Por: Carmen Elisa Balaguera Reyes/ Estamos en unas etapas de nuestra vida que todo ha venido cambiando. Cuando se desarrollaba nuestra niñez, eran las instituciones, los medios de comunicación, el voz a voz quién planteaba las noticias y los sucesos diarios, a ellos nos llamaba la atención que creíamos en todo cuanto nos referían, confiando totalmente en sus informaciones.
Hoy cada vez que algo pasa o alguien se pronuncia no creemos en lo que expresa, se dice ahora creer, la mitad de la mitad de la mitad. ¿Entonces que queda por hacer?
Hace más de veinte años John Sudarsky Rosenbaum ingeniero industrial, psicólogo, docente, empresario, exsenador de la República, master en Economía, doctorado en Educación, ha venido impulsando a través de su corporación estudios que contemplan la metodología de la medición del Control Social y nos precisaba que el reto era construir un ciudadano activo y responsable de lo público, pero las cifras de confianza cada día están más resquebrajadas.
Dimensiones exploradas con resultados en Participación cívica, confianza institucional, solidaridad y mutualidad, relaciones horizontales, articulación vertical, control social, republicanismo cívico, participación política, información y transparencia y medios de comunicación.
Su metodología para medir el capital social, se basa en el Barcas (Barómetro de capital social), un primer estudio en 1997, después se realizó una segunda medición en 2005 y una tercera en 2011, con lo cual se han obtenido series históricas que permiten determinar los cambios en el capital social del país a través del tiempo.
Son muchos los estudios que arrojan resultados desestimulantes para el tema de la confianza ciudadana, en el Barómetro Latinoamericano encontramos que “Al resumir las respuestas espontáneas de la pregunta abierta respecto de cuál es el problema más importante del país un 35% de los latinoamericanos señalan los problemas económicos, en segundo lugar se ubica la delincuencia con el 19%, y en tercer lugar la situación política y la corrupción con el 9%. El problema más importante del municipio/comuna, el principal problema es la delincuencia con el 24%, seguido de los problemas económicos con el 20%. En un tercer plano el problema más importante del entrevistado y su familia son los problemas económicos. Para el 48% de las familias latinoamericanas el problema más importante es la economía, seguido de la delincuencia con el 9%. Dependiendo del nivel que se indague, país, comuna, o familia se obtiene un peso distinto para los problemas económicos y para la delincuencia. En síntesis, los problemas de mayor relevancia son básicamente dos en América Latina: las penurias económicas y la delincuencia, quedando tanto la política como la corrupción en un segundo plano. El ingreso, la estabilidad del trabajo, la seguridad social, la violencia, el temor a ser víctima, pasan a un segundo plano”. (Ver).
Pero en Colombia los resultados son desesperanzadores, nunca habíamos tenido niveles tan bajos de confianza ciudadana y niveles muy altos de percepción de la corrupción, lo que lleva a la atomización de la sociedad, cada uno busca lo suyo, un estudio de Usaid y Acdi Voca, nos dice que: El 94.4 % de los encuestados desconfía de los partidos políticos, el 92.6% de los funcionarios públicos, el 91% del gobierno nacional, el 89% de los gobiernos locales más de 89% de los gobiernos locales; 87% de los empresarios, y 82% de los medios de comunicación y los sindicatos el 81% del sistema judicial, el 78% de los vecinos, las fuerzas militares y policiales quedan un 62% y la mitad un 50% desconfía de la educación y de la iglesia. (Ver)
En Colombia, sólo el 27% de las personas confía en su vecino; el 16%, en los medios de comunicación; el 17% en el sector privado; y tan solo el 14% confía en las Instituciones del Estado. Estos impactantes resultados del Instrumento de Medición de la Reconciliación (IMR)*, nos motivaron a crear la campaña “Somos PARte de una nueva generación que confía” que busca promover la generación de confianza y optimismo en el país a través de la reflexión, e inspirar e invitar a los colombianos transformar a sus actitudes y ser parte activa del cambio. (Ver).
Volver a confiar es tarea de todos y cada uno de nosotros, los odios, las posiciones ideológicas, la corrupción, el entramado de tantas mentiras y tantas verdades a medias, hace que el aporte sea desde nosotros, construir ciudadanía es la tarea y el aporte que debemos entregar para dejar una mejor sociedad a nuestras próximas generaciones y esperar a encontrar una verdadera confianza en todo lo que nos rodea.
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