Por: Milton Villamizar Afanador/ Centrémonos en el nacimiento de Jesús y sintamos como transcurre este mes, que es quizá el más esperado de los niños y la familia.
Nació el Niño Dios como lo conocemos en época de primavera, y desde acá inicia el encanto de la Navidad, pues en la primavera termina el invierno; las plantas nuevamente florecen coloridas y los árboles vuelven a tener hojas, es una época de hermosos jardines, de vida, de belleza natural, de felicidad.
Nos sentamos en la sala de la casa, buscamos en la parte alta de los closet o bodegas y de una caja bien embalada aparecen, el árbol de navidad, las bolas para decorar el mismo, la estrella de belén, Melchor, Gaspar y Baltazar; los pastores, las ovejas, las gallinas y, la infaltable vaca y burro.
Con los hijos, “en mi caso hijas”, se compra papel verde, serpentinas, se decora el pino navideño y, ¿saben por qué es un pino? Porque es un árbol que se mantiene siempre verde en cualquier época del año, lo que significa esperanza, renovación, eternidad.
Se hace el infaltable rio sobre el papel verde que hoy se consigue por montones.
En una meseta se construye el establo, donde la historia espiritual nos enseña que nació Jesús, para demostrarle a la humanidad la humildad, porque si es el Rey de Reyes, Señor de Señores, pudo haber nacido en Mar-a-Lago por ejemplo, o en un castillo de los de Irlanda, Europa, Japón o en uno más cerquita a Jerusalén, en el castillo de David.
Pero no, su nacimiento es un mensaje espiritual de humildad, de sencillez, de acercamiento a los más pobres de la tierra, el significado que el reino de Jesús no es un reino terrenal, de la opulencia, del poder que pisotea, que arrasa, sino es un poder de la espiritualidad, de la redención, del servicio.
Después del árbol y el pesebre entonces, nos reunimos en familia y cuando hay padres vivos y hermanos varios, en cada casa se hace una novena entre el 16 y 24 de diciembre, donde se reúnen padres, hermanos, hijos, sobrinos, nietos, primos, cuñados, en si todos, con pandereta en mano se lee la novena y se cantan villancicos juntos; tutaina, el tamborilero etc.
Se hacen buñuelos, empanadas, gaseosa, milo o limonada para, al sonar de los villancicos, se degusta este pasa bocas, así transcurren los 9 días de novena.
En tanto, si hay plática, se va a un centro comercial, o San Andresito, y se les compra zapatos, camisetas, pantalones o vestidos a las hijas, yo no mando atraer de USA o de Europa, porque no tengo plata; además, aquí hay buena ropa y de buena calidad.
Se envían algunos detalles para niños, personas que sabemos necesitan una prenda, un regalito, para alegrar la noche buena; así vivimos la llamada navidad.
Ya llegado el 24 de diciembre, aparecen José, María y el niño Jesús, en el portal o pesebre de Belén, se encienden las luces de la estrella que guía a los reyes magos, las luces del árbol y del paisaje del pesebre; en la noche del 24 se reúnen en una sola casa, especialmente la paterna- materna, toda la familia, padres, hermanos, hijos, sobrinos, nietos, bisnietos etc; para entregar detalles de navidad y comer tamal o buñuelo con milo o coca cola bien helada.
Todos en familia, todos en unidad consanguínea, sin sentimiento de rencor, ni de revancha, con gratitud al cielo por una oportunidad de vida y de salud, con la alegría de estar todos juntos y compartir un año más de vida; con la ilusión del año que viene, que será mejor y pensando en pasar un año nuevo de salud, felicidad, paz y progreso.
Así es nuestra navidad y de la mayoría de quienes creemos en Jesús como nuestro señor y salvador, época de navidad, época de unidad, época de primavera, de alegría, de regalos, de abrazos, de lágrimas de gratitud a Dios; de fe en un porvenir mejor para todos.
Esta es la Navidad que vivimos y, todos los seres humanos merecemos.
Feliz navidad… a todas las familias de nuestro departamento.
PD: Esperemos que nuestros gobernantes, vean en el nacimiento de Jesús, la humildad, la sencillez, el servicio y no al Herodes o al Poncio Pilatos que gobernaban en la época y ya conocemos sus historias.
Que se entienda que el poder es efímero, muy temporal y que lleguen por lo menos en esta época, con un detalle al niño que no tiene como tener un regalo, al viejo que no tiene para el tamal, al que está preso, al habitante de calle, al que está en el hospital, no olviden que algún día todos nos iremos de este mundo terrenal, por más poderosos que sean.
Nosotros los cristianos celebramos el nacimiento de Jesús, la noche del 24 de diciembre y el amanecer del 25 y con el nacimiento del Salvador, se cumplen las profecías del antiguo testamento y comienza el nuevo encuentro con la salvación espiritual de la humanidad.
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*Abogado, especialista en Derecho Administrativo, Derecho Contencioso; Contratación Estatal; Derecho Penal; Gerencia en Salud y Maestría en Derecho Administrativo.