El presidente electo de Estados Unidos Donald J. Trump, planea una serie de órdenes ejecutivas que marcarán sus primeros días en el cargo, según informó Stephen Miller, su principal asesor político entre las iniciativas destacan acciones para modificar las protecciones laborales de los funcionarios federales, cambios en políticas de energía y medidas drásticas en inmigración.
Miller, adelantó que Trump firmará alrededor de 100 órdenes ejecutivas, varias de ellas apenas unas horas después de asumir el cargo este lunes. Entre las más significativas se encuentra la restauración de la llamada «Schedule F», una categoría de trabajadores federales que eliminaría las protecciones laborales tradicionales. Esto permitiría a la administración despedir y contratar empleados con mayor facilidad, lo que daría al presidente más control sobre amplios sectores de la burocracia federal.
Además, Trump planea revertir las medidas implementadas por el presidente Biden relacionadas con la diversidad, equidad e inclusión en las agencias gubernamentales, así como las protecciones para personas transgénero que reciben servicios gubernamentales. Estas acciones, explicó Miller, responden a las promesas de la campaña de Trump de deshacer las políticas de su predecesor.
En cuanto a la política energética, Trump promoverá la perforación en alta mar, eliminará los créditos fiscales para vehículos eléctricos y suspenderá el gasto destinado a las iniciativas climáticas de Biden. Estas medidas apuntan a cumplir su promesa de priorizar el desarrollo de energías tradicionales y reducir las regulaciones ambientales.
Las órdenes ejecutivas relacionadas con inmigración también son clave en la agenda de Trump. Planea designar a los cárteles de la droga como «organizaciones terroristas extranjeras», declarar una emergencia fronteriza para incrementar recursos militares en la frontera y cerrar el paso a inmigrantes bajo una emergencia de salud pública, similar a las medidas implementadas durante la pandemia. Asimismo, se propone reducir las concesiones de asilo y aumentar las detenciones y deportaciones.
Trump declaró que estas órdenes harán a los estadounidenses “extremadamente felices”. Rechazó las recomendaciones de algunos asesores que sugerían retrasar la implementación de sus iniciativas, afirmando que quiere comenzar su mandato con un día y una semana llenos de actividad.