Por: José Luis Arias Rey/ El confinamiento a que estamos sometidos los colombianos y buena parte de la humanidad por cuenta del Covid-19, nos impone nuevos retos en lo relativo a la modus vivendi que habremos adoptar de cara al mismo, pero el reto es aun mayor, esto no solo afecta nuestra vida cotidiana actual, sino que tendrá enormes repercusiones en el modo de vivir y de enfrentar la vida, una vez sea superada esta pandemia que llegó para cambiar nuestra forma de interaccionar unos otros y con la naturaleza misma en desarrollamos nuestra existencia.
Los modelos educativos, tal cual los conocíamos hasta hoy, habrán de cambiar de manera drástica e irreversible en el futuro inmediato, esa educación presencial debe ceder su espacio a una educación virtual, que demanda de todo nuestro ingenio, para cumplir con los propósitos que ella implica de formar nuevos ciudadanos, para un país que requiere de su concurso, a fin de reinventarse y salir del atolladero en que se encuentra por cuenta de las inadecuadas formas de vivir hasta hoy.
Como docente me vi expuesto a la necesidad de trasmitir mi conocimiento e impartir docencia por medios digitales 100% de la noche a la mañana, en el pasado habíamos intentado algunos modos y medios en este sentido, pero mas a manera experimental, hoy es una necesidad ineludible.
El trabajo que hasta hoy conocíamos, debe cambiar sus formas para lograr ser productivos aun en el encierro, nuestro sustento tiene que ser generado de alguna forma y la virtualidad es el camino pero ella demanda de nuestros mejores talentos para lograrlo, el Estado debe contribuir a ese cambio, en el caso de administración de justicia, urge la intervención del Consejo Superior de la Judicatura, para que se implemente a la mayor brevedad posible, el litigio en línea, entidades estatales como los ministerios, Superintendencias, Procuraduría General de la Nación, Contraria General de la Republica, Corporaciones Autonomías Regionales entre otras, deben habilitar plataformas que faciliten el trabajo desde casa, pero que garanticen el adecuado desempeño de las funciones que le son propias.
La vida de los seres humanos cambió de manera irreversible con esta difícil situación que tuvimos que vivir, las formas de hacer las cosas, deben adaptarse de manera inmediata a las nuevas exigencias de la vida en sociedad y los seres humanos, debemos adaptarnos rápidamente a ese cambio o de lo contrario veremos enormemente comprometida nuestra vida, nuestro ingreso y nuestra continuidad dentro del aparato productivo del país y del mundo.
Uno de los retos mas grandes a que nos vemos expuestos, es poder hacer ese tránsito de lo presencial a la virtualidad, con la menor resistencia posible a ese cambio, lo mayores tenemos un reto aun mayor, que consiste en motivar e incentivar a la juventud a asumir ese cambio sin resistencia y con esperanza, es la única forma de retomar nuestras vidas aun en medio de la adversidad, esta es la única forma posible de poder seguir con nuestras vidas, de seguir siendo productivos y lograr cumplir con nuestros proyectos de vida.
Las universidades, las empresas y el Estado mismo deben procurar dotar de la infraestructura necesaria, a ciudadanos, discentes, docentes y comunidad en general, para que este salto tecnológico se de en las mejores condiciones posibles, contando con plataformas de internet y softwares robustos, que faciliten la vida y el trabajo virtuales, devolviendo con ello, en cierta media y en lo posible la normalidad perdida por esta abrupta situación.
Esos proceso no pueden, ni deben ser transitorios mientras dura la cuarentena obligatoria que se nos impuso, estos deben llegar para quedarse definitivamente en la vida de las personas, de hecho, hacerlo contribuiría en gran medida con el medio ambiente, implicaría menos desplazamientos, que conllevarían a un menor riesgo en la vida e integridad de las personas, menor consumo de combustibles fósiles, menor utilización de papel, que redundaría en menor tala de árboles, en fin, haríamos un mejor y razonable uso de nuestros recursos naturales y humanos.
En nuestras manos está que podamos superar esta crisis con fortaleza de espíritu y seamos los arquitectos de una nueva sociedad, mas humana, mas comprometida con su futuro y el de las nuevas generaciones, no nos resistamos a un cambio que es necesario para enriquecer nuestra propia existencia.
*Abogado y Magister en Derecho Público
Twitter: @asjuram