Perseverancia de 75 años recompensada

Por: Sandra Patricia Maldonado Leal/ Desde su fundación en 1949, el Atlético Bucaramanga ha enfrentado numerosos desafíos tanto en el ámbito deportivo como en el administrativo. A lo largo de las décadas, el equipo ha experimentado ascensos y descensos, pero ha mantenido un espíritu de lucha inquebrantable. Esta persistencia ha sido una constante, a pesar de los altibajos que caracterizan la vida de cualquier club deportivo, es un hito que marca la culminación de décadas de perseverancia, lucha y esperanza de una hinchada que ha apoyado incansablemente a su equipo a través de buenos y malos momentos.

Este histórico avance no es solo un reconocimiento a los jugadores actuales, sino también a todos aquellos que han vestido la camiseta amarilla y verde a través de año tras año, convocatoria tras convocatoria, ilusión tras ilusión. Es un momento que encapsula la esperanza y los sueños de generaciones de hinchas y aficionados. y los seguidores del Atlético Bucaramanga no son una excepción. Durante más de siete décadas, estos aficionados han llenado las gradas del Estadio Alfonso López, apoyando al equipo en cada partido, sin importar los resultados. Su pasión y lealtad han sido fundamentales para mantener vivo el sueño de alcanzar la gloria.

Pero la Fe Inquebrantable de los hinchas, hoy es la verdadera fuerza hecha realidad, detrás de cualquier equipo de fútbol. Nos esperan dos partidos. El enfrentamiento contra Independiente Santa Fe en la final será un duelo épico. Santa Fe, con su rica historia y múltiples títulos, será un adversario tremendo, pero no imposible. Sin embargo, el Atlético Bucaramanga llega con el respaldo de una ciudad entera y la ilusión de sus hinchas, listos para darlo todo en el campo. Este partido no sólo es una oportunidad para ganar un título; es una oportunidad para escribir un nuevo capítulo en la historia del club Atlético Bucaramanga.

La promesa, el sueño, la frase tan anhelada de “Rumbo a la Libertadores”, que nace como réplica de un humorista santandereano “José Ordoñez Jr.”, será la posibilidad de ser realidad al clasificar a tan anhelada Copa. Es un sueño que ha alimentado a los hinchas del Atlético Bucaramanga por décadas. Y la esperanza es lo último que se pierde.

Este torneo no sólo es una vitrina para los mejores clubes del continente, sino también una oportunidad para mostrar el talento y la pasión del fútbol colombiano en una plataforma internacional. Para los jugadores, cuerpo técnico y, sobre todo, para los hinchas, la clasificación a la Libertadores sería la culminación de años de esfuerzo y dedicación.

El Atlético Bucaramanga está en la cúspide de un logro que ha sido 75 años en la fabricación. Este momento histórico es un testimonio de la perseverancia, la pasión y la dedicación de todos aquellos que han sido parte del club a lo largo de los años. Mientras los hinchas se preparan para apoyar a su equipo en la final contra Santa Fe, la ciudad de Bucaramanga se llena de esperanza y orgullo, lista para celebrar lo que ya es un hito en la historia del club.

Llegar a la final es un logro monumental y la posibilidad de salir campeones es una emoción que todos los hinchas del Bucaramanga comparten. Sin embargo, es crucial mantener la compostura y evitar cualquier comportamiento que pueda empañar este logro histórico.

La celebración debe ser un reflejo de la grandeza y la pasión del equipo, no una ocasión para la violencia o el desorden. Independientemente del resultado, es vital que la hinchada celebre con respeto y dignidad, demostrando al país y al mundo la nobleza de ser un verdadero seguidor del Atlético Bucaramanga.

El éxito reciente del Bucaramanga no es casualidad. La administración deportiva ha jugado un papel crucial en la transformación del equipo. La contratación de jugadores talentosos y la capacidad de retenerlos después de cada torneo son esenciales para construir un equipo sólido y consistente.

La venta rápida de jugadores clave puede desmantelar un proyecto prometedor, por lo que es fundamental que la directiva del club mantenga el núcleo del equipo y trabaje en fortalecerlo de cara al futuro.

Pero indiscutiblemente el papel del entrenador Rafael Dudamel ha sido una figura fundamental en este histórico viaje. Su liderazgo, visión táctica y capacidad para motivar a los jugadores han sido decisivos para llevar al equipo a la final. Dudamel no sólo ha demostrado ser un estratega brillante, sino también un gestor de talento capaz de sacar lo mejor de cada jugador. Su influencia en el amado Leopardo ha sido innegable y su legado en el Atlético Bucaramanga ya es histórico.

Tan sólo queda es hacer una invitación a disfrutar de los dos encuentros finales. Que el enfrentamiento contra Santa Fe sea una oportunidad para que todos los aficionados del fútbol disfruten de un espectáculo de alta calidad. Más allá de los colores y las camisetas, el fútbol es una fiesta que une a las personas. Independientemente de si el campeón es Bucaramanga o Santa Fe, lo importante es celebrar el deporte, la competencia sana y la pasión que nos une a todos.

El llamado es a disfrutar del partido, a vivir cada momento con intensidad y alegría, y a respetar tanto a los rivales como a los propios. Este es un momento para recordar, una celebración del fútbol y de la perseverancia. Así que, hinchas del Atlético Bucaramanga, celebremos con responsabilidad y respeto, y mostremos al mundo lo que significa ser un verdadero aficionado del «Leopardo»… ¡El gran campeón 2024!

Mostremos que tanto sabemos disfrutar y respetar un triunfo, el de una tan anhelada y meritoria estrella. Y recuerden entrenador y jugadores que, quien pisa tierra santandereana, es santandereano. Así que ni un paso atrás, siempre adelante. Rumbo a la Libertadores.

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*Administradora de empresas, especialista en Gerencia de Mercadeo, especialista en Docencia Universitaria, magister en Gestión Pública y de Gobierno, candidata a Doctora en Administración Gerencial.

(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).