El presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, dijo en entrevista a la periodista Lally Weymouth de The Washington Post, que su principal objetivo de gobierno es lograr “la paz para Colombia, lo cual significa más justicia social”, luego de que “tres generaciones han estado sumidas en la violencia durante 75 años”.
En el intermedio de las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente colombiano atendió a la periodista, a quien le afirmó que el plan de paz total incluye negociaciones con todos los grupos armados, incluyendo las FARC y el ELN.
“Con la derrota de las FARC y su negociación con el presidente Juan Manuel Santos, comenzó una nueva fase de violencia. Y esta violencia está relacionada exclusivamente con las drogas”, aseguró el presidente Petro. Frente al ELN, aseguró que “en este momento, ellos están negociando conmigo”.
Respecto a su pasado en la guerrilla, cuando se unió al M-19 en 1978, precisó que este era “un movimiento revolucionario insurgente” y recordó que, en esa época, el debate en América Latina de un cambio a través de la revolución armada o a través de las urnas terminó tras el derrocamiento del presidente Salvador Allende en Chile en 1973.
“En esa época, estábamos viviendo en un permanente estado de sitio. El presidente Allende había sido derrocado con la ayuda del Gobierno de Estados Unidos. Esto resolvió un debate en la izquierda de América Latina. Por un lado, tenías la Revolución Cubana y al Che Guevara, quienes propugnaban que el cambio sólo vendría de una revolución armada. La otra tesis es que era posible llevar a cabo los cambios a través de las elecciones. El derrocamiento de Allende acabó con ese debate. La convicción mayoritaria de casi toda la izquierda de América Latina fue que no había otra opción que tomar las armas”, relató el presidente Petro.
Sobre la situación actual de violencia en Colombia, el presidente Petro dijo que él cree que “Colombia ha podido, lenta y gradualmente, arrinconar la violencia en ciertas áreas, para lograr que la mayoría de su población pueda vivir en paz”.
Cultivos de coca y el problema de las drogas
El presidente de Colombia también habló en la entrevista sobre la preocupación por el aumento en los cultivos de coca y la forma como su Gobierno está abordando este asunto.
“Uno no debe confundir la hoja de coca con la cocaína. La hoja de coca es el cultivo del campesino. La guerra contra las drogas ha sido dirigida contra los campesinos cultivadores y no contra los grandes narcotraficantes que hoy ni siquiera son colombianos. El campesinado, debido a la ausencia de una reforma agraria en Colombia, se fue hacia las zonas altas, donde está la tierra fértil que le pertenece a los grandes terratenientes, quienes no estaban produciendo nada en esa tierra. Los campesinos de las regiones selváticas a duras penas sobrevivían”, dijo el presidente Petro.
Reconoció que “obviamente hay carteles del narcotráfico en Colombia” y que las FARC “cultivaban hoja de coca, lo cual es diferente”, pero también señaló que muchos de esos grandes terratenientes “eran amigos de los narcotraficantes”.
Sobre su solicitud a Estados Unidos para cambiar radicalmente el enfoque de la guerra antidrogas, el presidente Petro reiteró que esta “no ha sido efectiva” y que esto se debe, entre otras razones, a que Estados Unidos “confundió la guerra contra las drogas con la lucha contrainsurgente”.
Y agregó que “Estados Unidos ha dado un giro en su consumo de drogas ilícitas, de la marihuana y la cocaína al fentanilo, lo que puede causar la muerte a millones de personas en los próximos 50 años. Así que el resultado neto es una profunda derrota”.
Libertad de prensa
El presidente Petro fue categórico al afirmar que “ningún medio será cerrado ni ningún periodista será perseguido” durante su Gobierno, “como ha ocurrido en el pasado”.
“Los gobiernos colombianos en el pasado han cerrado varios medios de comunicación que fueron críticos de ellos. Yo no he cerrado ninguno. He corregido algunas preguntas que ustedes me hacen. Y los errores no son errores simples, sino esfuerzos para destruir a un gobierno democráticamente electo, a través de la calumnia”, dijo Petro.
Sobre sus desacuerdos con el empresariado colombiano, el presidente manifestó que “cuando uno busca la justicia social, aquellos que han tenido grandes privilegios no les gusta la justicia social”.
Insistió en que no es visto como un “izquierdista de línea dura” sino más bien como un “político de centro”, como fue presentado durante una conferencia en una universidad de Estados Unidos. Y que se considera a sí mismo como un “demócrata radical”.
Una economía descarbonizada
El presidente de Colombia volvió a referirse a una de las principales propuestas de su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas: una economía descarbonizada, menos dependiente de los combustibles fósiles.
“Nosotros queremos terminar con la dependencia de la economía colombiana de los combustibles fósiles y movernos lo más rápido posible a una economía descarbonizada. El mundo va a ver morir a la humanidad si se continúa explorando petróleo y carbón”, dijo Petro a The Washington Post.
Declaró que, aunque es consciente de que muchos de los ingresos actuales de Colombia provienen del petróleo, el gas y el carbón, “sería más peligroso continuar por ese camino”.
Por último, y consultado sobre el tema, aseveró que la situación legal de su hijo Nicolás Petro “está siendo investigada” y que, respecto a las acusaciones en contra de su hermano, Juan Fernando Petro, sobre acuerdos con expolíticos encarcelados para reducir sus sentencias, aseguró que “este es el tipo de calumnias que mencioné anteriormente”.
