Por: Luis Carlos Heredia Ordóñez/ En Colombia, la protección de los recursos naturales está garantizada por el Estado, considerándose como una de las principales banderas constitucionales y un éxito de la famosa Constituyente de 1991, considerada una de las constituciones políticas más ambientalistas del continente americano.
A pesar de esta protección legal en los ecosistemas, las medidas administrativas o ejecutivas para garantizar su protección, se han visto rezagadas por múltiples factores como: extracción ilegal de recursos, construcción de proyectos con poco o nulo acompañamiento y cumplimiento de la legislación ambiental, entre otros.
Con ello, teniendo consecuencias negativas en la calidad del aire, suelo y recurso agua. Asimismo, propiciando afectaciones ambientales como derrumbes, remoción en masa de montañas, inundaciones.
En los últimos años la generación de impactos ambientales, como la pérdida de los niveles de calidad de aire, ocasionan riesgos ambientales en la salud de los ciudadanos y el medio ambiente.
En Floridablanca, la ejecución de la APP (Alianza Público Privada) numero 002 de 2016, celebrado entre la Agencia Nacional de infraestructura (ANI), y el Consorcio Autovía Bucaramanga -Pamplona en un trayecto que corresponde a 13 kilómetros y que atraviesa principalmente los cerros orientales de Floridablanca y el área conocida como Cerro de la Judía,
Este ecosistema es un área protegida por las autoridades ambientales con una gran importancia ecológica y ambiental para la ciudad de Floridablanca y el área metropolitana de Bucaramanga.
En esta zona se encuentran árboles que son estratégicos para la biodiversidad, el control y la regulación de la temperatura y el clima, asimismo de bosques naturales y quebradas estratégicos para la salud ambiental de los florideños.
Según el estudio de impacto ambiental suministrado por la ANLA y que aparece publicado en la página de Internet de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, este proyecto afirma que se talarán 17,000 árboles, una cantidad importante que acarrea no solamente la destrucción del ecosistema del Cerro de la Judía.
Propicia la generación de nuevos impactos ambientales que además serían graves y muy complejos de manejar en el turismo, salud pública, la calidad del agua y la productividad de los predios rurales del área de influencia de este proyecto.
Los proyectos ambientales; en especial en la construcción de vías, requieren de un acompañamiento técnico y ambiental, en donde se promueva la sostenibilidad en los procesos de construcción vial, identificando las afectaciones en los ecosistemas en donde se están construyendo estos proyectos, para minimizar o mitigar los impactos que puedan ser negativos.
Por lo tanto, se debe generar una gestión ambiental que no solamente surja desde el discurso de la creación de un estudio de impacto ambiental, para acceder a un licenciamiento por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales.
Es importante desarrollar acciones ejecutivas basadas en las ciencias ambientales desde los procesos de construcción y manejo ambiental en la obra vial, para lograr reducir los impactos ambientales a su mínima expresión y que no ocasionen impactos negativos en las comunidades.
Uno de los impactos ambientales que se desarrolla actualmente en los cerros orientales es la deforestación, qué implica perder un potencial de captación de carbono especialmente CO2, de 7.2 toneladas anuales, según los datos del panel intergubernamental de cambio climático IPCC, los árboles en el trópico tienen un promedio de captación de 500 kg anuales.
En todo caso, la reducción de los niveles de dióxido de carbono en el aire es importante para mitigar los efectos del cambio climático y el calentamiento global en las ciudades.
Problemática la cual la ciudad de Bucaramanga y su área metropolitana no es ajena; por consiguiente, este servicio ecosistémico es fundamental para evitar la contaminación en el aire y también minimizar los casos de infecciones respiratorias agudas, teniendo especial importancia este tipo de infecciones en el presente debido a la pandemia por Covid-19.
Por último, la erosión es otro de los efectos negativos causados por la construcción de esta vía en los cerros orientales de Floridablanca, que tiene impactos ambientales negativos, debido a la generación de sólidos disueltos totales (SDT) que aportan al Río Frío y demás cuerpos hídricos presentes en los cerros orientales de Floridablanca.
Esto crea problemas por sedimentación que promueven inundaciones en el casco urbano de Floridablanca, también afecta la cantidad y calidad del agua que es necesaria para las faenas del campo en la zona rural de Floridablanca, y la captación de agua potable por parte del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga (amb).
No obstante, la necesidad de que el ciudadano tenga educación y aprendizaje en temas de naturaleza y medio ambiente, es vital para que la ciudadanía entienda y logre comprender que el progreso de la sociedad va encaminado a la sostenibilidad y al uso adecuado de los recursos naturales.
y en especial debe afectar e impactar negativamente en lo más mínimo al medio ambiente, ecosistemas, bosques, ríos y lagos; qué son importantes para lograr tener las comodidades, bienes, servicios y también la alimentación y la sociedad que tenemos y conocemos actualmente.
Para nuestros lectores, se debe tener en consideración que la construcción de una vía en un bosque tan importante como el Cerro de la Judía, requiere más de preservar este ecosistema como un patrimonio ambiental del departamento de Santander, por sus bosques y por el agua que aporta al área metropolitana de Bucaramanga, su defensa y cuidado es tan estratégico e importante, como sucede con el Páramo de Santurbán.
*Tecnólogo ambiental, ingeniero ambiental.
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