Por: Andrea Guerrero/ La posmodernidad ha llegado, trayendo consigo nuevos cambios tecnológicos e ideológicos. Sin embargo, en la sociedad posmoderna siguen vigentes los mismos dilemas y situaciones relacionadas con la forma de organización del trabajo retratada en Tiempos modernos (1936).
En este filme, Chaplin desglosa y critica con humor la realidad de los trabajadores de las fábricas que implementaron el modelo fordista en el siglo XX. Dentro de las numerosas ideas del siglo pasado, dos de ellas transformaron el sistema productivo americano: el taylorismo y el fordismo. La implementación de la cadena de montaje aceleró la producción, de esta forma, cada trabajador se destinaba únicamente a una actividad en particular, la cual repetía sin cesar.
El trabajador del siglo XXI enfrenta las problemáticas de la cadena de montaje del siglo XX: automaticidad, aceleración del ritmo productivo, eliminación de tiempos muerto y uso de dispositivos de control en el trabajo. Por lo tanto, la idea base de la película continua vigente.
Así mismo, podemos señalar que en la película se refleja un vínculo entre el trabajo y la salud, por ejemplo, Charlot se enloquece debido a su incesable labor, sus movimientos espasmódicos lo convierten en un maniático. Aquella situación del obrero en la fábrica se compara con el burnout que experimentan los trabajadores de hoy, quienes están sometidos a la sobrecarga laboral, ambientes competitivos, expectativas y presiones económicas.
Por otra parte, se ha llegado a considerar que la crítica de Chaplin está obsoleta dentro de la sociedad postmoderna, puesto que esta última ha automatizado sus cadenas de producción y su economía se orienta al sector de los servicios. Se dice que la relación entre el trabajador-máquina está obsoleta, que los ritmos de trabajo han cambiado, y que hay nuevos problemas que son distantes a las problemáticas del mundo laboral del siglo XX.
Por lo tanto, se puede llegar a afirmar que la película Tiempos modernos retrata una situación pasada que ha perdido vigencia con el transcurso de los años. Sin embargo, la conexión con la actualidad es innegable. Esto último se puede afirmar debido a que el enloquecimiento del personaje principal es comparable con el estrés laboral que experimentan en la actualidad los trabajadores y que desencadena en el burnout.
Finalmente, si algo podemos concluir es que aquel clásico del cine nos brinda una reflexión sobre un eje fundamental de la vida, como lo es el trabajo, siendo este último para algunas personas aquello que dignifica la vida y para otros lo que la consume.
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*Estudiante
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