Por: Luis Carlos Heredia Ordóñez/ Las quebradas de basura en Floridablanca y la próxima emergencia sanitaria en el área metropolitana de Bucaramanga, han demostrado la poca o nula capacidad técnicas de las llamadas “oficinas de medio ambiente o secretarias o subsecretaria de medio ambiente” y demás rimbombantes títulos que son puestos a estos esquemas burocráticos.
El autismo de la burocracia en los procesos ambientales, ha sido uno de los mas graves problemas que ha tenido los municipios del área metropolitana; especialmente la ausencia de diagnósticos ambientales y planes de acción de mitigación ambiental serios,
Actualmente en muchas capitales del mundo, los diagnósticos ambientales multicriterio y transversal desde la ecología social, son claves en la mitigación de los daños ambientales y la reducción de la generación de gases de efecto invernadero, siendo una herramienta fundamental en el cumplimento de los objetos de desarrollo sostenible y la prevención dela contaminación, cosa que en el área metropolitana de Bucaramanga, se desconoce y se niega realizar por soberbia gubernamental en nuestros municipios metropolitanos.
La falta de una preocupación valida y argumentada en el cumplimento de metas y objetivos ambientales en los municipios del área metropolitana de Bucaramanga, ha demostrado la ausencia de profesionales ambientales en la formulación de políticas ambientales y en especial los capítulos ambientales de los planes de desarrollo, que deberían ser efectuados profesionales idóneos.
Esto ha demostrado que en el contexto de la ejecución los procesos ambientales se quedan en estériles reuniones, sembratones sin criterios técnicos y ecológicos, además la ejecución de la institucionalidad ambiental en el área metropolitana de Bucaramanga, se viene haciendo “la vista gorda” con los verdaderos problemas ambientales; los cuales pretenden solucionar a punta de videos de redes sociales y capacitaciones mediocres.
Hechos y situaciones que se han presentado en los últimos años a nivel metropolitano, han mostrado la incapacidad técnica de los actores ambientales municipales, las mismas autoridades ambientales y las alcaldías en el tema ambiental.
La evidencia de esta aseveración, está en la crisis de los residuos sólidos en el relleno sanitario del carrasco, el escandaloso contrato de Vitalogic, el incumplimiento de las metas del ODS en Santander en temas ambientales, las graves afectaciones ambientales, hidráulicas y de calidad de ribera en las quebradas: La Penitente, La Batata y Aranzoque en Floridablanca.
También el fracaso del sistema de tratamiento de aguas residuales, el sistema de vigilancia de calidad del aire dañado, así mismo la falta de idoneidad en la gestión del riesgo, las inundaciones en Rio De Oro, y sobre todo el conflicto en los Cerros Orientales y Santurbán; son algunos de estos fracasos en la gestión ambiental municipal y metropolitana.
Algunos gobernantes enceguecidos por el populismo y mesianismo, que, sin lógica, ni ética y mucho menos estética, pero llenos de una inigualable incapacidad técnica y sin asesoramiento adecuado van por ahí “creyendo” que los temas ambientales de Bucaramanga se consultan y solucionan con citas o frases de libros de Bill Gates (el creador de Microsoft) para darles solución.
Esto demuestra que las voces de expertos, profesionales ambientales, técnicos e ingenieros en el área del medio ambiente, que en muchos casos ofrecen soluciones a los problemas ambientales o al mejoramiento de las condiciones ambientales, sencillamente son ignorados.
Teniendo como consecuencia que las alcaldías por lo menos en los últimos 30 años, están propiciando y causando en el área metropolitana una constante y permanente emergencia ambiental y no solo por los residuos sólidos.
Entonces estimado lector, los procesos de contaminación en el área metropolitana de Bucaramanga son problema de todos.
Pero aun más, es el deber ciudadano de exigir profesionales idóneos y en lo preferible con tarjeta profesional e ingenieros ambientales que den soluciones y permitan la correcta gestión ambiental metropolitana,
No podemos seguir con la alcahuetería de contratar y permitir en cargos de técnicos ambientales a licenciados en español, ambientalistas de redes sociales sin formación técnica y menos aún a burócratas, youtubers y charlatanes, que usan el populismo ambiental para vivir de los impuestos de los colombianos como unos zánganos o acceder a cargos públicos.
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*Tecnólogo ambiental, ingeniero ambiental.
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