Con un emotivo discurso del contralor Carlos Fernando Pérez Gélvez, se abrió el acto de celebración de los 86 años de la Contraloría General de Santander. El jefe de control fiscal territorial resaltó la labor de los trabajadores de la entidad, cuyos resultados le ha permitido al departamento disminuir los índices de corrupción a nivel nacional.
“Somos el producto de años de lucha por la sociedad, somos el resultado de quienes se han pensado una humanidad que trabaja por el bienestar de la colectividad y no de la individualidad, desde aquel tribunal de indias, pasando por las ideas y el sueño de un extranjero que en los años 20s nos trajo innovadoras ideas para el momento y que vislumbró una Latinoamérica más efectiva desde su administración”, dijo.
Pérez Gélvez expuso que la entidad a su cargo se ha convertido en “ese cumulo de formas y legitimaciones que propendía por el control de quienes tienen nuestros recursos”.
Dijo que, sobre la Contraloría está la responsabilidad de ser aquellos hombres y mujeres que se han soñado un mejor país, “somos la historia viva del control de las administraciones y que servimos de instrumento para darle a nuestro pueblo una Colombia más equitativa, igualitaria, incluyente, sostenible, efectiva y eficiente”.
Un nuevo enemigo
Para el contralor Pérez Gélvez, en los últimos 86 años, “el mundo, el país y el departamento han vivido muchas situaciones adversas, desde guerras mundiales, el bogotazo, el narcoterrorismo, asesinatos, conflictos armados, epidemias, sin embargo, todos nos hemos enfrentado como familia contra las vicisitudes y hemos salido adelante”.
Sin embargo -dijo- “hoy la lucha no es solo contra los corruptos, también es contra un enemigo invisible que ha atacado a cerca de 195 millones habitantes en el mundo entero, costándole la muerte a más de cuatro millones personas y cerca de 120 mil colombianos, ante este antagonista llamado Covid-19”.
Y destacó que, “somos el equipo que, con lágrimas en los ojos, con el corazón roto y una profunda tristeza por la ausencia de nuestros seres queridos, aún seguimos luchando contra la corrupción en aras de construir un mejor un mejor país”.
El jefe de control fiscal de territorial reveló, que derivado de los grandes resultados misionales, “nuestra Contraloría ha sido catalogada como una de las mejores en el país, de acuerdo la evaluación y certificación realizada por la Auditoría General de la República, y nuestro deber es seguir mejorando, no solo por una mención o un artículo”.
Para Pérez Gélvez -quien liderada el Consejo Nacional de Contralores y es la cabeza de la Comisión especial de Carrera de las Contralorías- “es esa tenacidad histórica la que me ha dado un impulso para llevar en alto el nombre de nuestra institución y buscar estar en todos los espacios que permitan construir escenarios de fortalecimiento del control fiscal territorial”.
Historia y evolución
La historia de Contraloría de Santander, empieza con la Ordenanza 27 del 25 de julio de 1935, con la cual se creó la entidad como la primera institución de control fiscal en el departamento.
En 1967, mediante la Ordenanza 124, fruto del avance de la tarea misma del control fiscal, se creó la sección de Interventoría, con el objeto de evaluar técnicamente la inversión de los auxilios, subvenciones y destinaciones hechas por el departamento o los municipios para obras de fomento o para cualquier otro fin, de acuerdo con los estudios, proyectos, especificaciones y normas previamente acordados, ya sea que se ejecutaran por contratos o por administración directa.
En 1983, con la Ordenanza 14 del 16 de noviembre, se dictaron normas sobre financiamiento de la Contraloría, estableciéndose que las instituciones descentralizadas del orden departamental y las entidades oficiales que recibían aportes o transferencias del Departamento para su sostenimiento, debía destinar el equivalente al 2% del monto total de sus recursos departamentales, al sostenimiento de la Contraloría General de Santander, giro de forzoso cumplimiento cuya negación se consideraba causal de mala conducta para los funcionarios ordenadores del gasto.
Con ocasión de la Constitución del 1991 y la expedición de la Ordenanza 014 del 5 de diciembre del mismo año, se organizó la Contraloría como entidad técnica autónoma administrativa y presupuestal, cuya misión principal era la de vigilar la gestión fiscal de la Administración Departamental, sectores central y descentralizado y de los municipios en donde no exista organismo fiscal propio.
Dos años más tarde, en 1993 y acorde con los postulados constitucionales, la Asamblea Departamental aprobó una Ordenanza mediante la cual se dictaron medidas de control fiscal, estipulando que su ejercicio se realizaría de forma posterior y selectiva, incluyendo el ejercicio de un control financiero, de gestión y de resultados, fundamentados en la eficiencia, la eficacia y la valoración de los costos ambientales.
Hoy se tiene un nuevo modelo de control fiscal, con la adopción de la GAT, a partir de la expedición del acto legislativo 04 de 2019 y los Decretos 403 y 409 de 2020.