Ayer lunes 9 de mayo se llevaron a cabo los comicios en Filipinas donde debía definirse al próximo binomio presidencial, junto a una docena de escaños en el Senado, en el Congreso y numerosos cargos provinciales y locales. Según arrojaron los resultados provisionales, Marcos Jr. se encamina a ser el nuevo presidente de la nación por un insalvable margen.
‘Bongbong’ Marcos, hijo del dictador fallecido Ferdinand Marcos, doblaría en votos a Leni Robledo, actual vicepresidenta y candidata oficialista, según marca el recuento no oficial de la Comisión Electoral (Comelec)
A sus 64 años, Marcos Jr. alcanzaría el 60% de los sufragios y se transformaría en el sucesor de Rodrigo Duterte como presidente por los próximos seis años en un mandato único. Además, lograría un hito inédito en Filipinas al ser el primer mandatario elegido en tres décadas por mayoría absoluta.
Si se materializa la abrumadora victoria, significará el retorno de la familia Marcos al poder más alto del país, luego de lo que fue el régimen dictatorial de Ferdinand Marcos.
Durante sus 21 años arraigado en el sillón presidencial, recibió acusaciones de despotismo y corrupción, 3.257 personas fueron ejecutadas de manera sumaria, otros miles fueron torturados y alrededor de 10.000 millones de dólares fueron desviados del erario público.
Finalmente, una revuelta popular pacífica en 1986 acabó con el ciclo de Marcos (que inició en 1965) y supuso el retorno a las sendas democráticas. El dictador y su familia debieron huir al exilio, para regresar en la década del 90.
Las encuestas que se difundieron a lo largo de la campaña electoral avizoraban un contundente triunfo de Marcos pese a los antecedentes opresores del padre. De ratificarse, tendrá su revancha sobre Robredo, quien lo superó por 200.000 votos en la vicepresidencia de 2016 y, además, fue aliado del movimiento que derrocó a Marcos Sr.
La campaña duró tres meses y se vio gravemente condicionada por operaciones de desinformación en las redes sociales y la numerosa cantidad de agresiones entre candidatos.
En tanto que Sara Duterte-Carpio, la hija del actual presidente, se presentó como la pareja para el tándem con Marcos para la presidencia y habría conquistado los comicios con una diferencia considerable.
La jornada electoral estuvo caracterizada por largas filas en los centros de votación y por problemas técnicos. Estaban habilitados para votar alrededor de 67 millones de filipinos, lo que generó que se debiera extender el cierre de las urnas por una hora más en la mayoría de las mesas.
Al momento de cierre previsto -19:00 hora local-, solamente el 21% de los colegios electorales habían finalizado por la importante afluencia de ciudadanos que aún estaban a la espera de depositar su sufragio.