Por: Érika Bayona López/ La migración se ha constituido en un fenómeno que pone a prueba a las democracias avanzadas, que al igual que la fauna silvestre deben desplazarse a otros lugares con fines de supervivencia.
Cada año, miles de personas abandonan sus hogares en Latinoamérica, el Caribe y otras regiones para intentar asegurar futuros que se han vuelto prácticamente inalcanzables en sus países de origen. El despojo económico, la falta de acceso a la educación y el empleo, la violencia y otros factores estructurales y personales han motivado a las personas de todo el mundo, pero principalmente de los países centroamericanos, a buscar una nueva vida en los Estados Unidos u otros países de la región.
A menudo, en el contexto de la migración, existen demasiados factores que impulsan el buscar una mejor calidad de vida unido de una mejor remuneración económica, donde despojarse de los seres queridos es solo el mínimo riesgo que se corre cuando se decide dejar el país de origen. Esta ardua decisión se convierte en volcar a una aventura que algunos emprenden con éxito, muchos con exilio y depresión, y otros más audaces se enfrentan a la selva y demás inclemencias, donde la muerte es el lado extremo de los resultados esperados.
Los países latinoamericanos sufren a hoy desigualdades económicas, ambientales, sociales y políticas, permitiendo que las razones desesperadas para huir de estos territorios sea mirar al norte, donde el “sueño americano” se convierte en un anhelo con pinta de sueño perfecto que conlleva luchas infinitas que resuelven el problema de fondo socioeconómico, pues la inflación mundial ya está tocando esferas económicas, cuyas potencias mundiales con cierto recelo no quieren abordar.
Los factores de seguridad pueden presentar peligro para las personas, incitándoles a emigrar. Aquellas que migran de manera irregular de Centroamérica a Norteamérica deben enfrentar cruces peligrosos de ríos y desiertos, terrenos remotos y formas inseguras de transporte para llegar a sus destinos, como viajar en la parte superior de los trenes de carga en viajes largos o dentro de camiones. También, pueden estar expuestas a diferentes formas de violencia, como robos, extorsiones, agresiones, o incluso ser traficadas o asesinadas. La persecución y la discriminación basadas en nacionalidad, raza, religión, creencias políticas o membresía en un particular grupo social, inducirán a las personas a trasladarse grandes distancias en busca de un sitio más seguro donde poder tener libertad sobre sus vidas. El peligro puede ser impuesto a individuos por algo formal, como la guerra, o informal, como la actividad pandillera generalizada.
En general, se cree que en la migración económica las personas se trasladan de zonas en desarrollo más pobres a zonas más ricas donde los salarios son más altos y hay más trabajos disponibles. También es común que las personas de las zonas rurales se trasladen a zonas urbanas más competitivas para encontrar más oportunidades. Los migrantes a menudo se trasladan para asegurar mejores oportunidades para ellos o sus familias, como enviar a sus hijos a una mejor y más segura escuela o encontrar un trabajo que no sólo ofrezca un salario suficiente, sino también importantes beneficios y oportunidades de crecimiento profesional.
En la actualidad ya existen alrededor de 700 km de vallas metálicas, rejas y cercas de alambre de púas en estados fronterizos.
Donald Trump, Expresidente de Estados Unidos, insistió en construir un muro de 2.300 km en la frontera entre los dos países (México y Estados Unidos) que tendría un costo de alrededor de 15 mil millones de dólares, y presionó para que sea pagado por el pueblo mexicano.
Este hombre cumplió una de sus principales promesas de campaña al firmar un acta ejecutiva en que ordena completar un muro del que ya existe la tercera parte y buscaba evitar la migración indocumentada, el narcotráfico y posibles actos terroristas a su país por la frontera con México. Este proyecto se acompañó de un discurso antiinmigrante y antimexicano, pero en realidad afectó a toda América Latina y a otros países ya que por ella han entrado personas de Centro y Sudamérica, caribeños e incluso europeos, asiáticos y africanos.
También era una medida económica que buscaba proteger el empleo e impedir que salgan capitales del tráfico de drogas a México para ser lavados.
El aumento importante en la deportación de personas es un posible incremento de los retornados voluntarios, que sean menos quienes deciden correr el alto riesgo de intentar cruzar y que muchos empleadores de indocumentados se están apegando más que en otras administraciones a las leyes de contratación de inmigrantes.
Los movimientos de población de unas regiones a otras a lo largo de la historia han tenido motivaciones económicas y de seguridad, pues siempre han existido importantes desigualdades socioeconómicas y culturales entre territorios y sus poblaciones. Por otro lado, los diferentes grupos humanos se han protegido de diversas maneras, y una de ellas ha sido la construcción de barreras físicas, que les han brindado la sensación psicosocial de tener una mayor seguridad. Sin embargo, la historia demuestra que tal efecto solo puede ser temporal, pues no han podido preservar la tranquilidad de los pueblos en forma permanente; murallas, muros y vallas han terminado por caer.
Dado todo esto, solo me queda por penar: ¿Será que en verdad tenemos aporofobia?
La aporofobia atenta contra la democracia porque atenta contra la igual dignidad de todas las personas, excluye a los pobres, a los que parece que no pueden intercambiar nada.
Como ciudadanos y nómadas por naturaleza, debemos combatir esto construyendo instituciones basadas en el igual valor de las personas, y educando en el respeto a la dignidad de todas ellas, y no sólo de palabra, sino mostrando en la vida cotidiana que nos sabemos y nos sentimos igualmente dignos.
Casi por definición, la construcción de muros proviene de una ideología basada en sentimientos de superioridad y sabemos que los muros, las murallas y otras barreras físicas se construyen.
Más que una crisis humanitaria, estamos ante una crisis por falta de humanidad.
