescante, ideal para consumir tras un largo paseo en una finca, con esta pueden fabricarse jugos, licores, gelatinas, helados, salsas o postres. Ha sido ampliamente aprovechada en América tropical, su lugar de origen, junto con otros frutos del género Spondias.
El consumo es bastante común en los llanos orientales, donde además de alimentar a las personas también es comido por el ganado y animales salvajes como los pecarís. Los árboles desprenden un fuerte aroma cuando se encuentran cargado de muchos frutos. En cuanto a su valor nutricional aquellas capsulas naranjas poseen vitamina A y C.
La importancia ecológica de este árbol consiste en ser despensa de alimento para los animales del bosque, de esta forma las semillas son dispersadas por monos, aves y murciélagos, también por venados que comen los frutos que caen al piso. Los árboles pueden crecer en varios ambientes incluso en suelos rocosos y mal drenados.
Debido a su adaptabilidad este árbol es una excelente alternativa para reducir la erosión reteniendo el suelo con sus raíces y sirviendo como barrera cortavientos, su amplia copa adornada de puntos naranjas o de flores blancas lo convierte en un árbol de uso ornamental además de que aporta bastante sombra, por esta misma razón es una buena alternativa para aportar sombra en los cultivos de café.
La infusión de las hojas tiene usos medicinales, también la decocción de la corteza tiene propiedades cicatrizantes, hemostáticas, astringentes y es utilizada para tratar problemas digestivos. Los muzos, una tribu que habitó el altiplano cundiboyacense, preparaban una decocción con las hojas y cogollos para curar las inflamaciones. La ceniza mezclada con cebo de res es utilizada para fabricar jabón artesanal. Los frutos pueden usarse para tratar inflamaciones de la piel y las encías.
Otras plantas de la familia Spondias también presentan frutos pequeños caracterizados por tener semillas similares a huesos de ciruelas en algunos lugares también se les da el nombre de jobos, aunque estos se diferencian por tener un sabor más dulce, entre esas plantas se encuentra la, ciruela mexicana (Spondias purpurea) además de compartir algunas propiedades medicinales también se añade el hecho de que la raíz es usada para tratar infecciones.
De esta forma conocemos las propiedades que nos ofrece este singular fruto, esta pequeña esfera naranja de sabor acido, que brota de un enorme árbol que nos cobija con su sombra, dando un paradero ameno a nuestro recorrido.
*Ingeniero Ambiental y escritor
Twitter: @robustories