Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ El consumo de drogas ilegales entre los adolescentes ha aumentado durante los últimos años, paralelo a este consumo aumentan también las problemáticas y conductas de riesgo las cuales son típicas de la adolescencia, sabemos que este es un problema a nivel mundial con graves consecuencias a nivel físico psicológico y social.
Para llegar al consumo existen diversos factores, no se tiene una causa única para llegar a él, considero que en unos casos son usados como excusa para justificar dicho consumo.
Curiosidad: esta puede ser la más recurrente y usada como excusa “probemos a ver como es” en el impera la influencia de los amigos o las personas con quienes se rodean, o los mismos medios de comunicación y las redes sociales, así como las fiestas. Experiencias traumáticas: con esta experiencia se usa la frase la droga me ayuda a escapar y se busca con ello olvidar o sobre llevar situaciones complicadas. Estrés: aunque esta relacionado con el punto anterior se usa este escape para buscar relajarse y aliviar la tensión así sea momentáneamente. Lograr un mejor desempeño: usada en el campo deportivo, laboral o académicos. Falta de motivación: personas que no encuentran algún tipo de motivación y acuden a las drogas buscando experimentar sensaciones pasajeras de euforia. Entorno familiar: personas que tienen una convivencia inestable padres drogadictos, violencia intrafamiliar: Presión por amistades: consumo habitual del grupo con que se relacionan y se acepte el consumo para pertenecer al mismo. Carencia de habilidades sociales: buscan en las drogas desinhibirse y encontrar seguridad al momento de tener interacción social. Imitación por admiración: influenciado por parecerse a cierto ídolo sea de personas conocidas o personajes públicos. En un tema de salud para conciliar el sueño.
Ahora bien vimos unos de tantos factores que existen para caer en ese mundo cruel de la drogadicción, todo ellos basados en la búsqueda de soluciones quimeras que conducen a la destrucción de la persona y con ella arrastrando a toda una familia que sufre al ver como se destruye un ser amado.
¿Cuántas fortunas amasadas con la destrucción de vidas, cuantas muertes generadas por la violencia que genera el poder de las mafias que controlan estos mercados, que han hecho los gobiernos en el mundo por combatir este flagelo?
¿Por qué hay campesinos dedicados a estos cultivos ilícitos? ¿Dónde está el apoyo psicológico y medico a los jóvenes que caen en la drogadicción? ¿Qué hacen los claustros educativos para prevenir y educar sobre el consumo de estas drogas? ¿Existe control en los sitios de esparcimiento para prohibir el consumo de drogas? Como ven son solo unas pocas preguntas que nos ofrecen como respuesta que todos nosotros hacemos poco por ayudar a combatir este consumo y que nos limitamos a ver y dejar pasar para luego rechazar a ese joven que cae en ese vicio a, usted y yo algo tenemos de culpa.
Con esta columna pretendo hacer una reflexión sobre la destrucción que se está viendo de nuestra juventud, de nuestra sociedad empecemos desde nuestras casas es hora de integrar la familia en un ambiente de comunicación de respeto y sobre todo de confianza, donde están esos lazos de afecto y convivencia positiva con nuestros semejantes todos ese que vemos en la esquina, ¿con los amigos, con los vecinos, con los compañeros de trabajo, estamos reconociendo los logros, habilidades que están desarrollando? ¿Dejamos que confíen más en los demás?
No quiero entrar en la polémica de que han hecho los gobiernos del mundo por combatir este flagelo y que han hecho nuestros gobiernos de turno o cuantos políticos se han financiado con esos dineros, bastantes muertos hemos puesto en nuestro país y difíciles momentos hemos vivido en el pasado por culpa de esta práctica, evitemos que esto avance y la mejor forma es desde nuestros hogares, desde nuestra vecindad estar pendientes de nuestros jóvenes y no dejar que caigan en esas garras y usted desde su conciencia de ciudadano no apoye ningún político que tenga algún vínculo con esta clase de gente.
La invitación es despertar la importancia de una vida, de un sueño de un joven, la alegría de una familia, no permitamos que más jóvenes caigan en ese mundo, de nosotros depende, la solución está en nuestras manos, brindemos amor, escuchemos más, juguemos más compartamos más y seamos amigos de nuestros hijos.
*Profesional en Mercadeo
Twitter: @heraldoru