Almaty, la ciudad más grande de Kazajistán, se encuentra bajo fuertes escenas de violencia; entre ellas la irrupción de alrededor de 1.000 manifestantes a la sede de la Alcaldía.
El jefe de la Policía, Kanat Taimerdenov, informó que el Ejército y unidades de la Guardia Nacional se unieron a las operaciones de seguridad ante lo que describió como “extremistas radicales” atacando distintos puntos de la ciudad.
Las autoridades señalaron que los agresores golpearon a unos 500 civiles y saquearon decenas de negocios.
Una de las escenas más violentas ocurrió cuando decenas de personas con garrotes y escudos atravesaron las barricadas policiales de metal y entraron a la oficina del alcalde, como mostraron imágenes de la televisión local.
Al interior del edificio se registraron incendios y una intensa nube de humo, mientras los manifestantes mantienen el cerco de la sede gubernamental entre gritos de «¡Adelante, Kazajistán!».
La intensa violencia forzó a los uniformados a replegarse en las calles aledañas a la sede del Gobierno. A varios de ellos les despojaron de sus escudos y chalecos antibalas.
Asimismo, la sede de la Fiscalía y vehículos tanto policiales como privados arden en llamas, según fuentes locales.
El jefe de redacción del sitio web fact checking ‘Adil Dzhalilov’, afirmó que se trata de disturbios organizados en los que participan numerosos jóvenes armados.
En otras ciudades del país también se han presentado disturbios en las últimas horas. En Aktobe, en el oeste del país, los manifestantes también irrumpieron en la sede administrativa local, asediada por más de un millar de personas, según reportó la prensa local.
Cae el Gobierno tras las intensas protestas
Los dispersos actos violentos de este miércoles se produjeron poco después de que dimitiera el Gobierno del país, luego de que se desataran las manifestaciones por el aumento en el precio del combustible en la nación rica en petróleo.
El presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, aceptó la dimisión de su gabinete y nombró a Alikhan Smailov como primer ministro interino, según confirmó la oficina del mandatario.
El pasado 1 de enero, los precios del gas licuado de petróleo (GLP), utilizado en muchos vehículos en el país, debido a que su costo se mantenía más bajo que la gasolina, casi se duplicaron cuando el Gobierno decidió dejar de controlar sus precios.
La medida ha provocado repetidas revueltas tanto en Almaty como en la capital Astaná y otros lugares.
En un intento por frenar el masivo descontento, Tokáyev ordenó la regulación estatal de precios de los productos de primera necesidad, incluidos el gas licuado, la gasolina y el diesel, por un plazo de 180 días.
Además, impuso un techo al alza de los precios de los servicios comunales por el mismo plazo y planteó la posibilidad de subsidiar los alquileres de viviendas para los sectores más vulnerables de la población.
Pero esas medidas no lograron frenar la ira de cientos de personas que se tomaron las calles.
Declaran estado de emergencia
Ante este panorama, el presidente decretó un estado de emergencia en la capital, Astaná, este 5 de enero.
No obstante, y justamente ante las violentas protestas de los últimos días, el mandatario ya había activado la medida excepcional para Almaty, antigua capital kazaja, las áreas circundantes y la provincia occidental de Mangistau.
Estas medidas estarán en vigor hasta al menos el próximo 19 de enero, mientras la prensa local reporta que los manifestantes exigen reunirse con el jefe de Estado.
