Tanto las fuerzas estadounidenses como el Ministerio de Defensa afgano confirmaron este 2 de julio que las tropas del país norteamericano salieron de Bagram, una de las bases militares más importantes del país asiático, ubicada a 70 kilómetros al norte de Kabul, la capital.
Con la retirada, las ANDSF (Fuerzas de Seguridad y Defensa Nacional afganas) tomaron control del lugar. Así lo confirmó un portavoz del Ministerio a EFE, que dijo que “todas las tropas de la coalición y estadounidenses partieron anoche de la Base Aérea de Bagram”. La fuente agregó que “la ANDSF protegerá la base y la utilizará para combatir el terrorismo».
El repliegue de las fuerzas estadounidenses de la base militar es considerado como uno de los pasos más importantes que ha dado el Ejército estadounidense en miras de cumplir con la promesa del presidente Joe Biden de retirar a cerca de 3.500 soldados del territorio afgano.
La iniciativa surgió de un tratado de paz promovido por el anterior Gobierno de EE. UU. con los talibanes en Doha. Biden anunció “el fin de la guerra más larga de Estados Unidos” el 14 de abril de este año.
El proceso de desalojo comenzó el 1 de mayo y se espera que termine el 11 de septiembre, una fecha con alto simbolismo al ser el aniversario 20 del atentado al World Trade Center, perpetrado por los talibanes y que conllevó a la ofensiva estadounidense en Afganistán bajo el mandato de George W. Bush.
Aun así, sigue sin ser claro cómo se dará el proceso. Según AP, el Gobierno de Estados Unidos no ha anunciado cuándo saldrá el último soldado estadounidense debido a la preocupante situación de seguridad en la que se encuentra el país.
Además, se está negociando con el Gobierno afgano y las fuerzas turcas una iniciativa conjunta de protección del aeropuerto. Se espera que Estados Unidos deje al menos 600 soldados para defender su embajada.
Como las fuerzas estadounidenses, también las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ya comenzaron a evacuar a sus 7.000 militares.
La retirada fue calificada como un “paso positivo” por el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
Sin embargo, Zabihullah declaró que «dondequiera que hayan ido los invasores, dejan un rastro de destrucción» y afirmó que permanecerán alertas a algún tipo de «engaño».
La retirada estadounidense deja múltiples interrogantes sobre el futuro afgano. Mientras que el general Austin Miller, el principal comandante de Estados Unidos en Afganistán, advierte la posibilidad de una guerra civil, los ciudadanos afganos como el comerciante de chatarra, Abdul Ahmad, se preocupan por la estabilidad del país.
«No hicieron nada por nosotros desde que llegaron y ahora nos dejan con un futuro incierto y tanta destrucción», afirmó para Reuters.
Cabe recordar, y según expone un informe de la ONU, para el 2019 habían muerto 3.403 civiles y 6.989 resultaron heridos. Además, Amnistía Internacional reporta que el conflicto armado llevó a un aumento de las personas desplazadas internamente. Por otro lado, la Organización Save the Children comunicó que entre 2005 y 2019 al menos 26.025 niños han sido asesinados o mutilados en Afganistán.
¿Por qué es tan importante Bagram?
Dos décadas de ocupación estadounidense en Bagram lo constituyeron como un lugar estratégico para las acciones militares. La base se convirtió en el aeródromo más importante de las fuerzas de EE. UU. y en el cuartel general de las tropas de Operaciones Especiales.
Desde allí despegaban los aviones estadounidenses en sus ofensivas contra los talibanes. Además, poseía una gigantesca pista de aterrizaje de más de 3,5 kilómetros a la que llegaban las fuerzas internacionales. Según AP, llegó a tener 100.000 soldados en 2012.
La base tiene también tres hangares, una torre de control, un hospital, una notaria y hasta una prisión.
La crítica situación de seguridad
El desalojo de Bagram se da en medio de una escalada de la violencia en el país. Desde el 1 de mayo, cuando comenzó la retirada estadounidense, los talibanes han ocupado aproximadamente 80 provincias de los 407 del país.
La preocupación por la avanzada de los talibanes ha llevado al Gobierno afgano a restablecer milicias con un alto historial violento.
El general Miller reconoció que dicha ocupación es preocupante y que la única salida sería por medio de un “acuerdo político” que lleve a la paz entre el Gobierno y los talibanes.
Sin embargo, la violencia promovida por ambos bandos pone en cuestionamiento la posibilidad de acabar de una manera pacífica una guerra que se ha prolongado durante décadas.