Por: José Roberto Álvarez/ La vacunación es una herramienta que tiene la sociedad para hacer frente a esta crisis llamada Covid-19 y de la cual se espera una inmunidad de rebaño para poder combatirla, el 70% de la población deberá ser vacunada entonces.
La productividad es la herramienta con la cual las empresas logran estandarizar los procesos de producción haciendo rendir mucho más los recursos con que cuentan, para tener una oferta en el mercado con unas condiciones óptimas de competitividad a nivel global.
¿Qué relación podrían tener estas dos herramientas? Considero que ese deberá ser el principio sobre el cual analizar si un carnet de vacunación es viable y de impacto positivo para las empresas, tomando en cuenta que, los recursos requeridos para fabricar productos y llevarlos a los mercados, incluyen el talento humano.
Bajo este simple análisis podríamos afirmar que sí nuestros recursos humanos se encuentran vacunados, tendrán menor riesgo de contagio y con ello una capacidad óptima en salud lo cual hará que la empresa pueda detallar sus recursos en las mejores condiciones para su desempeño.
Con ello quiero manifestar mi posición de favorabilidad frente a una iniciativa de carnetización de la vacuna o pasaporte de vacuna, ya que de esta manera vamos a proteger la sociedad en general y a facilitar la reactivación económica.
Realmente encuentro un curso positivo y de adaptación a un nuevo normal este nuevo comportamiento de tener que vacunarse para poder estar sano y así poder proteger a los demás.
Corresponden a una nueva realidad del siglo 21 en su tercera década, que de manera inteligente y haciendo uso de todo ese desarrollo científico y tecnológico, hoy estemos en consideración de poner en marcha dicho plan.
Esto nos permite visualizar la evolución de la sociedad de tal magnitud comparada con una época similar, la cual podemos leer en algunos textos, darnos cuenta de la rapidez o de la inmediatez con la cual hacemos frente a una adversidad como lo es una pandemia.
Hoy debemos sentirnos satisfechos y bendecidos por la posibilidad de debatir si es sano o no tener un control sobre la vacunación. El medio de protección ya se desarrolló y el debate está en si se controla o no.
Los demás mecanismos provistos por el estado son basados en un principio de la colaboración. Esto se da como respuesta a la situación económica llevada por el Covid-19. Circunstancia que ojalá sea bien usada por el sector productivo.
Políticas publicas orientadas en promover el empleo de los más afectados mediante estímulos vía subsidios para que el empleador pueda financiar la contratación laboral.
Iniciativas a las cuales suman los entes territoriales con lo cual el subsidio asciende hasta porcentajes del 50% en la contratación de jóvenes y mujeres.
Esta situación supone un escenario de buena expectativa ya que el empleador podrá acceder a todo el paquete de subsidios para la nómina y con ello aliviar costos fijos y además desarrollar talento humano.
Y si a esto le sumamos el papel del Sena en cuanto a la formación, lo cual también es un subsidio, luego impacta en el mejoramiento del talento humano y con ello en la productividad y competitividad de los empresarios.
Y es de esta manera como el gremio juega su rol de representatividad ante las fuerzas vivas sobre los intereses del sector productivo, y es dinamizando las herramientas para el beneficio de los empresarios.
Pero le cabe también al gremio la responsabilidad de advertir al empresario de la necesidad de conocer cada vez mejor su cadena de valor y el modelo de negocio como tal, para que logre de esta manera identificar en cuanto impactan los subsidios a su mercado.
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*Administrador de negocios internacionales, Especialista en marketing internacional, Especialista en marketing digital, docente universitario y dirigente gremial.
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