El miedo motiva en gran parte la inclinación del elector por equis candidato. Este fenómeno se da cuando no se tiene conocimiento claro sobre posturas ideológicas o de gobierno, también, cuando estamos expuestos a campañas de miedo y desinformación.
Por: Andrés Negrete/ Amigo lector, hágase estas preguntas, ¿Qué lo motiva a depositar su confianza en equis candidato? y ¿Por qué vota usted? No es tarea fácil dar respuesta a estos interrogantes y menos descifrar los motivos o razones que mueve a un elector a la hora de elegir a nuestros representantes. Sin embargo, la práctica ha mostrado que, usualmente el votante se mueve por miedo, odio, amor e interés.
Contrario a lo que manda nuestra constitución, nuestra democracia se mueve en torno a todo tipo de motivaciones menos la que en principio deberían ser las principales razones a la hora de elegir un representante a cualquier entidad territorial o corporación pública. El voto es un deber, se vota por programas de gobierno, sin embargo, la historia electoral muestra, por un lado, abstencionismo mayor al sesenta por ciento y, por otro lado, no se vota por programas inscritos ante la registraduría, muy por el contrario, los planes de desarrollo son muy alejados de dichos programas.
Entonces, ¿qué motiva al votante a la hora del sufragio? Un primer acercamiento es, el elector vota por miedo, odio, amor o interés. No vota por programas de gobierno u obras y en la mayoría de los casos no sale siquiera a votar. Desafortunadamente, este fenómeno se da por falta de cultura democrática, desconocimiento de ideologías y formas de gobierno. A ver, veamos a que me refiero con lo anterior.
El miedo motiva en gran parte la inclinación del elector por equis candidato. Este fenómeno se da cuando no se tiene conocimiento claro sobre posturas ideológicas o de gobierno, también, cuando estamos expuestos a campañas de miedo y desinformación. También, por creer que elegir equis candidato nos conduciría hacia un país inviable o por la presión de grupos armados con marcados intereses políticos.
El odio es otra fuente que motiva al ciudadano a la hora del sufragio. Puede ser personal, ideológico, político y hasta burocrático; odio derivado de incumplimientos políticos en el pasado, formas de venganza política, porque no le dieron el contrato que tanto le prometieron, odio que termina convirtiéndose en enemigos políticos.
El amor, fuente ciega que lleva a muchos a votar sin miramientos de ninguna clase. ¡Se enamoró del candidato! No importa lo bueno o lo malo que sea. El sufragante estará hasta el final, sea triunfo o derrota. Y no hay una razón que explique este fenómeno, solo pasa.
El interés marca la tendencia en materia electoral, es el pan diario en un proceso político; interés en un puesto burocrático, en un contrato de obra o de suministro de bienes o servicios, por un favor de alguna dependencia; votos a cambio de favores y favores a cambio de votos.
Quizás existan muchas otras fuentes de motivación a la hora sufragar y elegir a nuestros dignos representantes, sin embargo, hago un llamado a todos a culturizarnos políticamente, saquemos un tiempo en nuestra agenda para que escuchemos y analicemos las propuestas de los candidatos a la alcaldía, gobernación e incluso a la presidencia. Que la democracia no se quede solo en el depósito de un tarjetón.
…
*Abogado
Correo electrónico: andres-negrete-d@hotmail.com
Facebook: Andres David Negrete
Instagram: @negrete_dulcey
Celular: 323 20 53 055