Por: John Jairo Claro Arévalo/ Eso dice parte de la canción “Todo cambia” del compositor chileno, Julio Numhauser, que inmortalizara la gran intérprete argentina Mercedes Sosa.
Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
En todo, son inevitables los cambios, son insoslayables, muchas veces necesarios, urgentes, otras veces no, sin embargo, en política, los cambios son vitales, imperiosos, trascendentales, por eso traigo a colación lo que dijo el ex presidente Darío Echandía, después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, siendo presidente de Colombia Mariano Ospina Pérez “¿el poder para qué?”, de esta pregunta surge otra con motivo de lo que se avecina para el próximo año, la elección del congreso y el presidente de la república, ¿el cambio para qué?
Seguramente lo que motivó al ex presidente Echandía a formular su pregunta, obedeció a esa mezcla de pesadumbre, zozobra, aflicción, disgusto e incertidumbre, en un llamado a la reflexión por aquel aciago momento de nuestra historia política, que con la muerte de Gaitán desencadenó el “Bogotazo”, este suceso todavía está presente como esa pesada cruz de la intolerancia, la descalificación, la anulación y hasta el exterminio del contradictor político.
El pueblo, el elector, el constituyente primario, obedeciendo a una mezcla de impotencia, decepción, rabia, odio, traición, se formula la pregunta ¿el cambio para qué?, también en un llamado a la reflexión por esta aciaga situación política que lleva décadas de presidentes, gobernadores, alcaldes, diputados, concejales, granujas y malandros, para que cese la horrible noche de la trampa, la mentira, el engaño.
Para qué el cambio y seguir en lo mismo, con los mismos, es decir, eligiendo políticos gobernantes que envilecen a sus gobernados con el más alto grado de cinismo, ¿no le dice nada Reficar, SaludCoop, Interbolsa, Odebrecht, el cartel de la hemofilia, Foncolpuertos, Hidrohituango, Agro Ingreso seguro?, el listado es largo.
Si le es indiferente Ñoño Elías, Luís Alberto Gil, Los Moreno Rojas, Kiko Gómez, Sabas Pretelt, Jorge Noguera, Yidis Medina, Andrés Felipe Arias, Richard Aguilar, Luís Gustavo Moreno entre otros, más los 6402 asesinatos llamados falsos positivos, los más de siete millones de desplazados por causas de la violencia, los cerca de 20 millones de colombianos que están en la pobreza, por todo lo anterior y lo que faltó mencionar, esa indiferencia suya, no es más que una postura cómplice, sea esta por acción o por omisión, de todo lo acontecido en Colombia en temas de corrupción.
Usted colombiano, colombiana que puede elegir sus gobernantes, su voto es determinante para no seguir en la misma con los mismos, eligiendo bien, tendrá tranquila su conciencia, en caso contrario algo le pasa, le pisa y le pesa.
Para que cambie lo superficial, debe cambiar lo profundo, para ello hay que cambiar el modo de pensar para que todo cambie en este mundo.
¡Urge cambiar!
…
*Licenciado en música, artista, docente, compositor del himno de Bucaramanga, exconcejal de Bucaramanga.
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