Por: Rubby Flechas/ Si usted es colombiano y se considera blanco, negro o mestizo, entonces usted es hijo o nieto de inmigrantes.
Para finales del siglo XVIII el territorio de la actual Colombia tenía un 7.2% de esclavizados, 25.5% de blancos y mestizos, 19.5% de nativos y 47.8% de españoles.[1] Alemanes huyeron de su país hacia América Latina durante la Segunda Guerra Mundial, hacia finales del siglo XIX inmigrantes árabes comenzaron a llegar a Colombia, y la lista sigue con oleadas de italianos, franceses e ingleses que a lo largo de la historia se han radicado en nuestro territorio.
Por el otro lado, de acuerdo a los datos reportados por la Cancillería de Colombia, y según estimación realizada desde 1985, el DANE calculó que para 2005 los destinos más buscados por los migrantes colombianos, eran: Estados Unidos (34,6%), España (23,1%) y Venezuela (20,0 %).
Cabe recordar el éxodo de colombianos a Venezuela buscando cosechar en la bonanza petrolera de la época o huyendo de la violencia. Para la mitad del siglo XX, el censo mostraba que, del total de migrantes en Venezuela, los colombianos representábamos un 22%. Ahora muchos de ellos y sus familiares regresan. Actualmente, los venezolanos representan cerca del 90%[2] de los inmigrantes en Colombia, y no son sólo colombianos que regresan a su hogar, sino miles de seres humanos atrapados en una crisis social, económica y sanitaria sin precedentes en su país.
Nuestra historia está llena de movimientos migratorios tanto al interior del país como hacia el exterior, y es la historia de la humanidad, no sólo de Colombia.
Podemos decir que gran parte de las migraciones masivas han sido resultado de coyunturas políticas, conflictos sociales, recesiones económicas o búsqueda de mejores oportunidades y calidad de vida. Mejor dicho, nunca nadie que estuviera viviendo plenamente en su país de origen migró por salir de su zona de confort a un territorio desconocido para empezar de cero, excepto en la época de las grandes conquistas de territorios por emperadores. Hasta ahora no he visto llegar desde el otro lado de la frontera a un emperador o rey buscando reconquistar a Colombia, de esos tenemos por docenas sin necesidad de importarlos de otras partes.
Todos los migrantes llegan a nuevos territorios que muchas veces son hostiles con los foráneos, especialmente si son de menores recursos que los locales. Pero esta conducta de prevención con los extranjeros empezó hace miles de años, cuando las tribus cuidaban sus territorios de invasiones vecinas, y había invasiones por motivaciones económicas. Nadie nos está invadiendo con intenciones de quitarnos nuestro territorio. La xenofobia es una reacción tan primitiva como desatinada en nuestra era, y nos ha acompañado históricamente más de lo que debería.
Aunque son variadas las causas de las conductas xenófobas, quiero hablar de cómo la xenofobia es una serpiente que se alimenta a sí misma.
Por ejemplo, Paquita ha conocido en poco tiempo varios casos de hurtos a personas cercanas o a través de noticieros, y con esto ha aumentado su percepción de inseguridad, particularmente luego de un año donde el tema principal era un virus mortal, y no el número de hurtos. Adicionalmente, ha escuchado en medios de comunicación y en conversaciones con sus grupos cercanos que la migración venezolana ha aumentado en los últimos años, ha visto familias caminando por carreteras, mujeres con niños contando sus trágicas historias en las esquinas y finalmente, reacciones de rechazo y discriminación hacia ellos.
Con esta información secundaria, muy seguramente Paquita podría hacer una relación causal entre el migrante y la inseguridad. Y como todos nosotros, podrá auto validar su argumento al encontrar comentarios que refuercen su idea en redes sociales, grupos cercanos, o líderes políticos que hacen declaraciones similares. A los pocos días, cuando su mejor amigo Joselito le pregunte sobre su opinión ella le dirá que muy seguramente la inseguridad está disparada por los migrantes. Joselito conoce los mismos casos de hurto que Paquita, y ve los mismos noticieros donde hablan de la crisis de los migrantes, por lo cual Joselito llega a la misma conclusión de Paquita. Luego Joselito se lo cuenta a Manuelita, quien fue una de las víctimas de robo y aunque no supo quién fue el ladrón, su primer pensamiento será que fijo fue alguno de los que todos hablan y así va creciendo la percepción de inseguridad a causa de los migrantes, y las conductas discriminatorias.
La mayoría de las motivaciones para situaciones xenófobas son prejuicios, intolerancia, y al parecer, la falta de memoria y validación de datos. Si bien la principal consecuencia de la xenofobia es la discriminación, esta es la misma que se hace a grupos minoritarios en condiciones de vulnerabilidad. Es decir, que no pueden defender sus derechos por sí mismos, ni controvertir las acusaciones, ni convencernos que no todos son delincuentes.
El portal ColombiaCheck, ha presentado en los últimos días las cifras oficiales sobre criminalidad y nos recuerda que el 96% de delitos son cometidos por los colombianos, y que del 4% restante, solo el 0.63% de los delitos son cometidos por venezolanos[3].
Llevamos un año de pandemia, un año de aumento del desempleo, un año de crisis mundial que ha generado un aumento generalizado en todas las formas de violencia y conflictos. La investigación y la discusión sobre la relación causal en el aumento de delitos debería dirigirse hacia los daños colaterales de las muy necesarias cuarentenas, en vez de ir al eslabón más débil de la cadena.
La tragedia de la época de Hitler se ha documentado ampliamente, aunque siempre es necesario presentar una paradoja que escapa a muchos; el régimen que masacro judíos con un discurso radical de intolerancia, odio, segregación y discriminación fue propagado por muchos alemanes que incluso sin saberlo, tuvieron una alta probabilidad de tener ascendencia o lazos familiares con judíos. Pero esto no es una comparación con el holocausto, sino con la ironía; todos tenemos familiares en el exterior, y todos, de alguna manera, somos inmigrantes.
*Economista, especialista en gobierno, gestión pública, desarrollo social y calidad de vida.
Twitter: @rubbyflechas
Instagram: @rubbyflechas
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).
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[1] Maguemati Wabgou, Daniel Vargas, Juan Alberto Carabali (2012). Las migraciones internacionales en Colombia. (http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-32612012000100005)
[2] Datos Macro. (2021) Colombia – Inmigración. (https://datosmacro.expansion.com/demografia/migracion/inmigracion/colombia)
[3] Colombia Check.(2021) Venezolanos no son responsables del aumento del crimen en Colombia (https://colombiacheck.com/chequeos/venezolanos-no-son-responsables-del-aumento-del-crimen-en-colombia)
