En esta primera parte voy a referirme a lo que está sucediendo con la contratación de médicos veterinarios o fundaciones para realizar cirugías de esterilización de caninos y felinos. Hay mucha tela para cortar…
Por: Orlando Beltrán Quesada/ El RAE nos dice que corrupción es “la acción y efecto de corromper (depravar, echar a perder, sobornar a alguien, pervertir, dañar)”, lo cual permite entonces calificar fácilmente todo lo que puede corresponder a ese cáncer moral de gigantescas proporciones que tiene calificada a Colombia esté en la lista de los países más corrompidos del mundo, ocupando la posición 87 entre 180 países, según Transparencia Internacional. Y lo peor es que en los diez últimos años, esa calificación se ha mantenido sin mayores variaciones.
Y para el manejo de todos los asuntos que tienen que ver con la problemática animal en nuestro país y en nuestro departamento, los corruptos ya están haciendo de las suyas hace rato, por todos lados y de muy diversas formas, empezando por los dineros públicos que se asignan para minimizar esta problemática y seguidamente por los que personas inescrupulosas, naturales o jurídicas, piden al público dizque para apoyar causas y casos de atención a animales maltratados, enfermos o atropellados, cuando la mayoría de ellos va a sus codiciosos bolsillos.
Eso me duele en el alma, porque los recursos económicos para atenuar la grave y creciente problemática de sufrimiento de los animales domésticos, cuyo génesis es la sobrepoblación, son más que sagrados. Los inocentes animales siempre han llevado las de perder y los recursos que se están robando servirían para cubrir muchas necesidades, como las de las decenas de refugios y hogares de paso que existen en nuestro medio, en su mayoría mantenidos por personas de maravillosos corazón que se sacan el pan de su boca para alimentar a sus protegidos, o simplemente, para que con los recursos públicos, en vez de una sola hubiese 4 o 5 cirugías de OVH (ovarohisterectomías o esterilizaciones de perritas y gaticas para que no sigan trayendo hijos a sufrir a este planeta del dolor para la inmensa mayoría de los animales).
El tema es amplio, los conocimientos y la experiencia también, adquiridos a lo largo de mis 34 años de lucha vertical en favor de los derechos de esas bellas criaturas que sufren todo el rigor de la falta de conciencia y nobleza del Homo sapiens demens.
En esta primera parte voy a referirme a lo que está sucediendo con la contratación de médicos veterinarios o fundaciones para realizar cirugías de esterilización de caninos y felinos. Hay mucha tela para cortar…
Ha habido y hay contratos amañados y con impresionantes sobrecostos, como uno desarrollado por la gobernación de Santander hace 18 años, donde para esterilizar 400 perras, gatas, perros y gatos, en San Vicente de Chucurí, se contrataron varios médicos veterinarios, pagándoles por cada cirugía cuatrocientos cincuenta mil pesos ($450mil) lo que a valor presente puede equivaler a setecientos mil pesos ($700mil) cada una.
Los costos primos de esas cirugías de OVH no pasan actualmente de $30mil en promedio, utilizando insumos adecuados y de la mejor calidad. (Algunos médicos veterinarios utilizan nylon para pesca, hilo dental o cáñamo en lugar de suturas absorbibles, lo cual resulta criminal).
Y si un médico veterinario cobra por sus honorarios (llamémoslo mano de obra) $60 mil, considerando que la cirugía no se hace en su propio quirófano (costos y gastos indirectos y de administración), es más que justo que a valor presente hubieran cobrado entonces $90mil a pesos de hoy día, es decir $58mil de aquel entonces.
Esto considerando un promedio para cada cirugía de esterilización, en un contrato globalizado y de cierto tamaño operacional, en el cual no pueden medirse entonces los honorarios diferenciales que cobra cada médico veterinario por una cirugía individual, en la se debe considerar su experiencia, su formación profesional y actualización, la calidad de su servicio y la fama, tal como ocurre con la medicina humana. En los casos de cirugías financiadas por el estado, se trata de valores económicos para trabajos de volumen entonces, que no por ello deben ser considerados sin toda la atención médica que requieren los animales intervenidos, en el momento de ella, así como en su pre-operatorio y su post-operatorio,
Y ese contratico amañado, leonino, corrompido, desarrollado en San Vicente, fue un abrebocas nada más. Luego se vieron otros en Floridablanca, igualmente con megasobrecostos, como aquel donde la coima del 30% fue directamente para el alcalde, el conocido “niño de las uñas largas”, tal como consta por las grabaciones magnetofónicas de una conversación que sostuve con un veterinario “disgustado” con el grupito de sus colegas que en esa contratación intervinieron, porque lo iban a dejar por fuera del “negocio”.
