Por: Roberto Aponte/ Oh, la armonía social, un concepto fascinante con el que quiero recalcar como nuestra naturaleza social de seres humanos, criaturas que ahora tenemos la mayor responsabilidad con nuestro mundo es lo que nos garantiza tener un ambiente adecuado haciendo más amena nuestra existencia. No obstante, la armonía es un concepto ambicioso y llegar a ella es complicado, sobre todo teniendo en cuenta que ahora como individuos buscamos seguridad, ya podemos resguardarnos mayoritariamente de las inclemencias de la naturaleza, aunque ahora nuestro mayor enemigo termina siendo otros humanos. Para controlar a los individuos peligrosos existen las leyes y para hacerlas cumplir es necesario tener agentes, cuya principal función es una sola, generar confianza en el pueblo.
La fuerza pública llámese ejército, policía, escuadrón antidisturbios y similares, tienen responsabilidades bastante delicadas y su deber es honrar el uniforme que portan, para hacerlo no tienen que defender su institución con inclemencia, sino que esa protección deben enfocarla en los ciudadanos ya que son aquellos a quienes sirven, por esto mismo la reputación de estos entes dice mucho del país al que sirven y más en circunstancias como estas.
Me enfocaré más en la policía ya que su compromiso es más íntimo con la ciudadanía, por lo que proseguiré diciendo que esta institución debe mantenerse impecable, impoluta y de ser necesario recalcare en más adjetivos que realcen el compromiso del comportamiento ejemplar que deben mostrar aunque para lograrlo deben establecer una base estricta que lo garantice y si los malos comportamientos se presentan desde el fondo de la cadena de mando por procedimientos que atentan contra los derechos humanos, es necesario reformar la institución como se viene recalcando aunque claro sin olvidar la misión inicial, proteger a los ciudadanos de la delincuencia.
Mientras mayor sea el número y la contundencia de las fallas de la policía, sus repercusiones se sienten en la sociedad, por lo que una sociedad que duda de la policía como institución es un grave síntoma de un país funcionando de forma inadecuada.
Ya con una acentuada desconfianza, a las personas les queda depositar su fe en algo que los represente, podría decir que en sí mismos, pero el sentido de justicia y buscar lo correcto, nos impulsa a luchar por una causa, a veces enfocándonos en el objetivo, pero en otras ocasiones con la concepción de enfrentar a un enemigo.
La fuerza pública y las autoridades no son percibidas como un adecuado mediador, para algunos, los dirigentes no han tomado las riendas de la situación permitiendo a los vándalos hacer de las suyas, para otros la policía y el escuadrón antidisturbios son mecanismos que reprimen la protesta social debido a los casos de exceso de fuerza y abusos que han cometido, y esos mismos abusos son los que han acentuado la inestabilidad en el país en vez de contener la situación.
El miedo y la desconfianza se acentúa en los ciudadanos a causa de aquellos trúhanes que manchan la reputación del uniforme que portan y por estos, toda la institución en general es percibida como enemigo del pueblo, un enemigo que hay que buscar hacer caer.
Con un sistema judicial que muchas veces deja insatisfechos a los ciudadanos, lo más usual es dejar volar los ideales de nuestra mente, sacar a flote la indignación y soñar con una Colombia justa. Esto muchas veces se queda en pensamientos o palabras.
Desde el punto de vista individual simplemente tenemos una visión corta aferrada en sentimentalismos, nuestro deseo de apelar por lo que consideramos correcto nos impulsa, pero a veces también puede cegarnos, a fin de cuentas, la idea de las protestar es manifestarnos para ser escuchados y negociar, es válido intentarlo y dar ejemplo, esto resulta ser significativo y realza su mensaje cuando se presentan casos de represión.
Como estipula este medio esta es solo mi opinión y expreso que considero la policía necesaria, como institución la policía colombiana ha cometido graves errores y necesita reformarse, pero recalco que es necesaria, mientras tenemos buenos deseos, ellos son hombres de acción, algunos de ellos escogieron su labor por que en verdad si quieren proteger a los demás y muchos ahora sufren incertidumbre no solo por sufrir ataques de la ciudadanía sino también por verse forzados a tomar decisiones con las que seguramente no están de acuerdo. Una sociedad necesita quien establezca el orden, por más terribles que sean los errores de la fuerza pública, es necesario recordar que, la responsabilidad recae en el individuo o la institución nacional, la policía como concepto no debe ser estigmatizado.
Cuando la situación es complicada muchas veces nuestra seguridad depende de nosotros mismo, pero lo ideal es que los servidores de la ciudadanía cumplan bien su trabajo y lo cierto es que existen policías que si están cumpliendo con el objetivo de proteger a las personas.
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*Ingeniero Ambiental y escritor
Twitter: @robustories