Aunque se conocieron fotografías donde aparece muy feliz el alcalde Rodolfo Hernández en sus vacaciones, lo cierto es que fueron las peores de su vida. Que se le haya caído la máscara de funcionario transparente, producto del acuerdo de corretaje en el que participó su hijo Luis Carlos y su esposa Socorro, para que firmara el contrato de las nuevas tecnologías; lo tiene devastado en su orgullo.
Sin embargo el escándalo de la coima a su hijo no es su único problema que tiene encima. Qué la Emab no haya suscrito el acuerdo con la controvertida unión temporal Vitalogic RSU trajo consigo nuevos síntomas de malestar, producto de la corrupción que ha rodeado su gobierno. Ha sido evidente que detrás de la licitación de basuras, aún hay mucho por descubrir.
Hernández sabe –o por lo menos su grupo de asesores argentinos le han contado- que las cosas para él, desde el punto de vista de marketing, jurídico y de gobernabilidad, no se ven nada bien. Por eso, más que una campaña de desprestigio contra la clase política o sus crudas críticas contra los gobiernos anteriores, tendrá que echar mano de algo más contundente, que le permita sacar la cabeza de este lío en el que está metido.
Sin querer ser pesimista, la situación del mandatario bumangués no se ve nada bien. Ya la Fiscalía General de la Nación le tiene puesto el ojo a él, a varios funcionarios de su administración y a su familia. No será extraño que Hernández encabece la ‘Operación Guane Fase II’ y que sea el propio Fiscal Néstor Humberto Martínez quien anuncie lo que ya muchos rumoran, la captura del gobernante.
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Pasado oscuro
El 10 de agosto de 2017, el alcalde de Bucaramanga prorrogó la firma del contrato entre la Empresa de Aseo de Bucaramanga (Emab) y Vitalogic RSU, debido a que le cayeron encima las advertencias jurídicas de la Procuraduría General de la Nación, el Comité Transparencia por Santander y varios expertos en contratación. Aunque de mala gana, el Mandatario local accedió a esperar.
El gran defensor de Vitalogic, de su idoneidad, experiencia y capacidad, fue el propio Hernández. Pero no era cierto, el pasado de algunos de sus directivos es negro, como el del máximo promotor de Vitalogic RSU en Panamá, Florin Volcinschi, situación por la que la propia empresa no lo presenta públicamente, tal vez por la vergüenza que les genera.
A Volcinschi, en 2011, el gobierno de Rumania lo pidió en extradición para que cumpliera una condena por delitos como blanqueo de dinero, sustracción al pago de obligaciones fiscales y falsedad en escrituras bajo firma privada; toda una joyita que introdujo el alcalde a Bucaramanga. La orden de extradición de Florin Volcinschi se dio a través de la Embajada de Rumania, tras la condena que le profirió el Tribunal de Arges en 2008, apelada en 2019 y confirmada en 2010 por una Corte de Casación y Justicia.
Volcinschi es considerado en Rumania por lo que en Colombia se conoce como “ladrón de cuello blanco”. Aquí se le conoce al delito por el cual se le condenó como “lavado de dinero” o también conocido como lavado de capitales, lavado de activos, blanqueo de capitales u operaciones con recursos de procedencia ilícita o legitimación de capitales; una operación que consiste en hacer que los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como el fruto de actividades legales y circulen sin problema en el sistema financiero.
Con estos antecedentes, los bumangueses deben preparase para lo peor, ya que Vitalogic RSU –o al manos sus directivas- no es una perita en dulce, detrás existe un conglomerado enseñado a ganar, cueste lo que cueste.
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Con cara y con sello
El viejo adagio que dice: “Cada uno cosecha lo que siembras”, es hoy el karma del alcalde de Bucaramanga. Aliarse con una empresa de dudosa procedencia, con directivas a las que les gusta hacer las cosas por encima y por debajo de la mesa, trae como resultado situaciones irregulares como la demanda supermillonaria de Vitalogic contra la Empresa e Aseo de Bucaramanga (Emab), por el fallido contrato.
José Manuel Hormaza, representante legal en Colombia de la unión temporal Vitalogic RSU, anunció una querella jurídica contra el Municipio, donde reclama el pago de $579 mil millones como indemnización, porque a su criterio, no había justificación fundada para echar para atrás el negocio de las nuevas tecnologías.