En Barrancabermeja la cosa es más desproporcionada y descarada. En diciembre de 2021, la alcaldía, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, otorgó un contrato por $90millones para operar 60 animales con arandelas y gastos innecesarios, queriendo esto decir que cada cirugía costó $1millón 500mil. Este año, se repitió el sucio manejo de los dineros públicos en este mes de diciembre también, contratando cirugías para 66 animales y atención a algunos especímenes de fauna silvestre por un valor total de $63 millones, es decir en promedio $955mil cada cirugía. Y ambos contratos se celebraron con un médico veterinario bastante conocido. Y claro, los corruptos detrás de los escritorios gubernamentales se han lucrado y siguen lucrándose muy fácilmente. Y algunos veterinarios también.
¿Y la Fiscalía y el control previo o auditaje gubernamental? Bien, muchas gracias.
¿A estas alturas, qué podemos decir de la honestidad y la ética que deben mostrar los médicos veterinarios, de acuerdo con la ley 576 de 2000, que de paso sea dicho, considera absurdamente en todo su contexto a los animales como simples cosas?
La medicina veterinaria, al igual que la humana, es una carrera hermosa en la que debería prevalecer el amor por los animales, y no simplemente el “bienestar”, concepto este que esconde todo un sinnúmero de violaciones a los sacros derechos de los animales, que no pueden expresar hablando como nosotros hablamos su terrible sufrimiento para dar gusto al egoista humano, el único que explota, depreda, destruye, envilece, asesina, por placer o falsas necesidades a sus compañeros de vida, los animales no humanos, que sienten y sufren tanto como él al igual que también demuestran preclara inteligencia y nobilísimos sentimientos de amor y solidaridad. Pero el antropocentrismo y el especismo pisotean y aplastan sus derechos, como cultura milenaria imperante, mientras avanzan raudos hacia la destrucción de su propia especie.
En Santa Marta, todo un infierno de sufrimiento para los animales, la corrupción en la contratación de cirugías es espantosa también. En estos momentos hay una veeduría ciudadana animalista mirando lo que fue el desarrollo de un contrato para esterilizar 2.000 animales en el que se había presupuestado atender 1000 perritas y gaticas callejeras, cuando solo se atendieron 350. Pero hubo amañado presupuesto para comprar, para dos ejemplos simples, 2000 lapiceros a $1mil cada uno, o 2000 planillas, con asiento para 25 items, a $450 cada una.
Sobrecostos, despilfarro, corrupción animalista por todas partes, con muchos funcionarios y ciudadanos del común a bordo del tren de la corruptela, en Santander y en toda Colombia, incluidos algunos que posan como defensores de los animales…
¿Nombres de cohonestadores de la corrupción animalista, cómplices corruptos también entonces? Si llegare a ser preciso, en su momento preciso…
El tema es largo, y es necesario que haya luces de camino y surja la verdad, para que no se siga replicando este modelo corrompido de contratación en el control demográfico para estas especies domesticas que sobreabundan en un mundo cada vez más convulsionado y caótico, en el que ellos cada vez tienen menos oportunidades y siempre ocupan la escala más baja en la atención de las necesidades de vida y respeto.
En próximas publicaciones daré cuenta de otros temas relacionados con la corrupción animalista, entre los que se encuentra la gestión en alcaldías como la de Bucaramanga, donde ya Juan Carlos Cárdenas empieza a evidenciar la continuación de las equivocadas y negligentes soluciones para las grandes necesidades en materia de sufrimiento animal, provenientes de anteriores gobiernos en los que la corrupción animalista en la Secretaría de Salud, por parte de funcionarios de zoonosis (zoonazis) fue más que evidente y comprobable.
Es el momento propicio para la creación de una certera, honesta y trabajadora veeduría animalista, nuestro gran propósito desde ADAN para este próximo 2023.
…
*Administrador de Empresas UNAB, Especialista en Derecho del Medio Ambiente U. Externado, Fundador de ADAN en 1988.
Twitter: @OrlandoBeltranQ
Facebook: Beltran Quesada Orlando
