Por: Sebastián Aristizábal/ Nadie quiere ser presidente hasta que se lo ofrecen, o se hace rogar. La renuncia del rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, es inminente, y durante las últimas semanas, ha sido tendencia varias veces en redes sociales, gracias al revolcón que genera en el escenario político, su posible candidatura presidencial.
Aunque era casi obvio, el exministro de Salud dijo en reiteradas oportunidades que no iba a ser candidato, y esa posición parece que ha ido cambiando, por una parte, estuvo convocando a un ejercicio de diálogo llamado #HablemosColombia, donde los colombianos podrán participar en encuentros en los que se construya confianza y propuestas para el futuro del país, pura estrategia política.
De otra parte, el también candidato y líder de las encuestas Gustavo Petro, puso en el centro de la noticia a Gaviria publicando trinos donde era mencionado y relacionado directamente con el uribismo por haber trabajado en la formulación del Plan de Desarrollo de su gobierno. Las respuestas fueron principalmente por parte de petristas criticando a Gaviria, afirmando que todo aquel que no sea de la Colombia Humana hace parte del uribismo, de nuevo, un país en blanco y negro.
Lo innegable es que, de una parte, Gaviria es un candidato muy fuerte que sin salir a mostrar sus intenciones de llegar a la Casa de Nariño, ya se asume como precandidato y de otro lado, que Petro actuó de manera precipitada luego de que el rector de los Andes le dijera que no quería hacer parte del ‘Pacto Histórico’ y se perdiera la posibilidad de enlistarlo. Esto generó malestar en el movimiento del Senador y salió a hacer polémica con trinos rebuscados.
Pero Petro no es su único pretendiente, también la ‘Coalición de la Esperanza’ lo ha buscado en reiteradas ocasiones para que participe en una posible consulta con Jorge Robledo, Sergio Fajardo y otros. Aquí tampoco ha dicho ni que si ni que no, frente a esto Gaviria sigue su camino como ‘académico’ sin pretensiones políticas.
La idea que toma más fuerza es que sea el candidato del liberalismo, se ha reunido con Cesar Gaviria y altos dirigentes de la colectividad, quienes lo reclaman como candidato natural. El exministro pareciera ser el aspirante que se acomoda a cualquier sector, pues con los de la ‘Esperanza’, los del ‘Pacto’ y los Liberales buscándolo, solo falta el uribismo, con quienes no creo que vaya a hablar pese a que ya lo estén tildando de venir de esa corriente.
Para mi es una de las únicas opciones que se distancia de las mismas de siempre, que, por más innovadoras que parezcan, son los mismos congresistas que han legislado por años y los mismos candidatos que se han quemado por años y que, de frente o por debajo de cuerda, le apuestan a la polarización como estrategia. Gaviria viene desmarcado luego de pasar por la academia, viene limpio luego de años de poca participación en política y podría convertirse en una verdadera tercería, para quienes creemos que hay algo más allá de la derecha y la izquierda.
La cada vez más cercana llegada del exministro a la contienda presidencial le pone más picante al debate aburrido que no genera nada nuevo, ojalá cumpla su labor tomando buenas decisiones, caminando por la mitad de la división y convirtiéndose en una opción para muchos de nosotros, los indecisos.
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*Comunicador social, especialista en comunicación estratégica. Asesor de campañas políticas y productor de podcast.