Por: Leonardo Granados/ El Principio de primacía de la realidad sobre la formalidad, en Derecho Laboral, este criterio protector significa que en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de los documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en el terreno de los hechos de la realidad que vive el trabajador.
Este criterio se fundamenta en la inferioridad del trabajador, quien puede ser objeto de abusos que sólo pueden subsanarse con la primacía de los hechos sobre las formas, las formalidades. La principal manifestación de este criterio se da cuando se trata de disimular a un trabajador subordinado bajo la apariencia de ser un trabajador independiente contratado a honorarios. Los desajustes entre los hechos y la forma pueden tener distintas causas:
a) Intención deliberada de fingir o simular una situación jurídica distinta de la real.
b) Provenir de un error.
c) Por falta de actualización de datos.
d) Falta de cumplimiento de requisitos formales.
Pues bien, acudo a este principio, para fundamentar la desatinada apreciación del director del Dane, que esta semana en los noticieros nacionales, afirmó que: “Una persona de clase media se gana al día entre $15.000 y 75.000 mil pesos, lo que significa entre $450.000 y 2.250.000 millones de pesos”.
Según este señor los pobres que ganan 450.000 mil pesos a un salario mínimo desaparecen y se les eleva su estatus mental a clase media, pero con el estómago con hambre, inaudito y con una absoluta falta de sentido común, por ello la primacía de la realidad sobre la formalidad del Dane nos ayudará a entender el error en el cual también está Planeación Nacional como lo afirmaron en los canales nacionales, que pretenden -a partir de estas falsas proyecciones- que 2 millones de colombianos salieron de la pobreza, según ellos formalmente, pero no en su realidad, pues siguen siendo pobres.
El término clase media es un grado o estamento de la estratificación de clase social que se aplica a las personas con un nivel socioeconómico medio que se sitúa entre la clase obrera y la clase alta. La clase media, es un término que designa supuestamente al segmento social por debajo de la clase alta, que es la que vive de sus rentas y por encima de la clase baja en sociología.
La clase media en Colombia crece. Según el Banco Mundial (BM), el porcentaje de personas que en el país sudamericano pueden contarse como de clase media pasó del 15 al 28 por ciento en la última década.
Un estudio sobre “Movilidad social en Colombia”, dirigido por Alejandro Gaviria, exdecano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, con sede en Bogotá, confirma que cerca de dos millones de nuevos hogares colombianos ascendieron a la clase media en la última década, duplicando su tamaño.
Los parámetros de ingresos de la clase media adoptados por el Banco Mundial empero, incluyen hogares con ingresos mucho más bajos que oscilan entre 10 y 50 dólares diarios por habitante, o sea empleados que devengan entre 300 y 1.500 dólares al mes, en pesos colombianos $955.998 clase media baja y $4.672.050 millones, clase media alta. Aspecto que no me convence pero que es más justo que lo que propone el Dane.
En promedio, una canasta básica de alimentos que incluye carne, leche, arroz, pastas, papas, lechuga, tomate y frutas, cuesta entre $290 mil y 330 mil pesos mensuales, para cuatro personas en Colombia.
Pero si además de los alimentos que se consumen mensualmente se incluyen los gastos de vivienda, salud, educación, comunicaciones, servicios públicos y recreación, la canasta familiar podría estar alcanzando un valor promedio de 1.300.000 pesos, en lo más básico con restricciones.
Entonces se necesitarían al menos 2 salarios mínimos mensuales para cubrir los gastos básicos del hogar, para mí, quien tiene lo básico para cubrir sus gatos es clase media baja.
«La familia promedio no se puede sostener con un salario mínimo. Alcanzaría para cubrir alimentación y parte de vivienda, pero el resto de la canasta básica familiar queda completamente descartada», explica Jairo Santander, director de la Escuela de Economía de la Universidad Central.
A pesar de que la vida de millones de colombianos ha mejorado en las dos últimas décadas, la vulnerabilidad caracteriza el estado de la creciente clase media que vive en la cuerda floja, pues la realidad es cada día al pobre y la clase media se le vienen incrementando los impuestos, lo que se traduce en una reducción de su mínimo capital para satisfacer sus necesidades básicas y un pueblo insatisfecho con estas medidas mezquinas, cargas altas tributarias, es un pueblo atribulado e infeliz cada día.
Hoy en Colombia tenemos más de 8 millones de motos de las cuales el 90% son de estratos 1, 2 y 3 es decir de los pobres y tienen que pagar 550.000 mil pesos de Soat, 140.000 mil pesos de técnico mecánica, casco cerrado promedio 120.000 mil pesos y tienen el descaro el Director del Dane y el Director de Planeación de decir que ganarse 450.000 mil pesos mensuales es ser de clase media, ese lapsus mental que tiene como propósito falas de presentar a final de año que más de 2 millones de personas han salido de la pobreza, es una falacia en documentos formales, pero que su realidad es la misma, familias pobres pasando necesidades que si pagan servicios públicos y arriendo medio comen, eso no es clase media señor director del Dane.
Hay que soltar el escritorio en Bogotá para entender la realidad del país, un gobierno no puede vivir de realidades en Power Point, sino de lo que se traduce realmente en los hogares, es mejor decir que el pobre es quien gana 2 salarios mínimos, que la clase media baja está por encima de este promedio y la clase media alta gana más 50 dólares diarios y esa veracidad genera confianza, rescatar la ética en la política parte de ser justos y equitativos, pero lo que piensa el gobierno en la estratificación de la clase social, está alejado de lo que es un estado social de derecho, donde prima la realidad sobre las formalidades injustas.
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