Las declaraciones de Zelenski se produjeron el lunes 6 de noviembre en el marco de su mensaje diario a la nación y fueron reproducidas por la agencia oficial Ukrinform, en una alocución en la que pidió unidad, y tildó de “irresponsable” que se plantee el tema de las elecciones a la sociedad “de manera frívola y juguetona”.
En octubre debían celebrarse los comicios legislativos y en la primavera de 2024 estaban previstas también las presidenciales, pero desde el inicio de la invasión rusa está en vigor una ley marcial que no solo impide la convocatoria a las urnas, sino que, incluso, ha permitido ilegalizar varios partidos por posturas que se consideran afines a Rusia.
Idas y venidas en la posición de Kiev
Las palabras de Zelenski contradicen lo expresado por su canciller, Dmytro Kuleba, que el viernes había dejado la puerta abierta a la posibilidad de que se celebraran elecciones.
Además, se producen en momentos en que los tradicionales aliados de Kiev estarían inclinándose hacia la posibilidad de una negociación para resolver el conflicto con Rusia, ante el estancamiento de la muy publicitada contraofensiva ucraniana.
Significan también que el mandatario se desdice luego de haber asegurado en septiembre pasado que estaba dispuesto a permitir la realización de elecciones, incluso con observación internacional.
La aprobación popular de Zelenski se disparó al comienzo de la guerra, pero el panorama político en Ucrania ha cambiado y el antiguo aliado del mandatario Oleksiy Arestovych ha anunciado su intención de disputar unas eventuales elecciones.
Los reveses también alcanzan al campo militar. Un importante asesor del Ejército ucraniano, el general Valery Saluzhny, fue asesinado el lunes con un paquete bomba que le fue enviado como un supuesto regalo de cumpleaños; y un antiguo viceministro de Defensa, Viacheslav Shapovalov, es investigado por el Servicio de Seguridad ucraniano por una supuesta malversación de fondos en la compra de uniformes militares.
Museo en Odessa sufre el impacto de la guerra
Funcionarios ucranianos informaron este martes 7 de noviembre de un ataque con drones y misiles en la región de Odesa, que dejaron ocho personas heridas y causaron daños a un museo de arte histórico.
El Museo de Bellas Artes, una edificación del siglo XIX, fue alcanzado por impactos que destrozaron las ventanas y dañaron obras que resultaron arrancadas de las paredes, un ataque condenado por la Unesco que recordó que “los sitios culturales deben ser protegidos”.
El fuego ruso también ocasionó daños a la infraestructura y lesiones a tres personas en la ciudad de Jersón, en una ofensiva que ha llevado a Kiev a renovar sus advertencias de que Moscú planea atacar instalaciones energéticas de Ucrania antes del invierno.
Zelenski aseguró el lunes que fuerzas ucranianas habían logrado destruir un barco ruso en un astillero de Kerch, en la anexionada Crimea.