Por: Diego Ruiz Thorrens/ El próximo primero de diciembre se conmemora una nueva fecha en la lucha mundial contra el VIH/Sida, conmemoración que nace en el año 1988. El lema de este año (2020) es ‘Indetectable = Intransmisible’, lema que en sí mismo es potente y sumamente importante.
Me explico: ¿Qué significa que una persona viva con VIH y sea ‘indetectable’? ONUSIDA brinda la siguiente definición: “Las personas que viven con VIH, con una carga viral indetectable, no pueden transmitir el VIH mediante el intercambio sexual”. Super sencillo, ¿no?
Si la anterior definición no es clara, la página web retoma el concepto de ONUSIDA y lo amplía de la siguiente forma: «Indetectable» significa que una prueba no puede detectar el virus en la sangre de una persona que vive con el VIH, aunque todavía hay cantidades extremadamente pequeñas (del virus). Alguien que esté indetectable durante 6 meses continuos o más, estando en tratamiento, no transmite el virus a través del sexo”.
“Indetectable también significa que el virus está bien controlado por medicamentos para el VIH, lo que también se conoce como «supresión viral». Si una persona con VIH indetectable deja de tomar sus medicamentos, el virus volverá a un nivel detectable que luego aumenta el riesgo de transmisión”.
En Colombia, ¿por qué es importante hablar de VIH e indetectabilidad? Las razones son muchísimas. No obstante, de las múltiples razones existentes abordaré unas pocas, en especial, aquellas que siguen afectando la calidad de vida de las personas que viven con el virus:
Pensar que VIH es igual a Sida y Sida es igual a muerte, lo cual es erróneo. Cuando hablamos de VIH hablamos simplemente de un virus, nada más. En algunas personas que adquirieron el virus, éste puede permanecer dormido por muchísimo tiempo, sin presentar manifestación. Por el contrario, cuando hablamos de Sida (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida) hablamos del proceso de inmunosupresión que sufre un organismo debido al virus del VIH, proceso que nunca se da de la noche a la mañana.
Este proceso puede tomar meses, en algunos casos años. De ahí la razón, si tenemos relaciones sexuales sin protección, de realizarnos de forma regular la prueba para VIH, sea bajo la toma de prueba rápida voluntaria (resultados en 15 a 20 minutos) o prueba de Elisa (cuyo resultado varía en horas o días dependiendo del laboratorio). Ambas pruebas son seguras y efectivas.
A pesar que en la jerga común seguimos hablando de VIH y Sida como iguales, entre el uno y el otro existen diferencias abismales. Por ello, es erróneo decir que una persona ‘tiene Sida’ o es ‘portadora del VIH’. La persona vive con un virus, nada más. Eso nos debe quedar claro.
Ahora: No toda persona que adquiere el virus de VIH presentará síntomas y/o manifestaciones del Sida. A su vez, no toda persona que se encuentre en estado de Sida tendrá que morir por el avance del virus. Los adelantos médicos, sumado a la nueva generación de medicamentos, han logrado mejorar la calidad vida de las personas que viven con el diagnóstico.
Pensar que el VIH es exclusivo de homosexuales, trabajadoras sexuales o personas promiscuas. Esta es una premisa falsa, peligrosa y que ha perdurado a lo largo del tiempo. La misma se debe (en gran parte) al estigma social que siempre han acompañado a estas poblaciones y a la memoria histórica, capturadas bajo registros fotográficos y audiovisuales, donde encontramos una primera generación de afectados por la pandemia del Sida, algunos de ellos hombres homosexuales, víctimas del (entonces nuevo y desconocido) “cáncer rosa”.
Con el pasar de los años, la implacable realidad demostró que el virus no sólo afectaba a hombres homosexuales u hombres que tienen sexo con otros hombres (incluyendo hombres heterosexuales que tienen sexo, solo por placer, con otros hombres): en el los años 90, dos figuras públicas norteamericanas demostraron que el virus no distinguía de edades o ciclos vitales.
Ryan White y Pedro Zamora fueron figuras que demostraron que el virus no discrimina a nadie. Lo mismo hizo en su momento el ex basquetbolista Magic Johnson. El fallecimiento de White en 1990 (con tal solo 18 años) marcó un antes y un después en la historia del VIH/SIDA: los niños también podían ser víctimas del virus.
Michael Jackson le compuso la canción “Gone to soon”. Aquí el link:
Por su parte, Pedro Zamora alcanzó una fuerte visibilidad gracias a su participación en el programa de la cadena MTV, ‘The Real World: San Francisco’, plataforma donde afianzó el dialogó sobre VIH y el sexo responsable, llegando a un nicho social aun excluido: los jóvenes. El 11 de noviembre de 1994, con tal solo 22 años, Zamora fallece a causa del SIDA.
Ver video sobre la vida de Zamora:
En Colombia, a pesar que persisten (en algunos territorios) barreras en el acceso a la toma de prueba rápida para VIH, la prueba de Elisa o en el acceso y continuidad en el tratamiento médico y antirretroviral dirigido a personas que viven con VIH, es necesario también resaltar que nuestro país ha logrado avanzar en la reducción de dichas brechas, mejorando el acceso a los programas de atención integral para personas viviendo con el virus.
Sí, debemos seguir hablando sobre prevención y autocuidado, promocionando el dialogo abierto sobre ITS, VIH, Sida, sexo, placer y sexualidad. No obstante, el nuevo escenario de la indetectabilidad en VIH debe orientarnos a la promoción de acciones que normalicen la toma de prueba para VIH (al mismo nivel de cualquier otro examen de control médico), permitiendo que, en el caso de una positividad en resultado, la persona tenga un más ágil acceso a la medicación que contrarreste el avance del virus en el cuerpo.
El escenario del ‘VIH: Indetectable = Intransmisible’, también es una invitación a derrumbar los mitos que aún existen sobre el VIH, denunciando el escrache social que afectan algunas personas con el virus (y a todos aquellos que trabajan en pro de las personas que viven con VIH), promoviendo acciones afirmativas de información y educación, permitiendo a todas aquellas personas que viven con VIH abrazar una realidad que, a su vez, les permita vivir sin miedos y sin la necesidad de esconderse o ser perseguidos.
Ya no estamos en 1984. Vivir con VIH dejó de ser (desde hace muchísimos años) una sentencia de muerte. Gracias a la actual medicación, todas aquellas personas que viven con el virus y que son indetectables, ahora pueden llevar una vida completamente normal, una sexualidad placentera, y una vida plena, sin miedos.
*Estudiante de Maestría en Derechos Humanos y Gestión de la transición del posconflicto de la Escuela Superior de Administración Pública – ESAP Santander.
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