Por: Fray Andrés Julián Herrera Porras, O.P/ Cuando un niño rompe un vidrio fácilmente se excusa diciendo que fue otra persona, un tercero, que no fue él. De la misma manera, muchas veces, cuando vamos por la calle y por cualquier circunstancia dejamos de obedecer una señal de tránsito u omitimos los mínimos de urbanidad, solemos excusarnos con la frase típica de: «todos hacen lo mismo», nos sacudimos y pensamos que no solo somos nosotros y que, por eso, podemos hacerlo, todas estas excusas constantes nos llevan a un círculo vicioso que parece nunca acabar. Sin embargo, esta cultura de la excusa es mucho más peligrosa cuando un gobierno se suma a la misma, cuando los mandatarios se excusan en que el gobierno anterior hacía cosas peores o cuando culpan a terceros de temas de los cuales tienen una responsabilidad directa.
El tema de las sábanas y los televisores comprados por la presidencia, los nombramientos de personas no idóneas, entre otros escándalos recientes del gobierno nacional no pueden pasar desapercibidos. No se trata de condenar por esto toda la administración de Gustavo Petro que, debe reconocerse, ha hecho más en dos meses que lo que muchos gobiernos no hicieron en algunas materias durante muchos años. No obstante, debe mencionarse, debe gritarse, que no es aceptable bajo ningún punto de vista que este gobierno siga la línea del derroche y el despilfarro estúpido. Es importante recordar que la austeridad fue bandera de campaña y no puede dejar de serlo durante el gobierno.
Cuando se hace elección de un candidato, cuando el pueblo deposita en su figura la esperanza del cambio, lo mínimo que se debe exigir es el cumplimiento de sus promesas, las promesas realizadas y, por ende, gobierne según las directrices que vencieron en las urnas. Petro y Francia fueron escogidos buscando un cambio real, son elegidos desde el pueblo y el pueblo espera que se sigan comportando de esa manera, como parte del pueblo. No estoy diciendo que no lo hagan, al fin y al cabo, el tiempo lo dirá todo, “por sus frutos los conoceréis”. Pero, sí es importante que no cojeen en estos elementos pequeños, porque si cojean en estos, ¡cómo no lo harán con los más grandes!
«¿Sabían que compra de colchas cobijas y sábanas tenía como uno de sus propósitos que las personas del servicio tuvieran las mismas comodidades que los huéspedes en el Palacio de Nariño?» fue la forma en que el Presidente Petro justifico los gastos. Aun así, es importante mencionar que la dignificación de estas personas no se da simplemente por la compra de algunos electrodomésticos o enseres, la dignidad radica en cambios mucho más profundos como el evidenciar que no es necesario el despilfarro para vivir sabroso. El mensaje no puede ser contrario a los lineamientos que manda el sentido común, o si se quiere, la lógica de la austeridad, propia de un gobierno que se ha declarado «humano».
Ahora bien, todo este llamado de atención frente a la coherencia que se espera del gobierno no debe entenderse como una justificación a todos los gobiernos anteriores, se trata de invitar al Presidente y sus ministros a terminar con las malas prácticas administrativas heredadas o posibles de imitar de gobernantes anteriores y además mencionar que es necesario generar las denuncias pertinentes y aplicar las sanciones a las que haya lugar por estas malas prácticas. No se puede seguir soportando la impunidad y que cada quien venga a hacer con la administración de nuestros recursos públicos lo que quiera. Es tiempo de practicar la austeridad y la justicia, la justicia social. Es así que se puede recuperar la dignidad para toda Colombia a partir de la lucha por la impunidad cero frente a estos recursos mal empleados por las administraciones anteriores, presentes y futuras.
Apuntaciones:
-Toda mi solidaridad con los pobladores de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; ojalá se lleven suficientes sabanas para todos, así no sean de plumas de ganso.
-Me preocupa profundamente el nombramiento de María Valencia Gaitán como directora del Centro Nacional de Memoria Histórica. La memoria histórica debe ser reconstruida por un equipo dirigido por alguien idóneo(a), no es una corbata más.
-La Fiscalía no puede seguir actuando con el rol de defensor en el proceso del presidente de Paloma Valencia. La labor fundamental es investigar y acusar, Uribe tiene suficientes recursos y abogados para defenderse y la justicia no puede ser solo para los de ruana.
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*Abogado. Estudiante de la licenciatura en Filosofía y Letras. Miembro activo del grupo de investigación Raimundo de Peñafort. Afiliado de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino.
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