Por: Yessica Molina Medina/ En el primer trimestre del 2021 la economía colombiana venía en recuperación a pesar de haber sido golpeada por la pandemia con cifras históricas. Tantos meses de industrias y comercios cerrados o a media marcha se tradujeron, como no podía ser de otra manera, en un frenazo de la economía. A esto hay que sumarle la inversión de los privados y del propio Estado en todo lo necesario para frenar los contagios (desde elementos de bioseguridad hasta la renta básica que giró el Gobierno). Sin embargo, conforme fueron cediendo las restricciones y fueron llegando las vacunas, la economía empezó a recuperarse.
Pero en el segundo trimestre del mismo año, el Comité Nacional del Paro se encargó de golpear esa recuperación e hizo que la economía se contrajera 2,4 % debido a las protestas y bloqueos en las vías, sin contar el aumento de contagios y muertos por Covid fruto de la irresponsabilidad de líderes de izquierda al incentivar a la gente a salir a las calles a protestar en contra de una reforma tributaria que ya había sido retirada por el Gobierno.
Según el viceministro de Salud de Colombia, Luis Alexander Moscoso, las protestas y aglomeraciones generadas por el paro nacional habrían provocado la muerte por Covid-19 de cerca de 15.000 colombianos. Desde el 28 de abril hasta el 30 de junio, las autoridades sanitarias del país notificaron la muerte de más de 34.000 personas, de las cuales un 43% estarían vinculadas con las manifestaciones, según cifras de ese despacho.
La semana pasada el DANE publicó los datos que muestran cómo el proceso de recuperación de la economía se mantuvo a pesar de los problemas logísticos generados por los bloqueos de finales de abril y comienzos de mayo, y la ralentización de la recuperación por los aumentos de contagios.
En el segundo trimestre, la economía creció un 17,6 % y los casos de muertes pasaron de 700 a estar por debajo de 100. Esto demuestra notoriamente una recuperación no solo en la economía, también en la salud pública. Pero tal parece que esto a los organizadores del paro no les conviene para sus intereses políticos con miras a las elecciones presidenciales y parlamentarias en el 2022. En un video reciente, el directivo de Fecode Nelson Alarcón fue sorprendido confesando que el paro era una estrategia para llegar al poder y vencer al uribismo.
Así que contra todo pronóstico y contra toda lógica, el Comité del Paro convocó para este 26 de agosto otras movilizaciones con el fin de afectar la imagen del Gobierno y crear zozobra entre la gente sobre el futuro del país: un terreno fértil y peligroso para sus aspiraciones electorales del próximo 2022.
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*Master en comunicación estratégica, profesional Comunicadora Social- Periodista, asesora política y relacionamiento público y experta en marketing político.
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