Por: César Mauricio Olaya Corzo/ Por lo general todas mis columnas procuro tengan como fundamento historias vividas, de manera que la narrativa se convierta en un compartir de experiencias propias, que diluyo en la palabra, para que el mensaje se convierta en un impulso motriz que invite a que los lectores quieran hacer parte de lo expuesto, desde su propia vivencia.
Pues bien, en esta oportunidad no es una experiencia, sino son un compendio de ellas, las cuales hoy hacen parte de un nuevo libro, donde en virtud de la confianza depositada por el rector de la UIS, Hernán Porras Díaz, hoy se consolidan en el libro Tesoros Inéditos de Santander, qué como cada año, la principal universidad del oriente colombiano entrega a la comunidad, como parte del enlazamiento entre la academia y la región.

De acuerdo con la misión encomendada por la rectoría, se trataba de compartirle a los santandereanos la oferta que a nivel turismo, debiera convertirse en eje transversal de una dinámica futura, donde la industria sin chimeneas, se convierta en una real alternativa para las economías regionales, con una misión puntual: ir más allá de los lugares que tradicionalmente hacen parte de la oferta de tradición en materia de turismo.
“Santander tiene y debe mostrar muchos de esos tesoros que hoy permanecen haciendo parte de la caja de Pandora, que hasta la fecha no se ha abierto, pero que con certeza van y deben sorprender a los receptores del libro”, indicó el rector Porras Díaz, en el marco de la reunión del Comité Editorial convocado a fin de definir lo que sería el proyecto editorial 2025, el cual hacía parte de una colección institucional donde ya se habían realizado los libros Colores al Vuelo, sobre la riqueza avifaunística de la que se gozaba en las sedes UIS distribuidas en todo el Departamento; Santander Geografía de Sabores, donde se descubrían los secretos mejor guardados de la cocina de nuestros pueblos; A Tabaco y Medio con la historia conservada en torno a los caminos de tradición, Torbellino de Alegría, sobre la fiesta en nuestro territorio, entre otros títulos publicados.

Aprovechando los valiosos aportes de profesores de diferentes escuelas de la Universidad, a los que se invitó a que, desde sus especialidades, mostraran estos “Tesoros”, la experticia del ingeniero forestal Diego Suescún, ahondaba en la valía de la Ceiba Barrigona, un árbol endémico del Cañón del Chicamocha.
El Vicerrector de Investigaciones, biólogo Fernando Rondón, centraba su aporte en el relacionamiento y valía de los páramos, uno de los ecosistemas de mayor importancia para la existencia de la vida en el planeta.

Por su parte el economista Freddy Ruíz, destacado profesor de la Escuela de Economía centraba su visión en torno a la importancia de desarrollar un turismo puntual y estructurado, en torno a los caminos ancestrales, a la usanza de lo que en España suscita la experiencia del Camino de Compostela.
El director Académico del IPRED, Javier Pinzón, un, biólogo especializado en el área vegetal, desarrolla el tema de los ríos rojos de Virolín, explicando el fenómeno, íntimamente ligado a la presencia de los robledales. En este capítulo se destaca la importancia que tienen estos reductos vegetales para la existencia de especies endémicas como la Rana Roja de Virolín y más de una docena de orquídeas de minúsculo tamaño que son un absoluto encantamiento para la mirada.
Así mismo, la profesora Ana Cecilia Ojeda, decana de Ciencias Sociales, haciendo gala de la magia de la palabra hecha poesía, comparte una hermosa oda al agua, que bajo el título de «estoy hecha agua», nos revela la magia vital que existe desde la gota de agua que pende del ápice de una hoja, hasta la más imponente de las cascadas.
Un capítulo que sin duda deja sembrada la certeza de los tesoros que guardamos en nuestro Santander, es el relacionado con el universo karstico que con celo se guarda, en las entrañas de la tierra en pueblos como Floríán, La Paz y especialmente El Peñón, donde se calcula existen por lo menos 250 cuevas, el 80% no exploradas aún.

El narrador Oral Francisco Pacho Centeno, que es ingeniero de Petróleos egresado de la UIS, hace de su capacidad para descubrir la magia de la palabra, es el encargado de mostrar la extraordinaria riqueza visual que ofertan las ciénagas del Magdalena Medio, donde el color y el calor, se sintetizan bajo el sonido de las tamboras, que acuñan la versátil capacidad de los pescadores de la zona, para construir historias cargadas de mitos y creencias, propias de una cultura tallada entre los sueños de arreboles de los atardeceres que no tienen forma de ser equiparados con otros destellos similares entre las montañas.
Y si todo lo demás no fuera suficiente, en un capítulo final el profesor de ornitología de la UIS, José Gregorio Moreno, le pone alas y colores al libro, con un trabajo extraordinario sobre el potencial aviturístico de Santander, donde se pueden observar un poco más del 50% de las aves existentes en Colombia, el País de las Aves.

Son 300 páginas que además se complementan con crónicas de viaje, amplias descripciones sobre el territorio, recomendaciones y listado de informadores que quienes se sientan tocados por querer visitar cualquiera de estos destinos, puedan contar con el apoyo para un exitoso recorrido.
Hoy cuando el Gobierno Departamental le pone sus principios de gobernanza en torno al turismo, este libro bellamente editado e impreso en los talleres de la UIS, se convierte sin duda en una herramienta de primer orden para tener presente en la construcción de un verdadero plan de turismo para Santander.

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*Comunicador Social y fotógrafo.