Por: Wendy Serrano/ ¿Qué son las distorsiones cognitivas y por qué me generan ansiedad?
El escuchar los diferentes motivos de consultas durante estos días, relacionados con los signos y síntomas que hemos experimentados por primera vez en la vida, frente a la respuesta de aislamiento preventivo por Covid-19, decidí escribir sobre esas ideas erróneas que hemos creado a partir de diferentes factores a los que nos vemos expuestos, una de las preguntas más frecuentes es:
¿Qué es esto que estoy sintiendo?, lo que estas sintiendo es ansiedad, es miedo, una reacción normal ante una circunstancia anormal, es la forma en como los seres humanos nos enfrentamos a circunstancias que nos cambian completamente la sensación de control, es aquí cuando entra a jugar un rol muy importante sobre la información que recibimos y como la procesamos, este será un espacio para comprender lo que nos está pasando y también para recuperar esa sensación de control, dentro de los posible, tenemos que vivir el miedo, tenemos que saber que la ansiedad forma parte del afrontamiento ante estas situaciones.
¿Por qué se pasa tan mal cuando tenemos ansiedad? Bien, esto tiene más que ver con el significado que le aportamos más que la realidad de los síntomas. Vivimos en una sociedad en la que todo pasa muy deprisa, queremos abarcar muchas cosas y manejarlo todo de una manera casi perfecta, el adaptarnos a un nuevo cambio como: conectar con nuestros familiares, amigos, compañeros de apartamento, rutinas de trabajo, y/o parejas, nos aumentan los niveles y necesidad de control. El miedo a no poder llevar las cosas a cabo o la anticipación de las posibles consecuencias que pueden tener las situaciones que vivimos hace que empecemos a tener miedos y se conviertan en lo que mantiene la ansiedad.
Si observas que sientes ansiedad entonces es un síntoma de que algo está pasando en tu interior, ya sea porque existe un peligro real o porque la mente entiende que hay alguno.
La mejor manera de atajar estos síntomas y sensaciones es observar que pensamos y darnos cuenta si estamos magnificando problemas, o simplemente anticipándolos sin fundamento. Esta es la realidad que nos encontramos en un alto porcentaje de casos en consulta, ya que la ansiedad suele estar en la base de muchos problemas psicológicos.
Ahora bien, las distorsiones cognitivas son aquellas maneras erróneas que tenemos de procesar la información, es decir, malinterpretaciones de lo que ocurre a nuestro alrededor, generando múltiples consecuencias negativas. Las personas que padecen depresión tienen una visión de la realidad en la que las distorsiones cognitivas juegan un papel principal.
En mayor o menor medida, todos podemos presentar alguna vez, algún tipo de distorsión cognitiva. Saber detectarlas y analizarlas, nos ayudará a tener una mente más clara, desarrollando actitudes más realistas y sobre todo, positivas.
Aquí dejare unos buenos ejemplos adecuados a la situación que estamos viviendo frente a las distorsiones cognitivas más importantes:
1- La personalización: se refiere a cuando las personas se sienten responsables al 100% de acontecimientos en los que apenas han participado o incluso en aquellos en los que no han participado en absoluto.
Pensamiento distorsionado: “He seguido las medidas preventivas, sin embargo, no puedo dejar de pensar en que probablemente tenga el virus, siento que tengo los síntomas esto no me permite estar tranquilo”
2- Abstracción selectiva o filtraje: Consiste en centrar la atención en aquellos aspectos negativos e inadecuados, acordes a nuestros esquemas e ignorar o apenas tener en cuenta el resto de información.
Pensamiento distorsionado: “Estar todo este tiempo en la casa, tener tolerar a mi familia, siento que nos vamos a terminar odiando, cada día que pasa la convivencia se pone terrible” Se filtra lo negativo, lo positivo se olvida.
3- Sobregeneralización: Es la tendencia a creer que si algo ha ocurrido alguna vez, ocurrirá otras muchas veces.
Pensamiento distorsionado: “En el país no paran los infectados, todos vamos a morir porque aún no se ha encontrado la vacuna, no hay tratamientos y nos ocultan toda la información, vamos a estar igual que Italia” En este pensamiento distorsionado no nos hemos centrado en las medidas preventivas que se han tomado para la disminución del contagio.
4- Afirmaciones de “debería”, “tengo que”
Los «debería» o «tengo que» son creencias rígidas e inflexibles acerca de cómo debería ser uno o los demás. Las exigencias centradas en uno mismo, favorecen la autocrítica, mientras que las dirigidas hacia los demás favorecen la rabia, la ira y la agresividad.
Pensamiento distorsionado: “Debería rendir tanto como mis amigos, porque no puedo, es que no sirvo para nada”
5- Inferencia arbitraria: otro tipo de distorsión cognitiva que consiste en dar por hecho determinadas suposiciones, como la adivinación del futuro, consiste en esperar que las cosas salgan mal, sin permitirse la posibilidad de que sean neutras o positivas.
Pensamiento distorsionado: “Es muy difícil que salgamos de esta situación, el país no está preparado para esto, no seremos capaz y todos vamos a morir por falta de alimentos y medicinas, eso ya se sabe, no tenemos de otra, hay que esperar”
*Psicóloga con énfasis clínico, Psicoterapeuta individual y grupal.
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