Si el éxito se define en parte como la eliminación de un problema cual la inmigración ilegal, entonces no solo los muros de Israel sino muchos a lo largo de la historia han tenido éxito. Pero tal vez se pueda lograr un éxito aún mayor cuando los pueblos y las naciones alcancen un nivel de respeto mutuo que elimine la necesidad de muros.
El principal país de destino de los migrantes es y seguirá siendo Estados Unidos, y hoy quiero hablar de las diferentes y más populares maneras de atravesar la frontera a Estados Unidos desde México.
Por la línea – hacen descender a las personas de los camiones donde van encerrados durante un viaje de 2 días. La gente debe atravesar la línea de migración en el minuto de tiempo en que se hace el cambio de policía en las casetas. Evidentemente, aquel que logra llegar al punto de destino asignado (corriendo) es recogido por otro vehículo ya en los Estados Unidos.
Pros: Es la manera más rápida y con menos esfuerzo y desgaste.
Contras: Es la manera más cara que hay. Va de 12,000 a 15,000 dólares por pasarte por la línea.
Obstáculos: Algún agente de migración puede detenerte antes de llegar al punto destino y arrestarte a regresarte a tu país. Si no se llega a tiempo al segundo vehículo en USA, simplemente te dejan a la deriva.
Como todo en la vida, esto va ligado a unos pros y contras. Esta frase la suelo usar cuando alguien me pide un consejo sobre algo, porque todo en la vida tiene ventajas y desventajas. Por supuesto, es evidente que la opción escogida será la que consideremos como la más ventajosa, o como poco la más adecuada a la situación. Ya sea porque cubre el mayor número de necesidades, las más urgentes, las más importantes. O bien porque lo hace aplicando mayores estándares de calidad. Por ello, estoy total y absolutamente convencida de que todo, absolutamente todo en esta vida, tiene alguna ventaja.
Al igual que ocurre con las ventajas, y por los mismos motivos, toda opción esconde una serie de inconvenientes o desventajas. Aunque fuera la opción más adecuada para dar solución al problema que estamos enfrentando.
- Por el Desierto – Los grupos caminan por 3 días aproximadamente sobre el desierto, día y noche con descansos muy esporádicos. Las personas deben llevar algo de alimento y bebida para el camino, aparte de objetos personales como ropa, etc. Por lo regular viajan casi sin nada, solo lo necesario para sobrevivir.
Pros: Es una de las maneras más accesibles en cuanto a costos. Con un valor de 3,000-5,000 dólares.
Contras: Es de las formas más riesgosas. La gente es expuesta a desgastes físicos, insolación, enfermedades y abusos.
Obstáculos: Las altas temperaturas del desierto pueden provocar desfallecimiento, inclusive muerte.
Las patrullas de migración al llegar casi a la frontera tienen derecho de arrestarte o inclusive dispararte.
- Algunos hispanos de varios países como Guatemala, Honduras, El Salvador y Ecuador, deciden atravesar varias fronteras por medio de “La Bestia” el tren más popular entre los inmigrantes. Su recorrido dura aproximadamente 2-3 semanas. Algunos se quedan a medio camino sin poder cruzar todas las fronteras.
Por esto, México es uno de los países que más recibe grandes cantidades de migrantes que ya no logran pasar hasta Estados Unidos.
Contras: Abusos, Violencia, desgaste, mala alimentación.
Ahora bien, hablando estrictamente de los ciudadanos cubanos, dentro de toda la migración a Estados Unidos, los que logran tocar tierra americana, por “derecho” pueden pertenecer al país. Pues, sabemos que la relación política, social y comercial de CUBA con Estados Unidos es nula, así que este funge como un refugio para los migrantes cubanos, tal como si los adoptaran.
Esta situación de pobreza, subdesarrollo y lento crecimiento económico es la base estructural que permite entender las dimensiones que ha adquirido la emigración internacional en estos países en las últimas dos décadas. A ello se agrega la inestabilidad política que afectó a las regiones en décadas pasadas, así́ como los niveles de violencia e inseguridad ciudadana que se registran actualmente. El nivel de violencia al que se enfrentan estas poblaciones de los países del norte de Centroamérica es significativamente superior al promedio latinoamericano. La pobreza, el subdesarrollo económico y productivo, la situación de violencia y las bajas expectativas de que todo pueda mejorar son factores fundamentales para explicar los altos volúmenes de la emigración.
Lo apremiante de esta radiografía, más combatirla, es que las soluciones de los países emergentes garanticen condiciones de vida con estándares más altos a los actuales. Y sin sonar elitistas, garantizar no lo mínimo, sino lo necesario para la subsistencia humana y no es precisamente con un alza a un salario mínimo, dar mercados a la beneficencia o subsidios paganos. La ausencia y carencia de oportunidades, debe ser el propósito de cambio para todos, pero las propuestas para la migración deben ser sostenibles y la última opción de supervivencia.
Independientemente de la identidad nacional, todos somos seres humanos. Tal vez en vez de aislarnos unos de otros, un enfoque más positivo y eficaz para resolver los problemas muy reales que existen actualmente entre los estados-nación vecinos y los pueblos de todo el mundo sea uno que haga hincapié en el respeto y el valor igual de todo ser humano, sin importar su ciudadanía, etnia, religión o idioma.
Luchar para sobrevivir no debería ser la premisa que justifique la migración casi forzada del hemisferio sur a cualquier parte del mundo tal como denotan las estadísticas y que por el contrario algún día, se garantice un orden y trato justo como premisa económica y social en todos los Estados sociales de derecho.
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*Acount Auditor QA. MBA / Administradora de Negocios Internacionales y Especialista en Mercadeo Internacional de la Universidad Pontificia Bolivariana.
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