Por: Roberto Aponte/ La explotación de yacimientos constituye la obtención de recursos para la fabricación de muchos elementos de uso cotidiano y para la obtención de energía. Esta actividad ha presentado un enorme reto debido a las implicaciones sociales y ambientales que tiene y por eso es necesario el planteamiento de soluciones para disminuir el impacto de la minería.
Cerca de la ciudad de Bucaramanga tenemos yacimientos de oro en el río Lebrija, donde ya pueden evidenciarse efectos sobre esta actividad y también un panorama de cómo se realiza por medios artesanales. Pulir la tecnificación de los yacimientos es la primera alternativa para reducir el impacto de la minería y es algo que es necesario aplicar en los múltiples recursos ofrecidos por los suelos de nuestro país.
Uno de los principales impactos consiste en la perdida de la productividad del suelo, lo que genera fuertes impactos sociales y económicos para las comunidades cercanas a las zonas del proyecto. Mantener la calidad del suelo es indispensable y se requiere de su recuperación tanto de sus propiedades físicas como químicas.
Cada objeto existente requiere de determinadas cantidades de materiales para su fabricación por lo que la primera opción para reducir el consumo de materia prima es crear objetos más resistentes y que al menor tiempo requieran de un menor porcentaje de componentes, o que estos puedan realizarse con materiales reciclados.
El primer paso para los trabajos mineros es capacitar adecuadamente a todos los trabajadores con todos los temas concernientes y transversales a la minería.
La gestión de recursos minerales y el medio ambiente tiene como primera base la legislación ambiental, la cual debe estar sustentada con fuertes bases jurídicas y mineras. Requerimientos precisos que solicitan reducir el porcentaje de ciertos componentes pueden disminuir la extracción de elementos que al disponerse son muy contaminantes como el caso del plomo.
Una normatividad exigente incentiva la creación de tecnología que permite realizar una eficiente gestión de los contaminantes. Los residuos necesitan seguimiento para que estos pueden tener una disposición adecuada, ya sea reciclándose o recibiendo tratamiento.
En las actividades mineras además del elemento que busca explotarse, se obtienen muchos otros materiales que si bien pueden considerarse residuos tienen un valor para otras industrias, un ejemplo son las gravas y arenas que también pueden utilizarse para fabricar ladrillos o carreteras.
Un punto bastante interesante a evaluar con esta problemática es la utilización eficiente de energía, ya que el petróleo y el carbón que se extraen para obtener combustible o el cobre para la fabricación de cables y los semiconductores para fabricar paneles solares, para su extracción y transporte se requiere energía. Ante este ciclo de extracción de materiales hay que evaluar las posibilidades en las que el consumo energético resulte menor. Para solucionar este aspecto se pueden utilizar varias soluciones tecnológicas que consistan en materiales más duraderos y que permitan que la energía pueda transferirse con mayor facilidad y estás características pueden verse en cerámicas y aleaciones especializadas.
La explotación eficiente puede lograrse con estudios geológicos precisos y un adecuado diseño de minas en las que sea más sencillo extraer los materiales y a su vez facilitar el drenaje. Además, que con el uso de ingeniería bien practicada pueden adaptarse las estructuras instaladas en la mina, para que estas encajen mejor con el relieve y hay que ser preciso en el momento de las detonaciones para reducir las afectaciones en el paisaje y además permitir que las inclinaciones permitan el crecimiento de vegetación que inicie la restauración ambiental. Otra práctica que requiere de precisos conocimientos de ingeniería es el diseño de las escombreras, ya que esta fase ayuda disminuir los impactos producidos por varios residuos.
La tecnología y los estudios precisos son las herramientas necesarias para apoyar esta actividad que ejercida de forma sostenible genera riqueza a nuestro país. Los impactos sobre el medio ambiente estarán presentes, pero con los estudios apropiados, los procesos de restauración pueden ser más efectivos.
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*Ingeniero Ambiental y escritor
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