Por: Luis Carlos Heredia Ordóñez/ En el escándalo y el bullicio de las ferias en Bucaramanga y en la sordidez en la jornada de rumba que se han generado debido a estos eventos populares en la ciudad, se ha ignorado las graves afectaciones ambientales que se vienen generando especialmente por el transporte en el área metropolitana de Bucaramanga, el problema que especialmente la alcaldía de Bucaramanga de Juan Carlos Cárdenas, se ha hecho el sordo y el mudo y el ciego.
La problemática de las emisiones de los vehículos es un aspecto de suma importancia, teniendo en cuenta la ubicación geográfica de la ciudad de Bucaramanga en una meseta que se ve afectada por los factores climáticos y los eventos climáticos que se generan en el páramo de Santurbán al igual que los regímenes de vientos que se establecen en el Valle del Río de Oro.
Estas características permiten la formación de microclimas y la generación de Smog, que afecta la calidad de vida y la salud de los ciudadanos.
Por eso en Bucaramanga en los últimos cuatro años, se han generado emergencias ambientales por la mala calidad del aire, pero también por la falta de procesos y autoridad que garanticen la calidad del aire, además que permitan la revisión, el control y el diagnóstico de los vehículos de una manera eficiente.
En los últimos meses, se ha vuelto normal en el paisaje de Bucaramanga, ver vehículos que generan grandes emisiones. Estos vehículos chimeneas que generan contaminación y afectación a la salud, generando daños incluso el desarrollo y la generación de empleo en la ciudad.
Las afectaciones de la calidad de aire, no solamente están en la salud, también generan contaminación en cultivos, procesos de bioacumulación en los suelos de sustancias químicas tóxicas.
Así mismo, la afectación a los árboles en la ciudad de Bucaramanga destruye un eslabón fundamental para el turismo urbano, zonas de esparcimiento y parques para los ciudadanos, además de ser zonas de sumideros de carbono que permiten proteger a la ciudad de las inclemencias del cambio climático y el calentamiento global.
No se puede seguir creyendo que las únicas soluciones ambientales de la alcaldía de Bucaramanga sean únicamente el dilapidar y el derrochar el dinero en fiestas inútiles que no aportan al desarrollo de los ciudadanos.
Es una obligación y deber de la alcaldía generar una solución real, técnica, cooperativa y que brinda soluciones a los ciudadanos de verdad debido a la falta de carácter y liderazgo del gobernante de turno, pero también la ausencia de criterio en las autoridades ambientales.
Los pasivos ambientales y las afectaciones ambientales no se solucionan con ferias, se soluciona con ingeniería y también con la autoridad que deben tener la secretaría de salud y medio ambiente, que en el gobierno actual se ha vuelto un antro burocrático que no genera resultados eficaces basados en la ingeniería.
Por lo tanto, estimado lector, debemos hacer un llamado a todas las personas que tienen vehículos chimenea, para que tengan un poco de empatía social y mejoren los procesos de combustión de sus vehículos y sobre todo deben hacerse los mantenimientos de los vehículos, no solo para mejorar la calidad del aire. También para aumentar la vida útil de estos vehículos y que estas inversiones no generen sobrecostos a sus dueños.
Las soluciones de ingeniería basadas en la utilización de vehículos que utilicen gas, el fomento de los sistemas híbridos, o proyectar el crecimiento y expansión en cobertura de los sistemas eléctricos de vehículos, que pueden generar soluciones reales a los problemas ambientales de Bucaramanga.
También debe establecerse una política fuerte en el fomento para la compra de vehículos nuevos que cumplan con regulaciones ambientales en términos de emisiones atmosféricas.
Es urgente un proceso de chatarrización real a Metrolínea, que es uno de los principales generadores de contaminación y de afectación a la calidad de vida de los bumangueses, no solamente por el pésimo transporte y servicio que presta, también por los buses desvencijado y obsoletos que están generando contaminación y daño a la salud de los ciudadanos.
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*Tecnólogo ambiental, ingeniero ambiental.
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