Por: Laura María Jaimes Muñoz/ ¿En qué medida se conoce a sí mismo? Difícil pregunta, si cuando en ocasiones ni nosotros mismos nos entendemos y más aún cuando tenemos que afrontar momentos difíciles en nuestro ser que con dificultad en muy pocas ocasiones pensamos en abordar directamente la esencia de lo que somos como seres humanos; en el contexto y en la cotidianidad escuchamos a algunas personas decir a viva voz que somos únicos e irrepetibles, y esto se dice porque poseemos característica de personalidad que nos distingue, que nos hacen diferentes y por lo tanto hablamos de “personalidad” o “carácter”.
La realidad es que los problemas de salud mental han aumentado de manera angustiante, ejemplo se evidencian patologías asociadas a problemas existenciales, comunes hoy en día con la crisis económica que afronta el país y que cada día preocupa más a las familias en general, pues está en riesgo el bienestar común, por un lado el gobierno intranquiliza más a sus habitantes con cada problema que al fin y al cabo los únicos que llevan las consecuencias siempre son las personas con menos recursos, que ya ni siquiera se podría decirse que estaría afectada la clase media, pues creo que esta categoría está desapareciendo, porque un gran porcentaje de los que “supuestamente son de clase media” están sobreviviendo, pero según el gobierno si ganas un mínimo, tienes tv, nevera y un piso de cemento, felicitaciones ¡Eres de clase media! ¡Qué ironía!
El tema es más complejo, los trastornos entre ellos, el trastorno de ansiedad generalizada, cuando se padece irresponsablemente se dice que se “supera fácilmente”, sin hablar de las depresiones mayores o menores que sin habilidades de afrontamiento suelen ser muy difíciles de superar y entre otras.
En salud mental es “normal” encontrarnos con todo tipo de patologías que pueden provenir de la personalidad, y es entonces cuando sin pensar se pueden lanzar diagnósticos que popularmente se expresan cuando se evidencias cambios de comportamiento, manifestando por ejemplo: “Eres bipolar” o en casos extremos “psicópata”, “estas poseído”, “es una brujería” estas manifestaciones alarmantes para quien tiene la academia y conoce realmente las enfermedades de salud mental, que no van relacionados con ningún tipo de “brujerías” y que para muchos pueden ser fáciles de pronunciar, es preocupante.
Pero lo cierto y el trasfondo de un cambio de comportamiento que no se había observado en las personas que conocemos o que nos rodean ¡Es una alarma real! Ya que si alguien a mi alrededor verbaliza “que se quiere morir” o peor aún “que los va matar a todos” u otras manifestaciones que nos pueden perturbar, por lo general no se les brinda la atención requerida y ligeramente es mejor pensar que “está loco…” o “está molestando…” con una confianza interna que no va a pasar nada continuando su vida normal, lo cual es realmente “peligroso”.
Pero pregunto, ¿qué es la personalidad? ¿Por qué es tan importante? La personalidad se define como “un patrón complejo de características psicológicas profundamente enraizadas, que se expresan de forma automática en casi todas las áreas de la actividad psicológica, es decir, configura la constelación completa de la persona”, el cual puede confundirse con el temperamento y el carácter. En resumen, el carácter se refiere a las características adquiridas durante nuestro crecimiento correlacionado con las normas sociales y el temperamento depende es la disposición bilógica, escrito en el Manual Diagnóstico y Estadísticos de los trastornos mentales, DSM.
Alerta. Hay muchas campañas que hablan de la prevención y si, cuando observamos o sentimos cambios fisiológicos, hay llanto fácil, deseos de dejarlo todo y salir corriendo, desesperación, falta de sueño, de apetito o conductas regresivas, por ejemplo, en casos de menores de edad niños que no eran agresivos y ahora sí lo son y entre otros muchos ejemplos. Es mejor buscar ayuda profesional.
Los psicólogos brindan la atención requerida para darle un apoyo profesional a su patología, el psicólogo no es para “los locos”, existe un paradigma donde esta profesión produce miedo, es temerosa socialmente, cuestionada, ya que si te ven entrando al consultorio de psicología, podrías mostrar debilidad -cuando realmente es todo lo contrario- es actuar con inteligencia, es prevenir situaciones que pueden ser irreversibles, ejemplo cercano el caso del menor proveniente del municipio de San Gil que en su alrededor muchas personas sabían que estaba “mal”, pero nadie lo tomó en serio, ahora es una tragedia nacional que queda en las noticias por tres días máximo pero el daño que ha causado es para toda la vida, no solo a la familia de la víctima, sino también a su propia familia.
Actuemos a tiempo, docentes, padres de familia, comunidad en general, es lo que llamamos red apoyo, un minuto de atención, de escucha y un buen consejo a nuestros amigos, familiares o personas del entorno puede ser la solución de problemas que se han desencadenados por dificultades de vida cotidiana.
“El psicólogo no es para los locos, aunque todas las personas tenemos un poco de locura”.
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