Yuleida es concejala por el Partido Verde, una candidatura que fue peleada, más en un municipio pequeño como El Playón donde muchos se lanzaron al concejo, 150 candidatos para ser exactos, y los votos que estaban concentrados en los favoritos, el día de elecciones se atomizaron. Pero en su caso logró con 98 votos y la ayuda de la lista, salir avante.
“Yo creo que el voto de confianza, es que soy una mujer muy guerrera, luchadora que me entrego muchísimo al servicio. Por eso decidí estudiar derecho porque me gusta ayudar a la gente, siempre denunció lo que está mal hecho. A la gente le gusta que se le digan las cosas como son, que les digan quien no lo está haciendo bien”.
Trabajadora, fuerte, con una figura llamativa, cabello largo y voz altiva, se ha ganado un lugar en el corazón de los habitantes de El Playón, tanto así que es conocida con el apelativo de ‘La Caponera’ personaje protagonizado por Margarita Rosa de Francisco, y del cual guarda la energía para decir las cosas que no están bien, pero también para hacer su labor social con la cual ha ayudado a muchas personas.
“Donde haya que ir a buscar las ayudas, ahí estaré. Soy una persona que no tengo riquezas. Pero a mí me dicen que vayamos a buscar lo que se necesita para ayudar a la gente, yo voy hacer puerta a puerta, desde mis redes sociales, consigo ropa, mercado o lo que las personas necesiten”.
Para ella, representar las comunidades no es un tema de partido político, y en eso no discrimina, así hayan votado por ella o no, tiene la convicción de que las personas todas tienen sus necesidades y sus problemas y en la medida que pueda esta siempre dispuesta a tenderles una mano. Este es su sello, ahí marca la diferencia.
Polifacética
A esta mujer la vida le ha dado oportunidades, pero también retos, a todos ellos se ha enfrentado, de todos ha aprendido y ha puesto en práctica uno de los muchos valores importantes que tienen las santandereanas: la resiliencia. Mujer de campo, víctima del conflicto armado y deportista resumen esta esencia expresada con lágrimas en los ojos.
“Al ser una mujer polifacética en cada uno de estos aspectos, procuro porque estás comunidades tengan lo que les pertenece, lo hago porque tengo sentido de pertenencia. A mí me ha tocado muy duro. He sido vendedora de tintos y quise ser concejal porque quiero romper esas barreras que existen entre las comunidades que no son escuchadas, los gobiernos y las clases políticas, con el fin de que sean tenidas en cuenta”.
Otro aspecto importante es que ella no está en la política por ganar o no un prestigio o una fama, todo se condensa en el amor por el servicio hacia la comunidad y para ello aprovecha el liderazgo que desde joven ha tenido.
“Desde pequeña he sido la personera, la vocera del salón, siempre he estado un paso adelante. Amo el microfútbol desde muy niña siempre me ha gustado el deporte: atletismo y natación siempre representó al Playón en todas las ferias de Santander con el equipo de fútbol y de Micro. En casa somos desplazados de Abrego, Norte de Santander llegué a la edad de 7 años y después de tener nuestra casa, la cosecha y ganado tuvimos que dejar todo abandonado para buscar una nueva vida. Pero gracias a Dios, mis papás son cristianos y nos levantamos a punta de helados y ahí empezó esa trayectoria de ser una mujer echada para adelante”.
En el recinto
Han tenido debates fuertes y ella ha sido una de las abanderadas en tomar la vocería y liderazgo del Proyecto ‘Sacúdete’ que después de haber sido archivado, junto a un compañero de la coalición lograron salvarlo.
“Se trataba de un proyecto de 1 mil 200 millones de pesos donde el municipio no ponía ni un peso. Lo peleamos, lo ganamos y próximamente se estará ejecutando. Otro proyecto está relacionado con la Mesa de la Mujer, como una instancia necesaria en el municipio que le tienda la mano a las mujeres con proyectos y recursos”.
Al interior del concejo también se debatió el proyecto de acuerdo con el cual se definía el uso del suelo y gracias a esto se logró viabilizar un proyecto de vivienda de 250 apartamentos para las comunidades.
Ser concejal para ella ha sido un reto personal, donde mucha gente confía y otros no, y será un trabajo al que le dedicará el tiempo necesario para culminarlo como debe ser de cara a la comunidad.
“Al terminar este periodo una de mis metas es salir abogada, para tener más conocimiento en las cosas públicas, y también me permitirá fortalecer la vocería. Si la gente me pide que vuelva al concejo me lanzaré, pero si la situación está para que alcance más cosas que sea Dios quien me abra puertas y caminos”, expresó emotivamente la concejala de El Playón.