Por: César Camilo Hernández Hernández/ Hace ocho días el pueblo eligió los nuevos gobernantes de los territorios para el próximo cuatrienio. Se dieron casos de votación anti política y en otros escenarios primó la maquinaria. Hay que resaltar ciertos puntos en los cuales, disminuyó la abstención, el voto en blanco genero presencia y los ciudadanos de a pie empezaron a darse cuenta que en las urnas, ellos son los que tienen el poder.
Los nuevos aires de renovación, oportunidades para nuevos liderazgos y representatividad de la mujer, fueron también resultados de este ejercicio democrático.
Para los nuevos mandatarios no nos queda otra cosa que desearles lo mejor, bendiciones, sabiduría y compromiso para la gestión de su gobierno en los cuatro años. Es necesario y justo con la región que dejemos atrás los odios, la polarización y la demagogia.
A cada nuevo líder del territorio lo invito a que solo utilicemos el espejo retrovisor para analizar lo positivo y por mejorar, que la relación con las administraciones salientes sea en pro de continuismo de casos de éxito y corrección de malas prácticas.
Los nuevos planes de desarrollo deben estar basados en lineamientos y metas, enfocadas al progreso mediante una trasformación transversal del Departamento con sus municipios en todos sus sectores. Un punto clave para lograr la ejecución de estas acciones, está en crear equipos con experiencia, nuevos conocimientos y competentes, que permitan cumplir con los objetivos trazados.
No se puede caer en el error de conformar gabinetes politizados, retrógrados y sin experiencia, porque el tiempo y las situaciones no dan espera para el crecimiento de las regiones.
La forma de gobernar debe modernizarse socialmente, buscando ser más participativa y vinculante, y el bien común debe predominar en los planes de acción. En este modelo integral lo prioritario es aunar esfuerzos y recursos entre los diferentes actores, el gobierno, empresarios, academia y ciudadanos.
Con esto lograrán encarrilar a todos en verdaderos desafíos y proyectos que permitan tener la región que soñamos; Santander y Bucaramanga se merecen ser foco de competitividad, empleo, seguridad, turismo y ciudadanía.
Y es que hay que entender que la gobernanza es vinculante y no resistente, acá hay que dejar del lado los partidos políticos o movimientos, es momento de formar un frente común regional que se vuelque a la estructuración de mega proyectos y consecución de recursos. Los mejores resultados se dan en equipo, estos líderes que se creen omnipotentes y sus éxitos son propios, están mandados a abolir. Bucaramanga con sus 400 años y la celebración del Bicentenario para el Departamento con actor de este hecho histórico, debe venir cargado de inversión, progreso y desarrollo.
Como ciudadanos debemos ser responsables socialmente con nuestra región, ya aportamos con la democracia eligiendo quienes son los que lideraran nuestros territorios, ahora es momento de actuar como canales de solución, arropando a los gobernantes de ideas, acompañamiento y veeduría constructiva.
No podemos sentarnos a esperar que actúen o simplemente criticar sin ser propositivos. Y esto va también para cada uno de los electos en las corporaciones, ustedes fueron elegidos para hacer y no deshacer, no empecemos solo a pelear, señalar y destruir, acá hay un compromiso con la ciudadanía y la región.
Por eso como dice nuestro himno del Departamento y nuestro caudillo Luis Carlos Galán: ¡Siempre adelante, ni un paso atrás! Dejemos de mirar tanto el espejo retrovisor, creemos equipos multidisciplinarios competitivos, gobernemos en conjunto con la ciudadanía y sus actores, seamos soldados de progreso y desarrollo, catapultemos nuestro Santander y Bucaramanga, como ejemplo a nivel mundial, tenemos que empezar a ser referentes de gobernanza y ejecución. Solo me queda decirles, buen viento y buena mar.
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