“Nosotros insistimos en que declarar desierta la licitación de basuras de junio de 2017 es errada por parte de la Empresa de Aseo de Bucaramanga. Dentro de la documentación incluimos dos conceptos. Uno avala el contrato de fianza que presentó Vitalogic y el otro afirma que no es aplicable esta póliza para eliminarlo. Por eso estamos pidiendo la solicitud de conciliación, que es el paso previo a una demanda ante el Tribunal Administrativo de Santander”, dijo Hormaza, al presentar la queja.
Para Vitalogic es claro que, de no darse una conciliación entre las partes, interpondrá una demanda en contra de la Emab, exigiendo que la empresa municipal de aseo anule la Resolución 327 de 2017 donde declaró desierto el proceso de contratación público para construir una planta que transformaría los residuos sólidos en energía eléctrica.
“Pedimos que se declare una indemnización de $579 mil millones, consistente en la perdida de la utilidad proyectada. Esta cifra es lo que ordena la ley que pueden ser las pretensiones en el caso de que por un error no se adjudique un proceso”, explicó Hormaza
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La punta del iceberg
Aunque para la Emab, la demanda de Vitalogic no tiene asidero y por lo cual no prosperaría su argumento legal, los expertos creen que –tal como se ha evidenciado el arreglo entre las partes- la ciudad podría estar pagando la irresponsabilidad de sus gobernantes.
Prueba de eso –y basado en el acuerdo de corretaje en el que el hijo del alcalde y otros particulares se favorecería con 250 millones de dólares- es que existen documentos suscritos por debajo de la mesa y posibles pagos desde el exterior al propio mandatario, situación revelada por el reconocido abogado Carlos Rojas.
Reveló que Luis Andelfo Trujillo, el testigo clave del escándalo de las nuevas tecnologías, le allegó un documento que tiene 130 páginas y en el que “se habla de al menos 30 negociados escandalosos en la alcaldía de Bucaramanga, eso es mucho más grave de lo que hasta ahora se conoce”.
Rojas afirma que la documentación a la que hace referencia hay conversaciones de Whatsapp y pruebas de las gestiones que hacía Luis Carlos Hernández, el hijo del alcalde, para cobrar comisiones en distintos procesos contractuales de la Administración e incluso versiones de consignaciones desde paraísos fiscales hechas por Néstor Reverol, ministro del gobierno de Venezuela, a cuentas en Bucaramanga vinculadas al alcalde.
El acuerdo de corretaje revelado de forma exclusiva por Corrillos se ha convertido en una bola de nieve, que ya ha superado cualquier expectativa, lo que ha llevado a que el gobierno de Bucaramanga haya perdido cualquier credibilidad de materia de transparencia administrativa.
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Indagación preliminar
El 2018 será para el alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández un año decisivo. Los apostadores le dan muy pocas posibilidades de que siga en el cargo debido a los múltiples procesos penales, disciplinaros y fiscales en su contra, incluso, consideran que hay la posibilidad que él mismo se desvincule del gobierno para afrontar sus procesos.
Además del escándalo del corretaje en el que están vinculados, él, su hijo Luis Carlos y su esposa Socorro; el Mandatario tendrá que definir junto a la Emab si paga o no la indemnización a Vitalogic RSU y darle la cara a la Fiscalía por los supuestos pagos que desde el exterior ha recibido.
En lo que respecta a la indemnización, la Contraloría de Bucaramanga solicitó a la Procuraduría –encargada de dirimir la extraña situación- se le vincule a la audiencia de conciliación extrajudicial, porque a su criterio, hay indicios de un posible daño fiscal generado por parte de la Emab.
Además, Hernández tendrá que responder ante la Procuraduría, en indagación preliminar, por haber acusado al entre disciplinario de ‘francotirador’.
El mandatario deberá responder por haber dicho en Blu Radio que “la Procuraduría se convirtió en un francotirador contra el proyecto, le mandaba bombas atómicas hasta que llegó el momento que nos paralizó el proceso, decía que si seguíamos las posibles reclamaciones del operador iban a correr por cuenta de la Administración y la comunidad”.
Son pocos en Bucaramanga lo que le apuestan a que Rodolfo Hernández llegue hasta el final de su periodo de gobierno. Mientras tanto él continúa desviando la atención de sus grandes fallas administrativas echándole la culpa a veedores y opinadores, aduciendo que se ha creado una campaña de desprestigio en su contra, algo que ya ni sus seguidores le creen.
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