Por: Jhon F Mieles/ En las últimas semanas ha llamado mucho la atención el Proyecto de Ley 097 de 2022, con autoría del Senador por el Partido Alianza Verde Jonathan Pulido, más conocido como Jota Pe Hernández, el cual busca reducir el salario de los congresistas a 25 salarios mínimos por medio de la eliminación de la Prima Especial de servicios.
Puntualmente, el proyecto de Hernández propone agregar un parágrafo al artículo 8 de la Ley 4 de 1992, en el que actualmente dice que el Gobierno deberá decidir la asignación mensual de los miembros del Congreso.
El parágrafo que propone añadir el senador dice que ese valor mensual solo podrá componerse de la asignación básica y gastos de representación. Este será de 25 salarios mínimos legales vigentes, es decir, 25 millones de pesos para el año en que entrara a regir la ley, si fuese aprobada tal cual.
Si bien dicha iniciativa le ha dado mucha popularidad a JP Hernández, la verdad es que se encontró con muchas dificultades jurídicas y con congresistas que no están dispuestos a bajarse su salario, lo que ha hecho que tenga que dar por finalizado temporalmente el proceso de recolección de apoyos y de las 160 firmas que esperaba (100 representantes y 60 senadores), solo obtuvo 115 (55 senadores y 60 representantes), números que por ahora son insuficientes para conseguir que el proyecto de ley sea aprobado.
Una de las promesas de campaña de muchos de los que recientemente fueron elegidos congresistas fue la de impulsar la reducción de los salarios de los legisladores como la Representante Catherine Juvinao quien ahora propone que dicha reducción aplique solo a partir de 2026 para evitar demandas por derechos adquiridos.
Este es un tema controversial en el país ya que el alto salario que devengan los congresistas siempre ha sido un motivo de indignación para los ciudadanos debido a la desproporcionada asignación que reciben los parlamentarios en comparación con muchos otros colombianos.
Actualmente, con el aumento decretado el pasado 4 de agosto por el saliente gobierno de Iván Duque, los senadores y representantes quedaron ganando cerca de 35 millones de pesos, es decir, 35 salarios mínimos a precios de hoy.
Hay que recalcar que la idea de bajarle el sueldo a los congresistas viene gestándose desde el año 1998 y hasta la fecha, se han hundido 18 proyectos de ley presentados por distintas fuerzas políticas que, mediante una fórmula u otra, han buscado reducir la generosa remuneración mensual que reciben los Honorables Senadores y Representantes a la Cámara.
Según explicó el senador del Pacto Histórico Gustavo Bolívar, generalmente los senadores y representantes se declaran impedidos cada vez que se discuten estos temas, al considerar que se está legislando en causa propia.
Adicionalmente, cuando los congresistas asumen su curul, según argumentan ellos mismos, tienen unos derechos adquiridos, protección que otorga la misma Corte Constitucional, por lo que bajarse el sueldo implicaría estar violando este derecho.
Justamente, con miras a encontrar fórmulas que permitan por fin tocar el salario de los congresistas, la Comisión Primera de la Cámara adelantó una mesa técnica en la que estuvieron connotados juristas y expertos en el tema, quienes entregaron sus conceptos.
Una de las primeras en entregar fórmulas fue la abogada laboralista Juliana Morad, quien considera que “no existen derechos absolutos en Colombia”, razón por la cual los derechos salariales de los congresistas se pueden limitar invocando el interés general. Sobre todo, si se tiene en cuenta que no se puede tocar el núcleo esencial de la protección, que es el que sí reciben como remuneración por su trabajo.
Otra alternativa fue la que planteó la bancada del Centro Democrático, que en vez de bajar de manera directa el salario de los congresistas, lo que plantea es que se establezca un artículo transitorio en la Constitución en el que se imponga un impuesto del 20 % de su remuneración mensual a todos los parlamentarios. Esto de entrada, implicaría que dejarían de recibir cerca de siete millones de pesos, con lo que su salario real se reduciría a cerca de 28 millones al mes.
Sin embargo, como la norma no modifica de base la remuneración de los parlamentarios, de todos modos, el Estado tendrá que desembolsar los 35 millones de pesos que devengan, así esto luego retorne como un impuesto.
De momento, la mejor manera de lograr una reducción de salario parece ser la de que cada congresista voluntariamente emita una carta a la administración del senado y renuncie a una parte de su asignación, sin embargo, muy pocos serían los que recurrirían a tal medida.
Aunque existen muchas barreras e impedimentos, el asunto de bajarle los sueldos a los congresistas se ha convertido en un afán de varios sectores para enviar un mensaje de cambio y renovación, frente a un poder Legislativo que es señalado por la ciudadanía de ser ajeno y corrupto.
Vamos a ver si Jota Pe y los demás congresistas que apoyan la iniciativa logran que en este periodo se logre una reducción del salario, ya que este parece ser un tema que parece no tener solución a corto plazo.
De momento, la mayoría de congresistas, incluso los que se hicieron elegir con las banderas del cambio, están recurriendo a artilugios jurídicos para dilatar el proceso y que todo continúe como esta hasta el momento y volver a tocar este tema dentro de 4 años para hacer política y continuar engañando al pueblo.
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*Escritor, agroforestal y político local.
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