Por: Pablo Arteaga/ No se puede desconocer el trabajo que viene realizando la fuerza pública, fiscalía, policía del Magdalena Medio, en torno de garantizar la seguridad para la ciudad, pero se necesita que estos esfuerzos se multipliquen lo suficiente, para que la ciudadanía sienta y respire tranquilidad; que además vean que no existe peligro alguno en las calles que pueda afectar la integridad de la familia y en especial de sus hijos, porque para nadie es un secreto que a nuestra juventud la está asechando la delincuencia, que busca cada oportunidad para llevarlos al mundo del vicio y de las drogas.
Desafortunadamente hoy día las noticias y hasta las redes sociales muestran y denuncian los diferentes casos delictivos que ocurren a diario, entre ellos los hurtos, la corrupción y los hechos de muerte. Los datos registrados -según los noticieros de la región- en lo corrido del año unas 10 personas han encontrado la muerte de forma violenta, donde la mayoría han sido los jóvenes, que según información de las organizaciones de derechos humanos, se debe a una posible guerra interna, de retaliaciones o ajustes de cuentas de las bandas delincuenciales, que buscan mantener su poderío en los territorios, al servicio de los mercaderes del microtráfico.
Los defensores de derechos humanos también han manifestado que la Administración Municipal, no cuenta con una estrategia o programa que permita generar acciones, que ayuden y ocupen la mente de los jóvenes de los sectores más vulnerables del Puerto Petrolero y que son necesarios para poder alejarlos de la violencia; además existe desde el año pasado una política pública juvenil que no ha sido lo suficientemente efectiva para tratar los múltiples problemas que enfrenta la juventud.
Es necesario que, si el gobierno local no sabe qué hacer con este problema, sean las autoridades llámese policía y/o ejército nacional, las que coordinen las tareas para contrarrestar el flagelo que está destruyendo las familias de la ciudad. Una de ellas -y las más solicitada por la comunidad- es acabar definitivamente con las ‘ollas’. Barrancabermeja no puede volver a la guerra que se vivió hace muchos años, la semana pasada fue una granada que atentó contra la vida de varias personas de la sociedad civil, ¿para mañana que será?
Otro factor que incide en el crecimiento acelerado de eventos delincuenciales es la falta de oportunidades laborales, de programas para los habitantes de calle, de programas para la salud pública, entre otros. Cómo podemos atacar estos problemas o generar progreso para la región, si desde los enfoques gubernamentales, la clase política en Barrancabermeja le ha dado mayor interés al clientelismo político y a los intereses particulares, para obtener beneficios económicos a costilla del erario o el más conocido plan ‘CVY’ (como voy yo).
Esta es una clara visión, el gobierno local dejó de lado las oportunidades de superar las dificultades que enfrenta la población, se cerró a la banda en conseguir inversión o en invitar a los inversionistas a que vean en Barrancabermeja una excelente opción para desarrollar cualquier tipo de proyecto económico.
Me pregunto si los concejales de la ciudad han hecho algún debate que analice y califique el avance del Plan de Desarrollo de la administración municipal, pues pese a que el alcalde este fuera de sus funciones, existe una persona que debe liderar las riendas del municipio y ejecutar lo plasmado en la Carta de Navegación.
¿Qué pasó con el Plan Barrancabermeja Global 20/50, al que el gobierno le inyectó una importante suma de dinero?, ¿dónde están los 8 mil millones que invirtieron para el POT?, ¿por qué no han entregado las obras de los escenarios deportivos? y, ¿qué pasó con los recursos y el desarrollo del parque del agua, el proyecto de la Ptar San Silvestre y el de la Ciudadela Centenario?
Esta es solo una muestra que la economía de la ciudad está en gran declive y si el alcalde Darío Echeverri no se desliga de la administración, la situación empeorará. La recomendación para toda la población es que no sean permisibles o tolerantes ante los casos de corrupción, que denuncie todo hecho delictivo y sobre todo luchar por el bienestar de nuestras familias.
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