En esta ocasión, se debatirá la posibilidad de realizar una asamblea constituyente. Entre tanto, las manifestaciones siguen y este 1 de febrero miles de ciudadanos marcharon por las calles de Lima exigiendo la dimisión del Gobierno y la disolución del Parlamento.
El impase en el Congreso peruano continúa. Este 1 de febrero, una vez más, los legisladores rechazaron la posibilidad de realizar elecciones generales en diciembre de este año. Minutos después aceptaron debatir un nuevo texto.
El nuevo proyecto fue presentado, esta vez, por el partido marxista Perú Libre. La nueva iniciativa pretende abarcar una de las demandas fundamentales que los peruanos han venido pidiendo en las calles: la realización de una asamblea constituyente para la redacción de una nueva Carta Magna.
“Han escuchado las calles”, aseguró el congresista del partido Perú Libre, Jaime Quito. Y añadió que el país debe darle a la ciudadanía la oportunidad de elegir si desean cambiar su Constitución.
Tras un tenso cierre de la sesión parlamentaria, en medio de gritos y demandas de múltiples congresistas, Perú deberá esperar una nueva votación el jueves que comenzará a las 10 de la mañana (hora local) y que necesitaría 87 votos para ser aprobada.
Un Congreso sumamente polarizado
El resultado de este miércoles evidencia un Congreso profundamente fragmentado y con enormes desacuerdos. El proyecto presentado por Hernando Guerra, presidente de la Comisión de Constitución y diputado del partido de tendencia fujimorista Fuerza Popular, no prosperó debido a diversos pedidos provenientes de parlamentarios de diferentes ideologías.
Entre los congresistas, 54 apoyaron la idea de adelantar las elecciones, 68 votaron en contra y 2 se abstuvieron. Es la segunda vez que el Legislativo rechaza el adelanto de los comicios en menos de una semana.
Partidos ultraconservadores como Renovación Popular se opusieron en unísono al texto. Mientras que partidos izquierdistas criticaron fuertemente que no contemplara una asamblea constituyente.
El texto contemplaba que el nuevo presidente asumiría el cargo en mayo de 2024 y terminaría su mandato el 28 de julio.
Las advertencias de la presidenta Boluarte
La presidenta, Dina Boluarte, ha pedido reiteradamente al Congreso adelantar las elecciones, como una forma de calmar la crisis después de que su antecesor, Pedro Castillo, fuera destituido y ella asumiera el liderazgo del país, de acuerdo a la Constitución.
Boluarte había asegurado el domingo que si el Congreso no aprobaba el adelanto de elecciones generales, enviaría dos proyectos para asegurar que los comicios se celebren este 2023 y también para poder reformar la Constitución.
La primera propuesta buscaba una reforma constitucional para que las elecciones se llevaran a cabo a finales de este año. En octubre se realizaría la primera vuelta y en diciembre la segunda. Una propuesta que según el portal Perú Legal tendría poca viabilidad debido a que “una ley no puede modificar el período Legislativo y Ejecutivo. Eso se hace mediante reforma constitucional”.
La segunda propuesta buscaría que el próximo Congreso designe a la comisión encargada de una reforma total de la Constitución de 1993. Una propuesta desde el Ejecutivo que también ha sido cuestionada.
Manifestaciones no se detienen en Perú
Desde las calles de Perú siguen llegando reclamos en contra de la presidenta Dina Boluarte y demandando la liberación del exmandatario, Pedro Castillo.
Las manifestaciones comenzaron hace casi dos meses y han sido duramente reprimidas por la Policía del país. Al menos 58 personas han muerto en las protestas.
Este miércoles se vivió una nueva jornada de manifestaciones en el centro de Lima, la capital, y también más al sur en ciudades como Cuzco y Puno. Además, cerca de 80 vías seguían bloqueadas.
La Defensoría de Perú denunció el discurso “racista” contra múltiples indígenas que se han unido a las protestas.
“Condenamos todo trato degradante o discurso racista contra personas indígenas que ejercen su #DerechoALaProtesta. Frases de este tipo solo incrementan la confrontación violenta entre peruanas/os”, aseguró el organismo en su cuenta de Twitter.
Entre los manifestantes hay otro punto en común: la desconfianza en el Congreso. Según unas encuestas citadas por Reuters, cuenta solo con 7% de aprobación.