Los venezolanos que se hayan acostado el jueves con un millón de bolívares soberanos en el bolsillo, se habrán levantado el viernes con un bolívar digital. El Gobierno de Nicolás Maduro decidió remover seis ceros a su moneda, devorada por la hiperinflación que comenzó en 2017.
A partir de este viernes, los venezolanos vivirán su tercera reconversión monetaria en lo que va del siglo, lo que habrá llevado al país a perder 14 ceros desde 2008; una medida criticada por la oposición.
Tras más de cuatro años de hiperinflación, un fenómeno que consiste en un rápido y constante aumento de los precios, la moneda local venezolana ha perdido gran parte de su valor: para comprar hoy un dólar se necesitan cinco millones de bolívares.
Para entender la hiperinflación en Venezuela basta con hacer un ejercicio: tomar lo equivalente a 50.000 millones de dólares y guardarlo en bolívares durante 14 años. Al cabo de este periodo, el botín costará 25 centavos.
El billete de mayor denominación en Venezuela es de un millón de bolívares, que en el mejor de los casos alcanza para comprar una barra de pan. Por eso, la contabilidad de muchas empresas se ha hecho imposible con los innumerables ceros que deben incluir en los libros.
Una reconversión, entonces, era imprescindible para la vida cotidiana de los venezolanos, simplificando la contabilidad en empresas y bancos, donde los sistemas ya no pueden manejar las enormes cifras.
A partir de este viernes 1 de octubre, «todo aquello expresado en moneda nacional se dividirá entre un millón», comunicó el Banco Central de Venezuela (BCV), que además sacará a las calles un nuevo cono monetario: una moneda de un bolívar y billetes de 5, 10, 20, 50 y 100.
Sin embargo, los bolívares en efectivo en Venezuela rara vez se utilizan para compras de rutina.
