Por: Manuel Fernando Silva Tarazona/ Venimos de unas generaciones muy arcaicas e incluso “godos”, donde lastimosamente el sexo era un tabú religioso, crimen e incluso algo poco pudoroso, aún más si se trataba de anatomía femenina o de su mismo placer, no es por ignorancia, literalmente no le damos importancia a este tema, primero se crearon las armas, los métodos anticonceptivos antes que si quiera ver cómo era el clítoris por dentro y entenderlo, para que se hagan una idea, en 1920, Sigmund Freud no le dio importancia a este órgano sexual, diciendo que sus orgasmos eran inmaduros, simplemente por su tamaño, haciendo que ni en los libros de biología de la época se tuviera en cuenta, no fue hasta 2005, que por fin, una mujer australiana, la doctora Hellen O’connell fue la primera que describió anatómicamente este órgano por dentro y por fuera, esto no nos desemboca al siguiente tema.
La brecha orgásmica, para muchos arcaicos esto es inexistente como la brecha salarial, pero no, lastimosamente la triste realidad, es que en promedio 3 de cada 10 mujeres en sus relaciones sexuales heterosexuales llegan al orgasmo, frente al 8 de cada 10 hombres que siempre llegan, el promedio lo mejoran las relaciones lésbicas, con un promedio de cada 10 mujeres llegan 6 al orgasmo, pero si vamos al promedio que nunca llega al orgasmo, es preocupante ver, que por cada hombre que jamás llego al orgasmo, se encuentran 10 mujeres con esta misma situación, estas cifras es a nivel mundial, eso quiere decir, que incluso en los países desarrollados poseen esta misma problemática, pero, ¿a qué se debe esta abismal diferencia?
Podemos analizar que en promedio los adultos del 2022, descubrieron su sexualidad por ellos mismos, con porno, amigos, conocidos, televisión, además poseían y poseen, miles de tabúes frente al mismo, jamás nadie se tomó la molestia de explicarles, el cómo conocer su propio cuerpo y como tener un crecimiento sexual saludable, llevándonos a distintas problemáticas, tales como; embarazo adolescente, enfermedades de transmisión sexual, total insatisfacción sexual y etc… Pero claramente los porcentajes favorecen al hombre, somos más los hombres que nos sentimos libres de poder investigar de nuestros placeres, que las mujeres, llevando así a que miles de mujeres se repriman hacia su propio placer como en la edad de piedra donde solo las veían como un objeto de satisfacción sexual masculina, entonces sí, la brecha orgásmica es una triste y vergonzosa realidad.
La educación sexual es mínima y pésima, nunca nos enseñan el cómo realmente lidiar con nuestros cambios hormonales y el cómo asimilarlos, siempre nos satanizan la información acerca del placer humano, haciéndolo ver como algo extraño, cuando realmente, el sexo es la fuente más natural de placer humano, sencillamente, hemos satanizado un tema el cual nos afecta a todos y lastimosamente en este caso, afecta más a un género en específico creando así la brecha orgásmica.
Lo verdaderamente triste del tema, es que no solamente se reprimen con su pareja o con las personas en general, se reprimen con ellas mismas, cerrándose la oportunidad de conocer su propio cuerpo en su intimidad, cerrándose a conocer nuevas experiencias intimas para poder llegar al clímax, así sea sola o en pareja, las personas que son afectadas por la represión sexual, lidian con una vida sexual en pareja o personal, pésima y con total insatisfacción, pero esto debemos cambiarlo, incluir esto como tema de conversación normal, que los padres sean más abiertos frente al tema y que en la educación sexual no solo sea para que se eviten embarazos, sino también para que se pueda disfrutar en su totalidad del sexo.
El sexo en pareja es lo más individual que puedan encontrar, me explico, el sexo es algo que se hace en pareja pero las labores en el son individuales, donde debe haber comunicación o un mutuo entendimiento, entonces, cada participante del mismo, debe realizar bien su parte para llevar a cabo una buena experiencia sexual para ambas partes, si solo una parte, hace su labor, se verá beneficiada únicamente el otro individuo, el placer del sexo se halla generando placer en la otra persona, haciendo así una grata experiencia para ambas partes.
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