Por: Juan Camilo Revelo/ “Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice”: Peter Drucker.
Las prioridades han cambiado. El futuro aterrizó y “la normalidad” se convirtió en un concepto que, hoy por hoy, entraña casi una nostalgia de un tiempo poco a poco más lejano.
Las prioridades cambiaron y la idea que tienen los votantes respecto de quienes eligen para ser sus representantes también. Por eso, hoy presentamos 5 sencillos recordatorios clave, que habrán de considerar aquellos que, valerosamente, decidan ejercer el derecho democrático de persuadir la voluntad popular. Aquí vamos:
Recordatorio No. 1: El incremento de primeros votantes, es, ante todo, la llegada de un votante más informado. El uso de redes sociales, en relación con sus interacciones, deja en evidencia una línea de pensamiento y postura que sienta o resta piso al sentido de coherencia de su aspiración.
Recordatorio No. 2: Escuchar el doble. Una narrativa propositiva que conecta desde la resolución de conflictos y atiende problemas reales, sólo puede propiciarse con la disposición a una escucha atenta, plena y empática, que entienda profundamente a su audiencia.
Recordatorio No. 3: La persona del político importa. Ser político es un reconocimiento de representación que el votante premia o castiga en la urna, y que en ocasiones puede llegar a afectarse con imprudencias involuntarias, tonos inadecuados, expresiones sueltas o comportamientos públicos impresentables.
Recordatorio No. 4: El lenguaje no verbal, compuesto por la voz y el cuerpo, es un instrumento de trasmisión de confianza y de generación de recordación. Olvidar entrenarlo es dejar al azar todo lo que como candidato está diciendo cuando se encuentra en silencio.
Recordatorio No. 5: Atienda sus “rabos de paja”. Nadie es quien para juzgar. Pero si usted evade temas que sabe que la gente cuestionará, dará la impresión de cobardía política y eso es algo que usted claramente no quiere proyectar.
La política ha evolucionado en la mente de los electores. El statu-quo, ya modificado y alterado, no escatima en reposicionar con fundamental importancia el cuidado de unos con otros. Nunca la actual generación precisó asumir el autocuidado masivamente como una respuesta al unísono frente a una necesidad común y global.
Diríamos así que estando casi frente a un ser político re-sensibilizado en aspectos que conectan desde el bienestar; el concepto de salud, deja para siempre de ser un asunto acariciado en discursos, para imponerse, y con suficiente autoridad, como la prioridad número 1 que es, y asociada más que nunca en este siglo a la existencia misma de la humanidad.
Por tanto, la capacidad de crear discursos que calen, deberá generar consonancia con la lógica del momento, del sentido común y, sobretodo, con el rango de utilidad, practicidad y pertinencia que puedan llegar a trasmitir.
La campaña de hoy necesita evocar seguridad desde una mirada transversal que comprenda a una sociedad que ha movilizado sus prioridades y enfoques hacia la resolución de problemas que involucran a todos. Una sociedad colapsada por virus y por incremento de violencias intrafamiliares con elementos subyacentes desatendidos; una sociedad auto identificada con ausencia de sosiego anímico y emocional, que ha dejado en evidencia la complementariedad de la salud mental con la física.
Vamos en consecuencia a estar a la altura, candidatos, vamos a demostrarle a los millones de empleadores suyos -que son los ciudadanos mismos-, que los desafíos de este nuevo presente, a veces entre tonalidades grisáceas, constituye también la fuerza propicia para un cambio esperanzador que confirma una nueva evolución en la mentalidad de ustedes como los futuros elegidos.
*Usador de tildes y comas. Abogado (UIS), especialista en marketing político & estrategias de campaña (U. Externado). Conciliador en derecho y facilitador mentoring en Cámara de Comercio de Bucaramanga.
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