Por: Laura María Jaimes Muñoz/ En la situación lamentable que vive nuestro país, los colombianos podemos decir que estamos en un estado de ansiedad y preocupación constante, mejor dicho, en “jaque” la economía, el desempleo, la violencia, la guerra, los corruptos, los malos servicios en salud, la desigualdad social, la pobreza, la búsqueda constante de sexualizar nuestro sistema educativo en una supuesta libertad y ahora la tragedia sentida con la muerte o mejor el feticidio ocurrido los días pasados por la práctica legal del aborto.
¿Qué está pasando con nosotros? ¿por qué se está buscando la solución a los problemas por medio de la motivación al dolor, al odio, buscando emociones? Esto no es bueno.
La salud mental de muchas personas puede afectarse cuando se utilizan métodos de “sensibilización” como imágenes, videos o películas, que, si captan la atención, pero el problema real no se soluciona, al contrario, ejerce un motivo para que muchas personas piensen en situaciones que ni siquiera lo habían considerado.
Y ante un hecho lamentable muchos oportunistas salen a “rasgarse las vestiduras” y convocar a las calles a personas que efectivamente están observando cada situación y que si en realidad son pro – vida, pero sus conciencias son manipuladas con amarillismo y dramatismo que “maquiavélicamente” programan hasta el punto de mostrar un ataúd pequeño que por lógica inmediatamente nuestros “cerebro” envía la imagen de un bebé, no solo a las personas que han practicado el aborto, sino también a quienes han perdido sus bebés por razones distintas. Entonces ¿por qué lo hacen? es que no se documentan o simplemente buscan manipular conciencias, aun teniendo la certeza como líderes que la solución está en la corte constitucional.
Ahora bien, como se puede decir que se practica la interrupción voluntaria del embrazo (I.V.E) a un bebé de 35 semanas y llamarle “feto”, cuando es una vida, no es lógico, si el mismo sistema con nombre propio, el gobierno gasta nuestros recursos públicos tratando de generar centros neonatales para salvar bebes que nacen antes de lo indicado.
“Cuando un bebé nace pre término ósea antes de las 40 semanas de gestación y tiene problemas de salud o nace en un parto difícil, va a la UCIN «Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales» para lograr salvar fetos, vidas de 25, 30 a 35 semanas, entonces, ¿por qué esta ironía?
Si bien es cierto la circular 003/2013, de la Superintendencia de Salud, pretendía en forma administrativa regular la I.V.E, también vemos el respeto por nuestra Constitución Política y por su puesto por nosotros los ciudadanos, ya que específicamente en el artículo 18 nos garantizan la libertad de conciencia.
La Corte Constitucional en el año 2006 mediante sentencia C-355 “despenalizó el aborto en tres circunstancias: violación, malformación incompatible con la vida del feto y grave enfermedad de la mujer, que ponga en riesgo su vida durante el embarazo”.
Ahora pregunto: ¿cuál de estas causales encontró el profesional de la salud para emitir su concepto y practicar este aborto o mejor I.V.E.? ¿Por qué este profesional asistencial no acudió a objetar su conciencia? Creo que debe hacer caso o tal vez lo despiden…
“La objeción de conciencia se define como un derecho subjetivo a resistir los mandatos de la autoridad cuando contradicen los propios principios morales”, en el Artículo 18 de la Constitución Política: Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia.
Entendiendo este hecho el aborto por medio de la I.V.E. ya estaba “legalizado en Colombia con sus respectivas causales desde el año 2013 con un promedio de 6.613 abortos realizados por año, lo que significa que esta práctica está siendo llevada hace ocho años, ¿entonces tantas vidas perdidas no cuentan? Y sin contar con los más de 400 mil abortos clandestinos ¿Qué pasa Colombia?
Definitivamente nos estamos adaptando a encontrar formas de justificar “lo malo como bueno” y lo bueno como “arcaico”, señores líderes por favor motiven programas que mejoren la salud mental de las personas, donde en estos se busque valorar la vida, ser sensible ante el dolor del otro, mejorar las condiciones de salud integral.
Si, una mujer tiene derecho a decidir qué hacer con su cuerpo, pero ¿tiene derecho a decidir qué hacer con la vida del otro? ¿En qué condiciones de salud mental está tomando esta decisión? Si nadie está preparado para ser madre o padre o ¿por qué se cree que en febrero del año 2019 una madre decide suicidarse con su hijo de 10 años? Y así muchos casos lamentables, entonces el problema no está allí, está en las condiciones que la sociedad nos está involucrando, nos está envolviendo en un sistema de intereses, que precisamente no son para el bienestar común.
La salud mental en Colombia se estima que un 40.1% de la población del país sufre o sufría un trastorno mental (OMS) lo que afecta la productividad académica y económica de la población, así mismo como los factores personales, simbólicos, culturales y relacionales, pero lamentablemente las decisiones de mejorar está en manos de personas sin escrúpulos que lideran marchas a favor de los animales, pero no lideran acciones a favor de la salud mental de los colombianos.
¿Cómo está su salud mental?
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