En el Senado de la República se llevaron a cabo dos nuevas votaciones para definir la procedencia de debatir las objeciones a la Ley Estatutaria de la JEP que presentó el mandatario Iván Duque. Sin embargo, el Congreso no tomó una decisión porque tan solo votaron 30 parlamentarios, la mayoría del Centro Democrático.
Después de esta jornada de votaciones, el presidente del Senado, Ernesto Macías, anunció que el proyecto se remitirá a la Corte Constitucional para estudiar nuevamente las objeciones y ver si estas fueron denegadas con la primera deliberación, la cual fue de 47 votos contras 34.
El debate de las objeciones tuvo en vilo al país por varias semanas y el Senado no pudo encontrar la fórmula de desempantanar la votación definitiva. Ante la imposibilidad de tomar una decisión frente a su aprobación o su hundimiento, un acuerdo político decidió dejar en manos de la Corte Constitucional la suerte de las objeciones.
El pasado martes, día en que se adelantó la primera votación, el informe que pedía rechazar las objeciones obtuvo 47 votos a favor y 34 en contra, sin embargo para la presidencia del Senado se necesitaban 48 votos para adoptar una decisión. La oposición y el sector que defiende los acuerdos de paz, en cambio, insistieron en que con esa votación sí se había obtenido la mayoría absoluta necesaria para rechazar las objeciones.
El tema quedó empantanado desde entonces y este jueves, ante la imposibilidad para que el Senado lograra un acuerdo para destrabar la votación de las objeciones, los partidos Liberal, Conservador, La U y Cambio Radical promovieron un acuerdo político para dejar en manos de la Corte Constitucional la decisión definitiva.
El acuerdo surgió después de que el presidente del Senado, Ernesto Macías, decidiera repetir la votación del informe que pedía rechazar las objeciones. Como el sector que apoya el proceso de paz no se iba a someter a una segunda votación, porque eso significaría aceptar que los 47 votos obtenidos en la noche del martes no eran mayoría, se planteó la posibilidad de que el asunto fuera resuelto por la Corte Constitucional.
En consecuencia los congresistas de estos partidos decidieron abandonar la plenaria y salirse del recinto y no hacerse contar, con lo que la segunda votación tampoco alcanzó la mayoría requerida. Acto seguido el presidente del Senado sometió a votación el informe que pedía aprobar las objeciones a la JEP con idéntico resultado, no consiguió las mayorías para ser aprobado.
Por esa razón el presidente Macías decretó que no hubo decisión en el Senado por lo que ordenó remitir el expediente de las objeciones a la Corte Constitucional. Ahora será el alto tribunal el que decida si las objeciones fueron hundidas con el voto de 47 senadores o si no hubo decisión en el Senado.
El acuerdo político fue promovido los conservadores y apalancado por un sector de La U que lideró el senador Roy Barreras. Además, tuvo el respaldo por las bancadas de La U, el Partido Liberal, el Conservador y Cambio Radical.