En Turquía, un terremoto con epicentro en la región de Antioquía revivió el pánico del fuerte sismo que sacudió el territorio hace este lunes dos semanas. El nuevo temblor, de magnitud 6,4 sobre la escala de Ritcher, afectó asimismo al norte de Siria y se sintió también en Egipto y Líbano.
Tras dos semanas de los sismos que destruyeron el sur de Turquía y el norte de Siria luego de dos sismos, este lunes 20 de febrero un nuevo terremoto de magnitud 6,4 con epicentro en la Antioquía turca se sintió en la región, desató el pánico entre los residentes y causó daños en edificios. Al temblor le siguió una réplica de 5,8.
Según información de reporteros en el lugar, el temblor y sus réplicas fueron fuertes y duraderos y levantaron polvo en el centro de la ciudad de Antioquía. El temblor, que volvió asimismo a afectar al norte de Siria, también se sintió en Egipto, Líbano, Jordania, Chipre e Israel.
El epicentro del temblor fue a una profundidad de 2 kilómetros, según el Centro Sismológico Europeo del Mediterráneo. Concretamente fue en la ciudad de Defne, en la provincia turca de Hatay, una de las más afectadas por los temblores de hace dos semanas.
Allí, el alcalde, Luftu Savas, en declaraciones con la emisora ‘HaberTurk’ dijo que existen evidencias de que hay personas atrapadas bajo los escombros, que podrían haber regresado a sus hogares o que intentaban sacar sus muebles y enseres de los edificios dañados.
En el lugar, se llevan a cabo labores de búsqueda y rescate en tres edificios derrumbados donde se estima que hay unas cinco personas atrapadas.
En un reporte inicial tras el temblor, se reportaron al menos tres personas muertas y más de 200 estarían heridas, tanto en Turquía como en Siria.
El vicepresidente turco, Fuat Oktay, afirmó que unas ocho personas fueron hospitalizadas en Turquía. La agencia de noticias estatal siria, SANA, informó que seis personas resultaron heridas en Alepo por la caída de escombros.
Oktay dijo que las autoridades estaban realizando inspecciones de daños en Hatay, e instó a los ciudadanos a mantenerse alejados de los edificios dañados y a seguir cuidadosamente las indicaciones de los equipos de rescate.
La televisión ‘HaberTurk’ reportó que los equipos de búsqueda de Hatay rescataron a una persona atrapada en el interior de un edificio de tres plantas y que intentan que llegar a otras tres que estarían dentro.
Un testigo presencial en la ciudad turca de Adana, Alejandro Malaver, contó que la gente salió de sus casas a la calle, llevando mantas en sus automóviles. Además, dijo que todo el mundo está muy asustado y que «nadie quiere volver a sus casas».
Siria afectada
Los Cascos Blancos, que son Defensa Civil Siria de la oposición del país, informaron que varias personas resultaron heridas en el noroeste del país, lugar controlado por los rebeldes, cuando intentaron saltar de los edificios o al ser golpeados por la caída de escombros en la localidad de Jinderis, una de las más afectadas por los temblores del 6 de febrero.
Los Cascos Blancos también dijeron que varios edificios dañados y abandonados se derrumbaron en el noroeste de Siria sin causar heridos. Desde su cuenta de Twitter dijeron que “nuestros equipos están trabajando para transportar a los heridos a los hospitales, inspeccionar las áreas afectadas y retirar los escombros para abrir caminos para peatones y ambulancias.”
En la ciudad siria de Idlib, los residentes asustados se preparaban para dormir en parques y otros lugares públicos. En las gasolineras, las personas hacían filas con sus vehículos intentando llenar el tanque para alejarse lo más posible de los edificios que estarían cerca al colapso.
Al norte de Siria, la fundación ‘Syrian American Medical Society’, que gestiona hospitales en la región, dijo que había tratado a varios pacientes que sufrieron ataques cardíacos provocados por el miedo tras el nuevo temblor.
El balance de muertos en Siria por el terremoto de hace dos semanas se sitúa en 3.688 y el de heridos en más de 14.700, aunque las cifras podrían variar debido al subregistro, ya que las fuentes de los principales territorios no han actualizado las cifras en las últimas jornadas.
El terremoto del 6 de febrero
Tras los devastadores sismos más 46.000 personas murieron y más de un millón y medio se encuentran en refugios temporales. Desde el 6 de febrero se han registrado unas 6.000 réplicas de intensidad leve.
El presidente Recep Tayyip Erdogan visitó Hatay a primera hora del lunes, y anunció que su Gobierno iniciará la construcción el próximo mes de unas 200.000 nuevas viviendas. Según el presidente, los edificios tendrán entre tres y cuatro pisos, serán construidos en terrenos más firmes y con normas más estrictas y en consulta con «profesores de geofísica, geotecnia, geología y sismología» y otros expertos.
Erdogan también dijo que se reconstruirán los monumentos culturales destruidos de acuerdo con su «textura histórica y cultural».
Según las autoridades, más de 110.000 edificios de las 11 provincias turcas afectadas por el terremoto del 6 de febrero quedaron destruidos o tan gravemente dañados que es necesario derribarlos.
La esperanza de encontrar más sobrevivientes se ha perdido, ya que no hay indicios de que haya personas vivas bajo los escombros.
Horas antes del terremoto de este lunes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, declaró durante una visita a Turquía que Washington ayudaría «todo el tiempo que fuera necesario».
El Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades de la Unión Europea afirmó que «las enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua, las infecciones respiratorias y las infecciones prevenibles mediante vacunación constituyen un riesgo en el próximo periodo, con potencial para causar brotes, especialmente a medida que los supervivientes se trasladan a los refugios temporales».
Además, señaló que «un aumento de los casos de cólera en las zonas afectadas es una posibilidad significativa en las próximas semanas» y recordó que las autoridades en el noroeste de Siria informaron de miles de casos de la enfermedad desde el pasado mes de septiembre y que la campaña de vacunación prevista se retrasó debido al terremoto.