Por: Javier García Gelvez/ Es importante saber que la divisa por excelencia es el dólar, cualquier transacción que se haga con otro país bien sea una exportación o una importación siempre se hará en dólares; eso quiere decir que pueden existir diferencias entre los dólares que ingresan por las exportaciones y los dólares que salen por las importaciones
Esta diferencia se ve reflejada en la cuenta corriente nacional que es un componente de la balanza de pagos; dicha variación puede ser negativa o positiva, en el caso de Colombia es negativa, es decir salieron más dólares de los que entraron.
Son varias las razones que ocasionan este problema para las finanzas de los colombianos; primero que todo alguien nos metió el cuento que somos un país petrolero y eso no es cierto. Una vez convencidos de esa falacia, el gobierno centra su presupuesto sobre la expectativa de unos ingresos por concepto de la exportación petrolera representados en las utilidades generadas por Ecopetrol.
El gobierno elabora un presupuesto tomando como base un precio de 65 dólares por barril de petróleo, y con esto proyecta recibir por concepto de utilidades de Ecopetrol cerca de 7 billones de pesos; oh sorpresa… en este coge coge, Vladimir Putin en un acto de soberbia en contra de Donald Trump, se niega a ingresar a la OPEP con el fin de balancear los precios del crudo y como consecuencia, los Emiratos Árabes y Arabia Saudita deciden sacar de sus reservas grandes cantidades del hidrocarburo lo que impulsa el precio a la baja hasta llegar a 35 dólares por barril.
Esto ocasiona una gran diferencia entre los precios en dólares proyectados y los recibidos realmente por cada barril de petróleo que se exporta en Colombia, generando un déficit que en la cuenta corriente nacional es de (- 4,5%) del PIB.
Cada 10 dólares que caiga el precio del barril de petróleo, son unos 1.500 millones de dólares menos que recibe Colombia y que aumenta el déficit en la balanza comercial y la escasez de dólares presiona hacia el alza el valor de la divisa.
El Gobierno tiene que salir a buscar nuevos recursos, ninguna reforma tributaria que se haga este año va a tener efecto; hay que salir a buscar más deuda. A lo que se suma que habría un hueco adicional de $6 billones.
Lo peor de todo es que Colombia no tiene ningún producto que pueda sustituir al petróleo en el corto plazo, cuando entendamos que Colombia es un país agrícola, seguramente la economía de la región mejorara; por ejemplo, el aguacate es una buena opción, sin embargo, las exportaciones por cuenta de hidrocarburos estuvieron cerca a los 15.000 millones de dólares, para sustituir los ingresos del petróleo necesitaríamos aumentar y diversificar exponencialmente el portafolio de bienes y servicios.
Nuestras mayores posibilidades de crecimiento están en la demanda interna. La capacidad productiva del país se ha lesionado y deteriorado, en lugar de comprar bienes colombianos, esa demanda interna se direcciona hacia la compra de productos importados.
El gobierno se ha encargado de promover el consumo de bienes importados negándole la oportunidad a los productores nacionales de vender en Colombia y satisfacer la demanda interna; seguramente que el crecimiento del PIB hubiese mejorado ostensiblemente y no como se presentó porque muy buena parte de las compras que hicieron los colombianos fue en el exterior y por eso las importaciones crecieron.
Es como si usted vendiera paletas en su casa y prefirió comprárselas más caras al vecino.
Lógicamente los bolsillos de los colombianos sentirán el rigor de la subida del dólar, toda vez que la canasta familiar cuenta con muchos de sus bienes y servicios que se pagan en esta moneda.
La cotización del dólar afecta directamente algunos productos de la canasta familiar, no solo los importados, también a los nacionales.
Por cada 100 pesos que se incremente en la tasa cambio, el costo de producción de un kilo pollo puede llegar a subir 35 pesos. En el caso cerdo y el huevo se estima un incremento del 3% al 5% en el costo de producción.
En las plazas de mercado, productos de la canasta familiar como el pollo subieron cerca de $200 pesos la libra, la harina que estaba en $3.100 subió a $3.200 y la cubeta de huevos subió de $10. 800 a $11.000 pesos.
Los productos agrícolas como las frutas subieron alrededor de 1.000 pesos, la uva por ejemplo, subió de $7.000 a $8.000. Así mismo, los tenderos explican que las frutas importadas están al alza.
Con coronavirus o sin coronavirus, la situación económica en Colombia no ofrece un panorama halagador, urge el replanteamiento de las políticas económicas de nuestro país en procura de una mejor región.
Correo: jagarcia27@hotmail.com
Facebook: Javier García Gelvez
Instagram: javiergarcia591