El bloque comunitario informó este miércoles 12 de junio de 2024 que aumentará los aranceles a los vehículos eléctricos chinos, lo que agravó una disputa comercial originada en los supuestos subsidios de Beijing a la industria que, según Bruselas, perjudica a sus fabricantes locales.
La guerra comercial entre China y la Unión Europea amenaza con agudizarse, después de que el bloque comunitario anunciara un alza dramática en los aranceles que cobra por la entrada a su territorio de vehículos eléctricos provenientes del gigante asiático.
A partir del próximo 4 de julio, según la decisión, estos vehículos tendrán un impuesto de entrada, ya no del 10% actual, sino del 17,4% provisional para la marca BYD, del 20% para Geely y del 38,1% para SAIC.
Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea, argumentó que «esta cadena de valor se beneficia de subsidios injustos que están causando una amenaza de daño económico a los productores de vehículos eléctricos de la Unión Europea”.
Sobre esta base, añadió, “la Comisión se ha puesto en contacto con las autoridades chinas para analizar estos hallazgos y explorar posibles formas de resolver los problemas identificados”.
Los aranceles se mantendrán de manera provisional hasta que concluya en noviembre una investigación de competencia, de cuyo resultado depende la permanencia de la medida. Tanto la Unión Europea, como Estados Unidos, creen que esta política de subsidios afecta a sus propios fabricantes.
Desde China, hasta los fabricantes europeos, rechazan la medida
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, afirmó que «esta investigación antisubvenciones es un ejemplo clásico de proteccionismo (…) en última instancia, perjudicará los propios intereses de Europa».
Los fabricantes europeos también se declararon en contra de la medida, pues temen por una retaliación de Beijing que les implique aranceles de entrada a su territorio.
Mercedes Benz dijo en un comunicado que «como nación exportadora, lo que no necesitamos son barreras comerciales cada vez mayores. En su lugar deberían trabajar para desmantelarlas”.
Lo mismo opina Stellantis, el fabricante de Jeep, que declaró que cree en la competencia libre y justa y no apoya medidas que “contribuyan a la fragmentación mundial”.
La asociación de la industria automotriz de China aseguró que estos aranceles no tendrán un gran impacto en la mayoría de las empresas de su país porque representan una pequeña parte de su mercado.
En esta nueva batalla dentro de la guerra comercial de China con varios países de Occidente, Estados Unidos ya había propinado antes su propio golpe: próximamente entrará en vigencia la decisión de cuadruplicar sus aranceles a los vehículos eléctricos chinos.
